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Los Niveles del  Tawakkul: Dependencia y Confianza en Allah





 





 





Todas las alabanzas son para Al-lâh, y que la paz y las bendiciones de Al-lâh sean con el sello de los profetas, Muhammad (paz y bendiciones sean con él). La base de este trabajo es el concepto de Tawakkul, sus niveles y sus beneficios.





 





 





 El Tawakkul se traduce como 'confianza y dependencia' que significa que en cierto modo, que es bastante dualista y tiene dos facetas diferentes que no son independientes una de la otra, sino que están interrelacionadas. La aleya que primero viene a la mente cuando pensamos en Tawakkul (o confianza y dependencia en Al-lâh) es,





 





     


'Y le proporcionará (fuentes) que nunca se imaginaban. Y quien pone su confianza en Al-lâh, entonces Él le bastará. Ciertamente Al-lâh logrará su propósito. En efecto, Al-lâh ha establecido una medida para todas las cosas. " [1]





 


La raíz de Tawakkul es 'confianza' o 'dependencia'. Decimos que dependemos de Al-lâh (el Más Alto) para todo y ponemos la confianza en Él. Esta es la realidad del Tawakkul en cuanto a depositar nuestra confianza y dependencia en Al-lâh (el más Alto), tanto en los asuntos mundanos  como en nuestro Din (religión). Así como utilizamos nuestros medios tangibles o viscerales para alcanzar lo que queremos lograr.





 





Tawakkul, por lo tanto, implica la creencia, la dependencia y la acción. Esto es porque para obtener al menos algún nivel de Tawakkul, el siervo tiene que ser consciente del hecho de que todos los asuntos de este mundo y el más allá se encuentran en manos de Al-lâh (el más Alto). Nada ocurre excepto con su permiso y licencia. Cabe destacar que depender de Al-lâh en el logro de nuestra provisión, es en sí mismo, una forma de adoración y una forma de completar y perfeccionar el Iman (la fe).





 





Es una realización del verso de um-ul-Quran, 'Sólo a Ti adoramos, Sólo a Ti pedimos ayuda' y es un requisito del Iman; porque depender de otro además de Al-lâh (Todopoderoso) en lo que sólo Al-lâh (el más Alto) puede proporcionar, o (en el caso de una tribulación, de la que sólo Al-lâh pueden salvar a una persona), es Shirk mayor. Como dice Allah (el más Alto)





     


"Así que adoradlo (sólo a Él) y poned confianza en Él. Y vuestro Señor no es inconsciente de lo que hacéis '[2]





 


. También sabemos que afirma en Surah Al-Anfal, refiriéndose a las cualidades de Al-Mu'minoon (los creyentes):





     


"Los creyentes son sólo aquellos que, cuando se menciona el Al-lâh, sienten temor en sus corazones y cuando sus versos les son recitados, aumentan su fe; y ponen confianza en su Señor.'[3]





 


Otra referencia por la cual pasamos nuestras noches leyendo, está contenida en Sura Al-Mulk,





     


'Di: "Él es el más Bondadoso (Al-lâh), y en él ponemos nuestra confianza. Así, llegarás a saber quién está en un error manifiesto. " [4]





 


También tenemos muchos ejemplos de nuestro Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones sean con él) incluyendo ejemplos de algunas súplicas que hizo. En un hadiz auténtico contenido en Bujari y Muslim, Ibn Abbas (que Allah esté complacido con él) informó que el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones sean con él) solía suplicar





     


' Oh Al-lâh! A Ti me he sometido, en Ti creo, en Ti he confiado, a Ti recurro y por Ti he disputado. Oh Al-lâh, me refugio en Ti a través de Tu Poder; No hay nadie merecedor de adoración sino sólo Tu; que me protejas de ir por mal camino. Tu eres el Viviente, El que sostiene y protege todo lo que existe; El que nunca muere, mientras que los seres humanos y los genios todos morirán "





Lo que esto demuestra es cuán necesaria es esta confianza y dependencia de Al-lâh, por lo que hacemos de Al-lâh el disponedor de nuestros asuntos. Como se hace evidente desde el hadiz mencionado, Tawakkul está interrelacionado, incluso fusionado con el sometimiento a Al-lâh y la creencia en Al-lâh.





Esto se hace evidente en el hadith, ' Oh Al-lâh! A Ti me he sometido, en Ti creo y en Ti pongo mi confianza " En un solo aliento el Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) se refiere a la sumisión, el Iman (la fe) y el Tawakkul. En otro hadiz, muestra la importancia del Tawakkul y sus beneficios en este mundo y en el más allá, Abu Hurairah (que Allah esté complacido con él) informó: que el Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) dijo:





     


'Un grupo de personas (tanto hombres como mujeres) cuyos corazones serán como los corazones de los pájaros, entrará en el Yannah (el Paraíso)’  (Muslim).





Según el célebre autor de Riyad as Salihin, este hadiz ha sido interpretado en el sentido de que es esa gente que pone su confianza en Al-lâh quienes estarán en el Yannah. Bajo esta interpretación, parece haber una correlación directa entre como la gente del Tawakkul vivieron sus vidas en este mundo y su recompensa.





Es la gente del Tawakkul que nunca se han preocupado por sus provisiones, alimentos y medios de subsistencia y son como las aves que no recogen ningún alimento para almacenarlo, pero salen cada mañana en busca de alimento, esperando y creyendo en la provisión de Al-lâh y luego regresan a sus nidos plenamente satisfechos.





