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LA CREENCIA (‘AQIDAH) DE AHLU SUNNAH (SUNNIS) SOBRE LOS COMPAÑEROS DEL PROFETA MUHAMMAD





Definición:


Los sabios del Hadiz (Muhaddizin) consideran Sahaba a toda aquella persona que se haya encontrado con el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él), creyendo en su profecía y haya muerto como musulmán. En esta definición es igualmente considerado Sahaba quien lo viera o no lo vieraP0F1P, quien relatara sus palabras o no narrara nada de élP1F2P, quien lo acompañara en sus batallas y quien noP2F3P, y quien simplemente lo viera pero no escuchara nada de élP3F4P.


Por su parte los juristas (fuqah’a) consideran Sahaba solo a aquellos que lo acompañaron durante un tiempo, tomando de él su sabiduría.


La diferencia entre las dos definiciones se basa en la especialidad de los sabios de cada una de las ciencias a la que corresponde la definición. La primera definición, se ocupa de comprobar que la persona que nos narra las palabras del Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) efectivamente es un Sahaba porque se encontró con él en algún momento de su vida y nos narra su experiencia, y tiene el derecho de decir: “Escuché al profeta decir tal y tal cosa...”. Esto hace su narración confiable, porque si una persona que no fue un Sahaba nos dice que escuchó al profeta decir tal o cual cosa, sabremos inmediatamente que se trata de un mentiroso que intenta fraguar un Hadiz. En cuanto a los juristas, dan su definición para evidenciar de cuáles personas que vieron al profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) se toma el conocimiento de la legislación. Para ellos no es lo mismo un Sahaba como Ibn “Abbas, que desde niño fue discípulo del Profeta, que un beduino que viajó a Medina a ver al Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) pronunció su testimonio de fe (shahada) para luego volverse al desierto, en cuanto al conocimiento que puedan aportar para la legislación.


La palabra “Sahaba” en el Corán y la Sunnah


La palabra “Sahaba” fue usada por el profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) cuando dijo:


“No insultéis a mis compañeros (Sahabas). Pues, aunque lleguéis a dar en caridad tanto oro en cantidad igual al tamaño de Uhud, nunca llegaréis a igualar un puñado de ellos”.


Asimismo podemos encontrar el término en el Corán, ya que Allah dijo:


1 Como era el caso de Ibn Umm Maktum, que a pesar de ser ciego, nadie duda que haya sido un Sahaba, debido a los numerosos hadices que narró y las distintas funciones que le asignara el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él), como ser el almuédano (Muaddin) o como dirigir la oración en la mezquita cuando el Profeta se ausentaba de la ciudad.


2 Como es el caso de Jalid ibn Al-Walid quien fuera un héroe para los musulmanes por sus funciones de estratega y comandante del ejercito, y a pesar de lo cual no podemos encontrar un solo Hadiz narrado por él.


3 Como muchas mujeres y niños y algunos hombres que con excusas válidas no acompañaban al ejército.


4 Como algunos musulmanes que solo vieron al Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) en la peregrinación de despedida, y que a la lejanía veían su imagen, pero no llegaron a escucharlo personalmente.


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“Si no lo socorréis [al Mensajero], sabed que Allah [no necesita de vosotros, pues ya] lo auxilió aquella vez que los incrédulos lo expulsaron [de La Meca], cuando estando en la caverna con su compañero (saahibihi)P4F5P le dijo: No te entristezcas, pues Allah está con nosotros. Entonces, Allah hizo descender Su sosiego sobre él [Abu Bakr], les socorrió con un ejército [de Ángeles] que no veían, y dispuso que el propósito de los incrédulos se desvaneciera y que el Mensaje de Allah sea el que prevalezca. Ciertamente Allah es Poderoso, Sabio”. (9:40)


Las distintas clases de Sahaba


Si bien es cierto que los sabios del Hadiz (muhadizzin) consideran Sahaba a todos aquellos que creyendo en su profecía vieron al Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) o le escucharon, y lo considerando esto como una de las bendiciones concedidas por Allah, sin embargo consideran y expresan que los Sahabas no son todos iguales entre sí, sino que existen distintos niveles entre ellos. Los sabios han establecidos estos niveles acorde a los siguientes aspectos:


