Si un Órgano del Cuerpo Humano Está Dañado,


Todo el Cuerpo Sufre


Se relató que el Mensajero de Dios (P.B.D) dijo: “El buen ejemplo que los creyentes ofrecen,


con su cariño, misericordia y amabilidad recíprocas, es que es como si fueran un solo cuerpo.


Cuando un miembro del mismo se encuentra afectado, entonces todo el cuerpo muestra su


vigilia y fiebre.” Lo transmitió Al-Bujary. Se relató que el Mensajero de Dios (P.B.D) dijo: “El


buen ejemplo que los creyentes ofrecen, con su cariño, misericordia y amabilidad


recíprocas, es que es como si fueran un solo cuerpo. Cuando un miembro del mismo se


encuentra afectado, entonces todo el cuerpo muestra su vigilia y fiebre.” Lo transmitió Al-


Bujary.


Realidad científica:


Modernas investigaciones intensivas han revelado sorprendentes datos sobre la interacción


entre los órganos del cuerpo humano ante los peligros, ya sean heridas o enfermedades. Las


investigaciones han descubierto también los mecanismos de defensa y las reacciones


funcionales de un cuerpo enfermo o herido. La reacción en un miembro enfermo funciona


de una manera inversamente proporcional; las respuestas se diferencian según la naturaleza


del peligro, es decir, cuanto más grave sea la enfermedad de este miembro, mayor será la


concentración de la potencia y las funciones del cuerpo, impidiendo así el peligro y llegando


a una curación completa.


En caso de que existiera un miembro indispuesto, algunos centros sensoriales del cerebro


ordenan a las glándulas mucosas que secreten hormonas. La función de estas hormonas es


estimular las demás glándulas endocrinas con el fin de crear algunas sustancias cuyo papel


es activar los órganos de todo el cuerpo para que dediquen sus funciones al servicio de este


miembro enfermo. El corazón, por ejemplo, comienza a acelerar sus latidos para ayudar a la


sangre a llegar al órgano afectado. Al mismo tiempo, los vasos sanguíneos se restringen en


las partes inactivas del cuerpo y se amplían los rodean la parte infectada para suministrar


todo lo que necesita el órgano: energía, oxígeno, anticuerpos, hormonas y aminoácidos


constructivos. El cuerpo comienza a utilizar la grasa almacenada para proporcionar al órgano


enfermo todo lo que necesita hasta poder controlar la enfermedad y reponer los tejidos.


Más tarde el cuerpo se restablece. Las señales emitidas por la herida representan una queja


y una petición de socorro reales, que terminan en un llamamiento general a los órganos del


cuerpo. Desde la zona dañada salen pulsos neuronales hacia la cabeza, la cual contiene los


centros sensoriales, y desde la primera gota de sangre que sale del cuerpo o la rasgadura de


tejido, se emiten algunas sustancias químicas. Entonces, los órganos responden para


proporcionar ayuda al órgano infectado según la naturaleza de su herida o enfermedad.


Naturaleza del milagro


Lo mencionado en este Hadiz noble es lo que sucede clínicamente. Las partes del cuerpo se


llaman mutuamente entre sí, literalmente en todos sus sentidos.


El profeta Muhammad informó acerca de cómo debe ser su (Umma) nación, utilizando el


ejemplo de los creyentes, caracterizados por el cariño, la amabilidad y la misericordia,


formando un sólo cuerpo. Por ello manifiesta que cuando un órgano del mismo está


enfermo los demás órganos deberían mostrar su preocupación por él. El Profeta dice que


todos estos miembros se llaman entre sí para socorrerlo. No se encuentra en la lengua árabe


otra palabra tan precisa como tadai para designar este concepto. El milagro, además de


científico, es lingüístico y retórico.


Él habla de una realidad que se lleva a cabo dentro del cuerpo humano usando unas


palabras muy precisas y breves, representando lo que sucede en el cuerpo y además utiliza


un estilo comparativo que fija este concepto en la mente. Es muy asombroso que los


médicos, al describir el proceso del sistema nervioso al interaccionar ante un peligro o una


enfermedad, usasen una denominación idéntica literalmente a la que dijo el Profeta en su


Hadiz: el cariñoso, amable y misericordioso.


¡Glorificado sea Allah! Él es Quien ha mandado a Su Enviado[1] con la Dirección[2] y con la


verdadera religión[3] para que prevalezca sobre cualquier otra religión, apoyándole con


signos claros y palabras elocuentes que, a pesar de ser muy breves, están dotadas muchos


significados.


[1] Muhammad.


[2] El Corán.


[3] El Islam.