 





Aquellos que tienen Tawakkul no abandonar los recursos materiales, el 'atar el camello', como se dice. Todos conocemos el hadiz en el que el Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) dijo al beduino que había dejado su camello sin atar, 'ata tu camello y luego pon tu confianza en Al-lâh’





 





La gente de Tawakkul sabe el equilibrio entre la acción y la confianza en Al-lâh (el más Alto). Antes de movernos hacia la siguiente sección de este documento, cabe destacar lo que ha dicho uno de nuestros famosos eruditos del pasado sobre el Tawakkul. En Madáriy us Saalikín, Ibn al-Jauziyiah (que Allah tenga misericordia de él) denota:





 





     


'La condición de quien confía en Al-lâh es como la condición de aquel a quien un rey le ha dado un dirham, y luego se lo han robado; Así que el rey le dijo: "Tengo mucho más que eso, así que no te preocupes. Cuando vengas a mí, te daré de mis tesoros mucho más que eso." Por lo tanto si (esa persona) conoce la veracidad de la palabra del rey y confía en él y sabe que sus tesoros son abundantes, entonces lo que perdió no le entristece. "





La Obediencia a Allah Trae Provisión


 





 





Tengo treinta años. Estuve pecando cinco años antes, sin embargo rezaba. Luego me casé y viajé a Francia. Me sucedieron muchos problemas y encontré que la única solución era retornar a Dios y arrepentirme. Entonces me arrepentí, alabado sea Dios. Comencé a memorizar el Corán y a aprender más sobre el Islam. Realicé los ayunos voluntarios durante el año, y no me perdí ninguna oración en la mezquita excepto raramente, ni el primer takbir por cuarenta días. Alabado sea Allah, como Él lo merece. Como resultado de esto, mis circunstancias mejoraron muchísimo, y siento un cambio muy positivo en mí también. Cuanto más obedezco a Dios, más Dios me bendice, Dios está observando, Él sabe que digo la verdad. 





El problema es que no sé por qué me esto esforzando en realidad en el culto: ¿Es para ganar el Más Allá, o porque busco los beneficios mundanos? Si doy en caridad por ejemplo, no tengo la seguridad de si estoy buscando realmente la pura recompensa o porque sé que Dios me bendecirá con mucho más de lo que doy en caridad. Entonces he comenzado a dudar de mí, ¿es que soy hipócrita?





 Alabado sea Allah.





 Te felicito, hermano mío, por haber sido guiado por Dios a arrepentirse y volver al camino recto. Eso es una bendición que te ha sido otorgada y por la que debes estar agradecido, porque es el objetivo de cada creyente, y es la cosa más importante en este mundo y en el Más Allá. Ibn al-Qayím (que Allah tenga misericordia de él) dijo: “Allah no le garantiza Su amor a los penitentes sin que se conviertan en lo mejor de la gente ante Él. Si no fuera ese arrepentimiento una palabra que acompaña todas las leyes del Islam y las verdades de la fe, el Señor no se regocijaría grandemente por cada arrepentimiento de Sus servidores”. Fin de la cita.





 Madáriy as-Saalikín (1/343).





 El hecho de que cuando más te esfuerzas en el culto se te hagan disponibles más formas de encontrar tu provisión lícita, muestra que temer y obedecer a Dios trae aprovisionamiento, como Allah dijo (traducción del significado):





 “Y sabed que Allah siempre le dará una salida a quien Le tema, y le sustentará de donde menos lo espera” (at-Taláq 65:2-3).





 De la misma manera, el pecado trae pobreza. Una persona puede quedar privada de sus provisiones como consecuencia del pecado que comete. Nada acarrea nuestro progreso más que realizar actos de obediencia y evitar los pecados. Pero debes poner atención a tus intenciones antes de comenzar un acto de culto, para que tu motivación al hacer el bien sea buscar la complacencia de Dios, y debes prestar atención a tus intenciones para que no se corrompan durante cada acto, para que puedas librarte de la auto-admiración, de ser engreído, buscar el elogio de la gente y que en sus corazones te consideren importante, evitando pensar y sentir así por lo que te trae de bueno, de tal forma que si tu provisión se reduce, no dejes de obrar rectamente. Estas son las cosas contrarias a la sinceridad que estropean los actos de obediencia.





 Ibn al-Qayím (que Allah tenga misericordia de él) dijo: “Las cosas que estropean o anulan las buenas obras son también muchas para enumerar. Lo que importa no es el acto en sí, sino evitar que se contamine con intenciones que puedan estropearlo o anularlo”. Fin de la cita.





 Al-Wábil as-Sáieb (p. 20).





 Debe señalarse que si la intención de una persona al realizar actos de culto es buscar la complacencia de Dios y Su recompensa en el Más Allá, y también intenta ganarse con eso una recompensa mundana más inmediata por su obediencia en este mundo, tal como una provisión holgada, una buena vida, etcétera, no hay nada de malo en eso.





 El Shéij Ibn ‘Uzaimín (que Allah tenga misericordia de él) dijo: “Si una persona intenta dos cosas buenas con su acción, el bien en este mundo y en el Más Allá, no hay nada de malo en eso (es decir, no hay culpa ni pecado para esa persona), porque Allah dijo (traducción del significado):





 “Y sabed que Allah siempre le dará una salida a quien Le tema, y le sustentará de donde menos lo espera” (at-Taláq 65:2-3).





 Al-Qáwl al-Mufíd (2/244).





 No dejes que Satanás te diga que eres un hipócrita o que eres insincero, porque su meta es distraerte de tu rectitud y conducirte afuera del camino del bien. No dejes que tus motivaciones para hacer actos de obediencia a Dios sean simplemente la buena fortuna que te traigan, de tal manera que si tales beneficios cesaran, te detuvieras en tu buen comportamiento. Más bien realiza tus actos sinceramente por tu Señor, y agradécele por las cosas buenas que Él te ha concedido.