1. Los primeros en aceptar el Islam, como los cuatro califas bien guiados.


2. Los que aceptaron el Islam en los primeros años en La Meca.


3. Los que emigraron a Abisinia.


4. Los que presenciaron el primer pacto de “Aqabah.


5. Los que presenciaron el segundo pacto de “Aqabah.


6. Los primeros que emigraron de La Meca a Medina.


7. Los que participaron en la batalla de Badr.


8. Los que emigraron de La Meca a Medina luego de la batalla de Badr y hasta el pacto de Hudaibiah.


9. Los que participaron del pacto de Ridwan.


10. Los que emigraron luego del pacto de hudaibiah y hasta la conquista de La Meca.


11. Los que aceptaron el Islam luego de la conquista de La Meca.


12. Los niños que vieron al Profeta durante la conquista de La Meca y la peregrinación de despedida.


Es consenso de Ahlu Sunnah que el mejor de los Sahabah fue Abú Bakr, luego Omar, ya que ninguno de los Sahaba ni los tabi’un consideraban lo contrario, luego Uzman, luego ‘AliP5F6P, luego


5 En referencia a Abú Bakr.


6 El sabio Al-Jattabi narró que los sunnis de la ciudad de Kufa, anteponían a `Ali sobre Uzmán.


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los diez que fueron albriciados con el paraíso en vida, luego los que participaron en la batalla de Badr, luego los que participaron en Uhud, luego los que participaron en el pacto de Ridwan, y luego los que les siguieron.


Hadices sobre las virtudes y méritos del los Sahabas mencionados en Sahih Al-BujariP6F7P


17. Anas relató que el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Querer a los Ansár es una señal de fe y odiar a los Ansár es señal de hipocresía”.


1520. Yubair bin Mut’im relató: “una mujer vino al Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) para hacerle una pregunta y él le ordenó que vuelva después. Pero ella le preguntó: “¿Y qué si vengo y no te encuentro?” como refiriéndose a la muerte del Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él). Él le dijo: “Si no me encuentras consulta a Abú Bakr”.”


1521. ‘Ammár relató: “Yo vi al Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) cuando no había con él sino cinco esclavos, dos mujeres y Abú Bakr”.


1522. Abú Al-Dardá’ narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Allah me envió a vosotros y dijisteis: Mientes; pero Abú Bakr dijo: “dice la verdad” y me apoyó con su persona y su fortuna. ¿Dejaréis, pues, de molestar a mi amigo?”; lo dijo dos veces. Después de eso nadie más ofendió a Abú Bakr”.


1523. ‘Amrú bin Al-‘As relató: “El Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) me nombró al mando del ejército de Dhát al-Salásil; fui ante él y le dije: “¿Quién es la persona que más amas?” Él dijo: “Aisha”; yo pregunté: “¿Y de los hombres?” Dijo: “Su padre (Abú Bakr)”; yo dije: “¿A quién después de él? Dijo: “A Omar bin Al-Jattáb” y enumeró a varios hombres”.


1525. Abú Musa Al-Ash’ari relató que se hizo la ablución en su casa y luego salió. Dijo: “Me dije: acompañaré al Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y estaré con él este día”. Llegué a la mezquita y pregunté por el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él); y me dijeron: “salió y se dirigió en aquella dirección”. Dijo: “y salí tras él y pregunté hasta que llegué a un lugar llamado Bi’r Arís y me senté a la puerta, que estaba hecha de palmas. El Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) hizo sus necesidades e hizo la ablución. Yo me dirigí hacia él y lo encontré sentado en el borde de un pozo de agua, con las piernas descubiertas y colgando en el pozo. Yo lo saludé y me aparté un poco hasta llegar a la puerta. Me dije: “Hoy seré el portero del Mensajero de Allah”. Abú Bakr llegó y golpeó la puerta. Pregunté: “¿Quién es?” Dijo: “Abú Bakr”. Le respondí: “espera un poco”; fui al Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y le dije: “¡Mensajero de Allah! Es Abú Bakr que pide permiso para entrar”. El Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Déjale entrar y albríciale con el Paraíso”. Fui hasta Abú Bakr y le dije: “entra, y el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) te albricia con el Paraíso”. Abú Bakr entró y se sentó a la derecha del Mensajero de Allah en el borde del pozo, haciendo colgar en el aire sus piernas como lo hacía el Mensajero de Allah (la