 “Vuestro Señor os hace saber que si Le agradecéis, Él incrementará vuestro sustento; y sabed que si sois desagradecidos Su castigo será severo” (Ibrahím 14:7).





El Velo Correcto para la Mujer Musulmana





 





Alabado sea Dios





El shéij Al-Albani (que Allah tenga misericordia de él) dijo: 





“Las condiciones del velo son:





En primer lugar, debe cubrir todo el cuerpo menos lo que fue exceptuado. 





Dios dijo (traducción del significado): 





“¡Oh, Profeta! Dile a tus mujeres, a tus hijas y a las mujeres de los creyentes que se cubran [todo el cuerpo] con sus mantos; es mejor para que se las reconozca y no sean molestadas. Allah es Absolvedor, Misericordioso” (Al-Ahzáb, 33:59) 





Este verso claramente afirma que es obligatorio cubrir todo de la belleza de una mujer y de sus adornos, y no mostrarlo ante los hombres ajenos a su familia, excepto de lo que aparezca inintencionadamente, en cuyo caso no hay pecado sobre ellas si se apresuran a cubrirlo. 





Al-Háfiz ibn Kázir dijo en su Tafsir:





“Esto significa que no deben exhibir ninguno de sus adornos a los hombres ajenos a su familia, excepto lo que es imposible ocultar. Ibn Mas’ud dijo: “Como las capas y túnicas”, es decir, lo que las mujeres árabes solían usar, la vestimenta exterior que cubre lo que la mujer lleva debajo, excepto lo que sobresale de la vestimenta externa. No hay pecado en la mujer por aquello que es imposible ocultar”. 





En segundo lugar, el velo no debe ser un adorno en sí mismo. 





Dios dijo (traducción del significado): 





“…no muestren de sus arreglos y adornos…” (An-Nur 24:31). 





El significado general de esta frase incluye la vestimenta externa, porque si está decorada atraerá la mirada de los hombres. Esto está apoyado por el verso del capítulo Al-Ahzáb que dice (traducción del significado): 





“Y mejor permaneced en vuestras casas, [pero si salís] no os engalanéis como lo hacían [inadecuadamente] las mujeres de la época pre-islámica…” (Al-Ahzáb 33:33). 





También está apoyado por el reporte en el cual el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Hay tres sobre los cuales no respondo: un hombre que abandona la comunidad, desobedece a su líder y muere en la desobediencia; y una mujer cuyo marido le deja todo lo que ella necesita y se ausenta, y cuando él se ha ido se exhibe presuntuosamente. No me pregunten por ellos”. Narrado por Al-Hákim, 1/119; Áhmad, 6/19; del reporte de Faddálah bint ‘Ubaid. Su cadena de transmisión es auténtica, y está en Al-Adab al-Mufrad. 





En tercer lugar, debe ser opaco, y no translúcido. 





La razón es que de otra forma no puede cubrir el cuerpo apropiadamente. La ropa translúcida convierte a la mujer en una fuente de tentación aún más fuerte. Acerca de esto, el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Durante los últimos días de mi comunidad habrá mujeres que estarán vestidas y sin embargo desnudas, con algo en sus cabezas como las jorobas de los camellos. Malditas, porque ellas son malditas”. Otra versión del reporte agrega: “Ellas no ingresarán al Paraíso y no sentirán aún siquiera su perfume, aún cuando su perfume pueda ser detectado desde tal y tal distancia”. Narrado por Muslim, del reporte de Abu Hurairah. 





Ibn ‘Abd el-Bárr dijo: “Lo que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) quiso decir es que serán mujeres que usan ropas de fabricación muy ligera, que no cubren verdaderamente el cuerpo. Estarán vestidas nominalmente, pero en realidad estarán desnudas”. Transmitido por As-Suiuti en Tanwir al-Hawálik, 3/103. 





Cuarto, deben ser ropas sueltas, no apretadas, de tal forma que no describan la figura corporal. 





El propósito de la vestimenta es evitar la tentación y la discordia, y esto sólo puede lograrse si las ropas son anchas y sueltas. Las ropas apretadas, aún si ocultan el color de la piel, permiten ver las formas y tamaños de las distintas partes del cuerpo, y crean una vívida imagen de la desnudez en la mente de los hombres. La corrupción o invitación a la corrupción inherente a esta conducta es obvia y evidente. Por lo tanto las ropas deben ocultar el cuerpo. Usamah ibn Zaid dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) me dio una gruesa vestimenta egipcia que fue uno de los regalos que le dio Duhiat al-Kalbi, y yo se lo di a mi esposa para que lo vistiera. Él dijo: “¿Por qué no te veo usando la vestimenta egipcia?”. Le dije: “Se lo di a mi esposa para que la usara”. Él respondió: “Dile que use un vestido debajo, porque temo que pueda describir el tamaño de sus huesos”. Narrado por Ad-Diyá' al-Maqdisí en Al-Ahadíz al-Mujtárah, 1/442, y por Áhmad al-Baihaqi, con una cadena auténtica de transmisión. 





Quinto, no debe estar perfumada ni llevar fragancias. 





Hay muchos reportes que prohíben a las mujeres musulmanas usar perfume cuando salen de sus casas. Citaremos algunos de los que tienen una cadena de transmisión autenticada: 





Abu Musa al-Ash’ari dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Cualquier mujer que se ponga perfume y luego pase entre la gente para que huelan su fragancia, es una adúltera”. 





Záinab az-Zaqafíyah reportó que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Si alguna de ustedes sale hacia la mezquita, que no toque ningún perfume”. 





Abu Hurairah dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Cualquier mujer que se haya perfumado con incienso, que no asista a la oración de la noche con nosotros”. 





Musa ibn Yassar dijo que una mujer pasó por donde estaba Abu Hurairah y su perfume lo sobrecogió. Le dijo: “Oh, servidora de Dios, ¿estás yendo a la mezquita?”. Ella dijo: “Sí”, y él respondió: “¿Te has puesto perfume para eso?”. Ella respondió: “Sí”. Entonces él le dijo: “Vuelve y lávate, porque he oído al Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) decir: “Si una mujer sale hacia la mezquita y su fragancia sobrecoge a la gente, Dios no aceptará ninguna de sus oraciones hasta que vuelva a su casa y se lave”. 





Estos reportes son de significado general. Así como la prohibición se aplica al perfume en el cuerpo, también se aplica a perfumar la ropa, especialmente en el tercer reporte donde se menciona el incienso, porque el incienso es usado específicamente para perfumar las ropas. 





La razón de esta prohibición es clara, y es que la fragancia de la mujer puede causar una fuerte provocación de deseo. Los eruditos también incluyeron otras cosas bajo esta categoría, que deben ser evitadas por las mujeres cuando van a las mezquitas, tales como los colores llamativos, las joyas visibles, los adornos excesivos y mezclarse con los hombres. Ver: Fáth al-Bari, 2/279. 





Ibn Daqiq al-‘Id dijo: 





“Esto indica que está prohibido para una mujer que quiere ir a la mezquita usar perfume, porque esto provoca el deseo de los hombres. Esto fue reportado por Al-Manawi en Fáid al-Qadír, en el comentario sobre el primer reporte de Abu Hurairah arriba citado. 





En sexto lugar, la ropa no debe asemejarse a la de los hombres. 





Se reportó en reportes autenticados que una mujer que imita a los hombres en su vestimenta o en sus maneras será maldecida. Aquí siguen algunos de los reportes que conocemos: 





“Abu Hurairah dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) maldijo al hombre que usa ropas de mujer, y a la mujer que usa ropas de hombre”. 





‘Abd Allah ibn ‘Amr dijo: “He oído al Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) decir: “No son parte de nosotros las mujeres que imitan a los hombres ni los hombres que imitan a las mujeres”. 





Ibn ‘Abbás dijo: “El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) maldijo al hombre afeminado y a la mujer masculina. Y dijo: “No los dejen ingresar a sus casas”. Él también dijo: “El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) expulsó a fulano de tal, y ‘Umar ibn al-Jattáb expulsó a Mengano”. De acuerdo a otra versión: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) maldijo al hombre que imita a las mujeres y la mujer que imita a los hombres”. 





‘Abd Allah ibn ‘Amr dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Hay tres que no ingresarán al Paraíso, y Dios no los mirará siquiera en el Día de la Resurrección: el que desobedece a sus padres, una mujer que imita a los hombres, y el cornudo que no protege ni cuida a sus mujeres”. 





Ibn Abi Málica (cuyo nombre era ‘Abd Allah ibn ‘Ubaid Allah) dijo: “Le dijeron a ‘Aa'ishah (que Allah esté complacido con ella): “¿Qué si una mujer usa sandalias de hombre?”. Ella respondió: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) maldijo a las mujeres que actúan como los hombres”. 





Estos reportes indican claramente que está prohibido para las mujeres imitar a los hombres y viceversa, y esto incluye las ropas y otros aspectos, aún cuando el primer reporte arriba citado se refiere solamente a la ropa. 





Abu Dawud dijo en Masá'il al-Imam Áhmad (p. 261): “Oí que le preguntaron a Áhmad sobre un hombre que vistió a su criada con su túnica. Él respondió: “No vistan a las mujeres con ropas de hombre, no hagan que se parezcan a los hombres”. Le dije a Áhmad: “¿Puede él darle sus sandalias para vestir?”. Él dijo: “No, a menos que ella las use solamente para realizar la ablución menor”. Yo le dije: “¿Qué acerca de la belleza?”. Él respondió: “No”. Le pregunté: “¿Puede ella cortarse el cabello corto?”, y él respondió: “No”. 





En séptimo lugar, la ropa de la mujer musulmana no debe asemejarse a la de las no musulmanas. 





Se ha afirmado a menudo en la ley islámica que los musulmanes, tanto hombres como mujeres, no deben asemejarse ni imitar a los no musulmanes con respecto a los actos de culto, festivales ni ropas que son específicas de ellos. Este es un importante principio islámico que hoy en día, desafortunadamente, es descuidado por muchos musulmanes, aún aquellos que se preocupan por su religión e invitan a otros al Islam. Esto es o por la ignorancia de su religión, o porque están siguiendo sus deseos y sus caprichos, o a causa de su desviación, combinadas con las costumbres modernas y la imitación del modelo europeo. Esta fue una de las causas principales de la decadencia de las naciones musulmanas y su debilidad, que permitió a los extranjeros imponer sus usos y colonizarnos. Si sólo supieran. 





“Sabed que Allah no cambia las gracias que concedió a un pueblo, mientras ellos no cambien lo que hay en sí mismos…” (Ar-Rá’d, 13:11). 





Hay que saber que existe muchísima evidencia autenticada de estas importantes normas del Corán y la Tradición Profética, y que la evidencia en el Corán está explicada en la Tradición Profética, como siempre es el caso. 





En octavo lugar, la vestimenta de la mujer musulmana no debe ser causa de fama ni vanidad. 





Ibn ‘Umar (que Dios esté complacido con él) dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Quien use vestimentas de fama y vanidad en este mundo, Dios lo vestirá con las vestimentas de la humillación en el Día de la Resurrección, y las llamas del Infierno lo rodearán”. 





Fin de la cita de Hiyab al-Mar’ah al-Muslimah, p. 54-67. 