7 La numeración mencionada corresponde a la versión resumida.


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paz y las bendiciones de Allah sean con él) y descubriéndolas también. Luego volví (a la puerta) y me senté. Yo había dejado a mi hermano haciéndose la ablución (en mi casa), así que dije: “si Allah quiere el bien para fulano –refiriéndose a su hermano- le hará venir”; de pronto, alguien empezó a mover la puerta. Dije: “¿Quién es?” Me dijo: “Omar bin Al-Jattáb”. Le dije: “espera” y fui ante el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y lo saludé. Le dije: “es Omar bin Al-Jattáb que pide permiso para entrar”. Me dijo: “Permítele entrar y albríciale con el Paraíso”. Volví (a la puerta) y le dije: “entra; y el Profeta te albricia con el Paraíso”. “Omar entró y se sentó al borde del pozo al lado izquierdo del Mensajero de Allah y dejó sus piernas colgando en el aire. Volví y me senté mientras me decía: “si Allah quiere el bien para fulano –su hermano- lo hará venir”. De pronto alguien movió la puerta; pregunté: “¿Quién es?” Me respondió: Uzmán bin Affán”. Le dije: “espera un poco” y fui a informar al Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él). El Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) me dijo: “Permítele entrar y albríciale con el Paraíso, después de una calamidad que le azotará”. Volví y le dije: “entra; el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) te albrició el Paraíso después de que te azote una calamidad”. Uzmán entró y encontró que el borde del pozo ya estaba lleno (ocupado por los que llegaron antes que él) y fue a sentarse en la orilla opuesta frente al Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él)”.


1526. Abú Sa’id Al-Judrí narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “No insultéis a mis compañero (Sahabas). Pues, aunque lleguéis a dar en caridad tanto oro como el tamaño de la montaña de Uhud, nunca llegaréis a igualar un puñado dado por ellos”.”


1527. Anas bin Málik relató que el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) escaló la montaña de Uhud con Abú Bakr, Omar y Uzmán. La montaña tembló bajo sus pies y este dijo: “¡Uhud! Mantente firme, pues sobre ti tienes a un profeta, un creyente de mucha fe (Siddíq) y dos mártires”.


1528. “Abdullah bin ‘Abbás dijo: “estaba rogando a Allah por Omar bin Al-Jattáb, que había sido puesto sobre su cama (ya muerto), cuando de pronto un hombre apoyó sus codos sobre mis hombros y dijo: “¡Que Allah tenga misericordia de ti! Yo siempre desee que Allah te ponga junto con tus dos amigos, pues oí al Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) decir muchas veces: “Estaba yo, Abú Bakr y Omar; hicimos, yo, Abú Bakr y Omar; partimos, yo, Abú Bakr y Omar”; por eso espero que Allah te ponga junto con ellos dos”. Me di vuelta y vi que era ‘Ali bin Abi Tálib”.


1556. Abú Huraira relató que el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Si no fuese por la emigración (Hiyra) sería un hombre de los ansár”.


1557. Al-Bará’ narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “A los ansár no los quiere sino un creyente y no los odia sino un hipócrita. Allah quiere a quien los quiere y odia a quien los odia”.


1558. Anas bin Málik dijo: “El Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) vio a mujeres y niños (de los ansár) viniendo de una fiesta de matrimonio, entonces se puso de pie y dijo tres veces: “¡Por Allah! Sois la gente más querida para mí”.


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1559. Anas bin Málik también relató en otra versión: “una mujer de los ansár llegó ante el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) con uno de sus hijos. El Mensajero de Allah le habló y le dijo: “¡Por Aquél que tiene mi alma en Su mano! ¡Sois la gente más querida para mí!” dos veces”.


1560. Zayd bin Arqam dijo: “los ansár dijeron: “¡Mensajero de Allah! Todo profeta ha tenido seguidores y, ciertamente, nosotros te seguimos. Pide, a Allah que haga a nuestros seguidores ser considerados como de nosotros” y el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) rogó por ello”.


1562. Usayd bin Hudayr relató que un hombre de los ansár dijo: “¡Mensajero de Allah! ¿No puedes nombrarme para un puesto como nombraste a fulano?” El Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le respondió: “después de mi veréis que se prefiere a otros en vez de a vosotros; así que tened paciencia hasta que me encontréis en el estanque”.