¿Cuáles Son los Reportes que se Pueden Utilizar Como Evidencia?



 





 





¿Cuáles son los reportes que se pueden utilizar como evidencia en la ley islámica?





Alabado sea Allah





Los reportes que pueden y deben ser aceptados como evidencia son los clasificados como buenos o auténticos (hásan o sahih). Los reportes débiles (da’íf) o falsos, no es permisible usarlos como evidencia en las normas religiosas. 





Al-Imam ash-Sháfi’i dijo en ar-Risálah, p. 463:


“Es obligatorio aceptar un reporte que se ha probado que es auténtico, aún si los imames no actúan en base a este reporte”. Fin de la cita. En otras palabras: una vez que se ha probado que el reporte proviene del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), es obligatorio actuar en base a él.





’Abd Allah al-Imam Áhmad Ibn Hánbal dijo:





“Le pregunté a mi padre acerca de un hombre que tenía libros que contenían las palabras del Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), de sus compañeros y de los discípulos de sus compañeros, pero no sabía cómo reconocer los reportes débiles y rechazables, y no podía diferenciar una cadena de transmisión débil de una fuerte. ¿Es permisible para él que actúa en base a lo que él quiera y que escoja los reportes y tópicos, y que actúe en base a eso?





Él me respondió:


“No debe hacer nada hasta que averigüe qué reportes son auténticos, y luego puede actuar en base a ellos, de tal forma que esté actuando en base a lo correcto. Debe preguntar a los eruditos acerca de ello”. Fin de la cita. 





I’lám al-Muwaqqi’ín, 4/179. 





El Imam Muslim (que Allah tenga misericordia de él) dijo:





“Debes notar, que Allah tenga misericordia de ti, que el conocimiento del Hadiz (reporte) y el determinar cuál es auténtico y cuál no lo es, es el rol de los eruditos del Hadiz solamente, porque ellos son quienes han memorizado las narraciones de la gente y las conocen bien, a diferencia de otros. Por lo tanto el principio básico sobre el cual basan su fe es la Tradición Profética y los reportes que fueron transmitidos desde una era a la siguiente, provenientes del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), hasta el día presente”. Fin de la cita. 





At-Tamíz, p. 218. 





El Imam as-Sarjasi (que Allah tenga misericordia de él) dijo:





“No seguir los reportes auténticos del Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) es algo prohibido, y hacerlo es lo contrario de lo prohibido”. Fin de la cita de Usul as-Sarjasi, 2/7. 





El Imam an-Nawawi (que Allah tenga misericordia de él) dijo:





“Los eruditos han dicho que los reportes son básicamente de tres tipos: auténticos (sahih), buenos (hásan), y débiles (da’íf). Y han dicho que sólo es permisible citar como evidencia los reportes auténticos y buenos. Sobre los débiles, no es permisible citarlos como evidencia en las normas y creencias, pero sí es permisible narrarlos y actuar de acuerdo a ellos en lo tocante a otras cosas, como los relatos de actos virtuosos, las exhortaciones y las advertencias”. Fin de la cita. 





Al-Maymu’, 1/98. 





Al-Háfiz Ibn Ráyab (que Allah tenga misericordia de él) dijo:





“Con respecto a los imames y juristas de entre la gente del hadiz, ellos siguieron los reportes auténticos, sean cuales fueren”. Fin de la cita.





Fádl ‘Ilm al-Hadiz, p. 57. 





El Shéij al-Islam Ibn Taimíyah (que Allah tenga misericordia de él) dijo: 





“No es permisible en temas de la ley islámica confiar en reportes débiles, que no sean auténticos (sahih) o buenos (hásan)”. Fin de la cita.





Maymu' al-Fatáwa, 1/250. 





Al-‘Allámah Sacaría al-Ansari (que Allah tenga misericordia de él) dijo:





“Quien quiera citar como evidencia un reporte de las colecciones Sunan o Musnad, si está cualificado para distinguir entre lo que puede ser citado como evidencia y lo que no, entonces que no cite como evidencia algo a menos que examine su cadena de narración y a sus narradores. De otra forma, si puede hallar a uno de los imames que lo clasificó como auténtico o bueno, puede seguir su opinión, de otra forma, que no los cite como evidencia”. Fin de la cita.





Fáth al-Baqi Shárh Alfiyát al-‘Iraqi. 





Ver también la respuesta a la pregunta No. 115125 para más información sobre las normas para quien rechaza un reporte auténtico, y la No. 79163para más información sobre las condiciones para que un reporte sea clasificado como auténtico. 





Los Primeros Diez Días de Dhu’l-Hiyyah





Días de virtud y buenas acciones 





Alabado sea Allah Quien ha creado el Tiempo, y ha hecho que algunos momentos sean mejores que otros, algunos meses y días y noches mejores que otros, cuando las recompensas se multiplican muchas veces, como un modo de piedad hacia Sus siervos. Esto los alienta a hacer más acciones correctas y a ser más entusiastas en cuanto a Su adoración, entonces el musulmán renueva su esfuerzo para obtener una mayor porción de recompensa, prepararse para la muerte y proveerse para estar preparado para el Día del Juicio. 





 





Esta temporada de adoración trae muchos beneficios, como la oportunidad de corregir nuestras faltas y remediar cualquier error o lo que hayamos omitido. Cada una de estas ocasiones especiales implica algún tipo de adoración a través de la cual los siervos pueden acercarse a Allah, y algún tipo de bendición a través de la cual Allah concede su favor y su piedad a quien Él desea. La persona feliz es la que aprovecha al máximo estos meses, días y horas especiales, y se acerca a su Señor durante estos momentos a través de actos de adoración; ella es la que tiene más posibilidades de ser tocada con la bendición de Allah y sentirá la felicidad de saber que está a salvo de las llamas del Infierno. (Ibn Rayab, al-Lataa’if, p.8) 





 





Los musulmanes deben entender el valor de su vida, aumentar su adoración a Allah y persistir haciendo buenas acciones hasta el momento de su muerte. Allah dice (interpretación de Allah): 





"Y adora a tu Señor hasta que te llegue la certeza" [al-Hiyr 15:99] Los exegetas (comentadores) dijeron: “La certeza es la muerte”. 





Entre las temporadas especiales de adoración, se encuentran los primeros diez días de Dhu’l-Hiyyah, que Allah ha preferido sobre los demás días del año. Ibn ‘Abbaas (que Allah esté complacido con él y su padre) informó que el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) dijo: “No hay otros días en los que Allah ame más a las buenas acciones que estos diez días”. La gente preguntó, “¿Ni siquiera la yihad en nombre de Allah?” Él dijo: “Ni siquiera la yihad en nombre de Allah, salvo en el caso de un hombre que partió para luchar entregándose y entregando sus riquezas por la causa, y regresó sin nada”. (Informado por al-Bujari, 2/457). 





 





Ibn ‘Abbaas (que Allah esté complacido con é y su padre) también informó que el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) dijo: “No hay acción más preciosa a la vista de Allah, no recompensa mayor, que una buena acción realizada durante los diez días del Sacrificio”. Se le preguntó: “¿Ni siquiera la yihad en nombre de Allah?” Él dijo: “Ni siquiera la yihad en nombre de Allah, salvo en el caso de un hombre que partió para luchar entregándose y entregando sus riquezas por la causa, y regresó sin nada”. (Informado por al-Daarimi, 1/357; su isnad es hasan como se expresó en al-Irwaa’, 3/398). 





 





Estos textos y otros indican que estos diez días son mejores que todos los otros días del año, sin excepciones, ni siquiera los últimos diez días del Ramadán. Pero las últimas diez noches del Ramadán son mejores, porque ellas incluyen a Laylat al-Qadr (“la Noche del Decreto”), que es mejor que mil meses. Por lo cual los diferentes informes pueden ser reconciliados. (Vea Tafsir Ibn Kazir, 5/412). 





Usted debe saber, mi hermano en el Islam, que la virtud de estos diez días se basa en muchas cosas: 





Allah hace un juramento por ellos, y hacer ésto es un indicativo de su importancia y su gran beneficio. Allah dice (interpretación del significado):  





"Juro por la aurora, por las diez noches" [al-Fayr 89:1-2]. 





Ibn ‘Abbaas, Ibn al-Zubayr, Mujaahid y otros de generaciones anteriores y posteriores dijeron que ésto se refiere a los primeros diez días de Dhu’l-Hiyyah. Ibn Kazir dijo: “Ésta es la opinión correcta”. Tafsir Ibn Kazir, 8/413). 





El Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) atestiguó que ésos eran los mejores días del mundo, como lo hemos citado anteriormente en el hadiz sahih. 





El Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) animó a las personas ha realizar buenas acciones debido a al virtud de esta temporada para las personas alrededor del mundo, y debido a la virtud del lugar - para los peregrinos hacia la Casa Sagrada de Allah. 





El Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) nos ordenó recitar muchos Tasbih ("Subhan-Allaah"), Tahmid ("Al-hamdu Lillaah") y Takbir ("Allaahu akbar") en ese momento. ‘Abdullaah ibn ‘Umar (que Allah esté complacido con él y su padre) informó que el Profeta  (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) dijo: “No hay otros días en los que Allah ame más a las buenas acciones que estos diez días, entonces durante este tiempo reciten mucho Tahlil ("La ilaaha ill-Allaah"), Takbir y Tahmid”. (Informado por Ahmad, 7/224; Ahmad Shaakir expresó que éste es sahih). 





 





Estos diez días incluyen a Yawm ‘Arafaah (el Día de ‘Arafaah), en el que Allah perfeccionó Su Religión. Ayunar este día expía los pecados de dos años. Estos días también incluyen a Yawm al-Nahar (el Día del Sacrificio), el mejor día de todo el año y el mejor día del Hayy, que combina los actos de adoración de un modo diferente a los otros días. 





Estos diez días incluyen a los días del Sacrificio y del Hayy. 





Pregunta:





¿Qué debe evitar el musulmán durante estos diez días si quiere ofrecer un sacrificio? 





La Sunnah indica que el que quiere ofrecer un sacrificio debe evitar cortar su cabello y sus uñas y quitar parte de su piel, desde el comienzo de los diez días hasta después de que ha ofrecido su sacrificio, porque el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) dijo: “Cuando vean la luna nueva de Dhu’l-Hiyyah, si algunos de ustedes desea ofrecer un sacrificio, él debe dejar de cortarse el cabello y las uñas hasta que haya ofrecido el sacrificio”. Según otro informe él dijo: “Él no debe quitarse (literalmente, tocar) nada de su cabello o su piel”. (Informado por Muslim con cuatro isnads, 13/146). 





 





La instrucción del Profeta aquí convierte a un asunto obligatorio y su prohibición hace que otro sea haram, según la opinión más firme, porque estas órdenes y prohibiciones son incondicionales e inevitables. Sin embargo, si una persona hace alguna de estas cosas deliberadamente, debe buscar el perdón de Allah pero no se requiere que ofrezca un sacrificio (extra) para expiarse; su sacrificio será aceptado. Aquel que necesite quitarse algo de su cabello, uñas, etc. porque ésto lo está lastimando, como cuando se quiebra una uña o una herida en un lugar en el que hay cabello, él debe hacerlo, y no hay nada de malo en eso. El estado de ihram es tan importante que está permitido cortarse el cabello si dejarlo sin cortar causará un daño. No hay nada de malo en un hombre o una mujer que lave su cabeza durante los primeros diez días de Dhu’l-Hiyyah, porque el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) sólo prohibió cortarse el cabello, no lavarlo. 





 





La sabiduría detrás de esta prohibición de cortarse las uñas y el cabello, etc. para el que quiere ofrecer un sacrificio es que así él puede asemejarse a los que se encuentran en ihram en algunos aspectos de los rituales que se realizan, y pueden acercarse a Allah ofreciendo el sacrificio. Entonces él deja su cabello y sus uñas hasta el momento en el que ofrece el sacrificio, con la esperanza de que Allah lo salve del Infierno. Y Allah sabe mejor. 





Si una persona corta su cabello o sus uñas durante los primeros diez días de Dhu’l-Hiyyah porque no estaba planeando ofrecer el sacrificio, y después decide hacerlo, durante los diez días,  entonces debe evitar cortar su cabello y sus uñas desde el momento en el que toma la decisión. 





Algunas mujeres pueden delegar a sus hermanos o hijos que realicen el sacrificio en su representación, entonces cortan su cabello durante estos días. Ésto no es correcto, porque la regla se aplica a quien ofrece el sacrificio, lo haga esa persona o lo delegue a otra para que lleve a cabo la acción. La prohibición no se aplica al representante, sólo a la persona que está realizando el sacrificio, como se indica en el hadiz. La persona que está realizando el sacrificio en representación de otra, por la razón que sea, no tiene que cumplir con esta prohibición. 





Esta prohibición se aplica sólo al que está ofreciendo el sacrificio, ni a su esposa ni a sus hijos, salvo que alguno de ellos esté ofreciendo un sacrificio propio, porque el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) solía sacrificar "en representación de la familia de Muhammad”, pero no existen informes que digan que él les prohibió cortar su cabello o sus uñas en ese momento. 





Si una persona planeaba ofrecer un sacrificio, luego decide realizar el Hayy, el no debe cortar su cabello o sus uñas si quiere entrar al ihram, porque la Sunnah es sólo cortarse el cabello y las uñas si es necesario. Pero si está realizando el Tamattu’ (por el cual se realiza la ‘Umrah, sale del ihram y entra al ihram otra vez para el Hayy), debe cortar sus uñas al finalizar su ‘Umrah porque es parte del ritual. 





Las cosas que se describen anteriormente como prohibidas para una persona que planea ofrecer un sacrificio se informan en el hadiz citado anteriormente; la persona no tiene prohibido usar perfume, tener relaciones maritales, vestir prendas con costuras, etc.





 





Con respecto a los tipos de adoración que se realizan durante estos diez días: se debe entender que estos tipos de días son de gran bendición de Allah para Su siervo, que son agradecidas adecuadamente por las acciones honradas. Es obligación para el musulmán agradecer esta bendición y aprovechar al máximo esta oportunidad, dedicando estos diez días para prestar más atención al esfuerzo en la adoración. Entre las bendiciones a Sus siervos, Allah nos ha entregado muchas formas para hacer el bien y adorarlo, entonces el musulmán puede ser constante y consistente al adorar a su Señor. 





Entre las buenas acciones que los musulmanes deben esforzarse por hacer durante los primeros diez días de Dhu’l-Hiyyah se encuentran: 





El ayuno. Es Sunnah ayunar el noveno día de Dhu’l-Hiyyah, porque el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) nos instó a realizar buenas acciones durante este tiempo, y ayunar es una de las mejores acciones. Allah ha elegido el ayuno para Él mismo, como se expresa en el hadiz qudsi: "Allah dice: “Todas las acciones de los hijos de Adán son para él, salvo el ayuno que es para Mi y Yo soy Quien los recompensará por éste". (Informado por al-Bujari, 1805). 





 





El Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) solía ayunar el noveno días de Dhu’l-Hiyyah. Hunaydah ibn Khaalid informó de su esposa que algunas esposas del Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) dijeron: El Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) solía ayunar durante el noveno día de Dhu’l-Hiyyah, en el día de ‘Aashuraa’, durante tres días de cada mes, y los dos primeros lunes  y Jueves de cada mes”. (Informado por al-Nisaa’i, 4/205 y por Abu Dawud; clasificado por al-Albaani como sahih en Sahih Abi Dawud, 2/462). 


Takbir. Es Sunnah decir Takbir ("Allaahu akbar"), Tahmid ("Al-hamdu Lillaah"), Tahlil ("La ilaha ill-Allaah") y Tasbih ("Subhaan Allaah") durante los primeros diez días de Dhu’l-Hiyyah, y decirlo en voz alta en la mezquita, el hogar, la calle y cualquier lugar en el que esté permitido recordar a Allah y mencionar Su nombre en voz alta, como un acto de adoración y proclamación de la grandeza de Allah, alabado sea. 





Los hombres pueden recitar estas frases en voz alta, y las mujeres deben recitarlas en voz baja. 





Allah dice (interpretación de significado): 





"Para que atestigüen todas las gracias [de la peregrinación], y recuerden el nombre de Allah en los días consabidos al sacrificar las reses del ganado que Él les ha proveído. Comed, pues, de ellas, y dad de comer al indigente y al pobre." [al-Hayy 22:28]  





La mayoría de los expertos concuerdan con que los “días señalados” son los primeros diez días de Dhu’l-Hiyyah, debido a las palabras de Ibn ‘Abbaas (que Allah esté complacido con él y su padre): “Los “días señalados” son los primeros diez días de Dhu’l-Hiyyah”. 





El Takbir puede incluir las palabras "Allaahu akbar, Allaahu akbar, la ilaaha ill-Allaah; wa Allaahu akbar wa Lillaahi’l-hamd (Allah es el Más Grande, Allah es el Más Grande, no existe dios excepto Allah; Allah es el Más Grande y alabado sea Allah)", así como otras frases. 





El Takbir en este momento es un aspecto de la Sunnah que ha sido olvidado, especialmente durante la primera parte de este período, de tal manera que uno sólo lo escucha pocas veces, excepto por algunas pocas personas. Este Takbir debe pronunciarse en voz alta, para revivir la Sunnah y como un recordatorio para los negligentes. Existe evidencia verídica que afirma que Ibn ‘Umar y Abu Hurayrah (que Allah esté complacido con ellos) solían salir en el mercado durante los primeros diez días de Dhu’l-Hiyyah, recitando el Takbir, y las personas lo recitaban cuando los oían. La idea de recordarles a las personas sobre la recitación del Takbir es que cada uno debe recitarlo individualmente, no al unísono, ya que no hay fundamentos en la Shari’ah para hacer ésto. 





 





Revivir los aspectos de la Sunnah que han sido virtualmente olvidados es un acto que traerá una recompensa inmensa, como se indica a través de las palabras del Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él): “Aquel que reviva un aspecto de mi Sunnah que se ha olvidado después de mi muerte, tendrá una recompensa equivalente a la de la gente que la sigue, sin que se le saque nada de su recompensa”. (Informado por al-Tirmidhi, 7/443; éste es un hadiz hasan por asaanid que lo corrobora).  





Realizar el Hayy y la ‘Umrah. Una de las mejores acciones que uno puede realizar durante estos diez días es realizar el Hayy a la Casa Sagrada de Allah. Aquel a quien Allah ayuda para realizar el Hayy a Su Casa y a realizar todos lo rituales apropiadamente se encuentra incluido en las palabras del Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él): “Un Hayy aceptado trae no menos recompensa que el Paraíso”. 





Realizar más buenas acciones en general, porque las buenas acciones son amadas por Allah y traen más recompensa de Él. Aquel que no pueda realizar el Hayy debe ocuparse en este momento bendito adorando a Allah, orando (salat), leyendo el Qur’an, recordando a Allah, realizando súplicas (du’aa’), haciendo caridad, honrando a sus padres, sosteniendo los lazos familiares, ordenando lo que es bueno y prohibiendo lo que es malo, y otros actos buenos y de adoración. 





El Sacrificio. Una de las buenas acciones que acercan a una persona a Allah durante estos diez días es el ofrecimiento del sacrificio, eligiendo un animal de buena calidad y alimentándolo, gastando dinero en nombre de Allah.  





El arrepentimiento sincero. Una de las cosas más importantes que se debe hacer durante estos diez días es arrepentirse sinceramente ante Allah, y abandonar todo tipo de desobediencia y pecado. Arrepentirse significa regresar a Allah y renunciar a todas las acciones, abiertas y secretas, que a Él le desagradan, sin lamentarse por lo que ha pasado, dejándolas de inmediato y siendo decidido parea no regresar a ésto, pero siguiendo firmemente la Verdad haciendo lo que Allah ama. 





Si el musulmán comete un pecado, debe apresurarse para arrepentirse, sin demoras, en primer lugar porque no sabe cuando morirá y en segundo lugar porque una mala acción lleva a la otra. 





El arrepentimiento en los momentos especiales es muy importante porque en la mayoría de los casos los pensamientos de las personas se inclinan hacia la adoración en esos momentos, y ellos tienden a hacer el bien, lo que los lleva a reconocer sus pecados y a arrepentirse por el pasado. El arrepentimiento es obligatorio en todo momento, pero cuando el musulmán combina el arrepentimiento sincero con las buenas acciones durante los días de mayor virtud, ésto es un signo de éxito, in sha Allah. Allah dice (interpretación del significado): 





"Pero quien se arrepienta, crea y obre rectamente se contará entre quienes tendrán éxito." [al-Qasas 28:67] 





El musulmán debe asegurarse de que él no pierde ninguna de estas ocasiones importantes, porque el tiempo pasa rápido. Que se prepare realizando buenas acciones que le darán una recompensa cuando más lo necesite, porque no importa cuánta recompensa obtenga, siempre será menos de lo que necesite; el momento de la partida está cerca, el viaje es aterrador, las ilusiones se difunden, y el camino es largo, pero Allah está siempre observando, y a Él regresaremos y rendiremos cuentas. Como dice el Corán (interpretación del significado): 





"Quien haya realizado una obra de bien, por pequeña que fuere, verá su recompensa. Y quien haya realizado una mala obra, por pequeña que fuere, verá su castigo."





[al-Zalzalah 99:7-8]





Hay mucho que ganar, entonces aproveche al máximo la oportunidad en estos invaluables e irremplazables diez días. Apresúrese a hacer buenos trabajos, antes de que golpee la muerte, antes de que uno pueda arrepentirse de su negligencia y sus fallas para actuar, antes de que a uno se le pida que regrese a un lugar en el que las plegarias no serán respondidas, antes de que la muerte intervenga entre quien tiene esperanza y las cosa que espera, antes que de quedar atrapado en su tumba con sus acciones. 





Oh, ustedes que tienen corazones oscuros como la noche, ¿no es tiempo de que su corazón se llene de luz y se ablande? Expóngase a la suave brisa de la piedad de su Señor durante estos días, porque Allah causará que esta brisa toque a todos los que Él desee, y todo el que sea tocado por ella será feliz durante el Día del Juicio.  





Que Allah bendiga a nuestro Profeta Muhammad, a toda su familia y a sus compañeros.



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