1563. En otra versión, Anas cita: “nuestro lugar de encuentro será el estanque”.


1564. Abú Huraira relató que un hombre llegó ante el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y él envió a (preguntar a) sus mujeres (si tenían algo para ofrecerle). Ellas dijeron: “Solo tenemos agua”. Entonces, el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “¿Quién da hospitalidad a este hombre?” un hombre de los ansár dijo: “yo” y se lo llevó hasta que llegaron donde su mujer y le dijo a ésta: “Se hospitalaria con el huésped del Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él). “No tenemos más que la comida de mis hijos” le respondió ella. El Ansár le dijo: “prepara la comida, enciende tu lámpara y manda a dormir a los niños si te piden comida”. Ella preparó la comida, encendió su lámpara y acostó a los niños. Luego hizo como que reparaba la lámpara y la apagó. Entonces, ellos aparentaron estar comiendo, pero se fueron a dormir con hambre (el huésped no notó que no habían comido por la oscuridad). Cuando amaneció, el Ansár fue con el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y éste le dijo: “A Allah le hizo reír –o: le alegró- vuestra acción” y Allah reveló la siguiente Aleya: “...y les prefieren a sí mismos aunque estén en extrema necesidad...” (59:9)”.


1637. Yábir bin ‘Abdullah dijo: “El Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) nos dijo en el día de Al-Hudaibia: “Vosotros sois la mejor gente de la tierra” y éramos mil cuatrocientos. Si pudiese ver ahora os mostraría el lugar del árbol (bajo el que se hizo el juramento)”.


La honestidad y confiabilidad (‘adalah) de los Sahaba


Los Sahaba tuvieron un honor inmenso al compartir sus días con el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él), esforzarse y luchar por la difusión de la religión de Allah.


Ahlu Sunnah, los sunnis, consideran a todos los Sahaba como honestos y confiables en la transmisión de la religión, NO los consideran infalibles, porque los únicos infalibles fueron los profetas por la protección Allah que les brindaba en la transmisión del mensaje. Pero consideran que todos los Sahabas eran honestos y confiables, y que jamás agregaron ni


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quitaron nada del Islam que aprendieron de su maestro el Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Allah sean con él).


Pruebas de la honestidad y confiabilidad de los Sahaba que nos indica el Corán


“Muhammad es el Mensajero de Allah. [Los creyentes] Quienes están con él son severos con los incrédulos, pero misericordiosos entre ellos. Los verás [¡Oh, Muhammad! rezando] inclinados y prosternados, procurando la misericordia de Allah y Su complacencia. En sus rostros están marcadas las huellas de la prosternación; así están descriptos en la Torá. Y en el Evangelio se los compara con una semilla que germina, brota, se fortalece, cobra grosor y se afirma en su tallo, causando alegría a los sembradores. Esto es lo que Allah ha hecho con los creyentes para enfurecer a los incrédulos. Ciertamente Allah ha prometido perdonar y retribuir con una grandiosa recompensa a quienes crean y obren rectamente”. (48:29)


“Allah se complace con los primeros que aceptaron el Islam y emigraron [a Medina], con aquellos que les socorrieron, y con todos los que sigan su ejemplo [en la fe y las buenas obras]. Éstos también se complacen con Allah, y Él les ha reservado jardines por donde corren los ríos donde morarán eternamente. Éste es el triunfo grandioso”. (9:100)


“Los creyentes que emigraron y lucharon por la causa de Allah, y aquellos que les refugiaron y les socorrieron son los verdaderos creyentes; a éstos les serán perdonados sus pecados y recibirán una generosa recompensa”. (8:74)


“También le corresponde una parte de dicho botín a los emigrados necesitados que fueron expulsados de sus hogares y despojados de sus bienes cuando buscaban la gracia de Allah y Su complacencia, y lucharon por la causa de Allah y Su Mensajero. Ellos son los veraces. Quienes estaban establecidos en Medina y aceptaron la fe antes de su llegada, aman a los que emigraron a ellos, no sienten envidia alguna en sus corazones por lo que se les ha dado [del botín] y les prefieren a sí mismos aunque estén en extrema necesidad. Quienes hayan sido preservados de la avaricia serán los triunfadores. Quienes les sucedieron dijeron: ¡Oh Señor nuestro! Perdónanos, a nosotros y a nuestros hermanos que nos han precedido en la fe. No infundas en nuestros corazones rencor hacia los creyentes ¡Señor nuestro!, Tú eres Compasivo, Misericordioso”. (59:8-10)


“Por cierto que Allah se complació con los creyentes cuando te juraron fidelidad bajo el árbol; y sabiendo la fe que había en sus corazones hizo descender el sosiego sobre ellos y los recompensó con una victoria cercana”. (48:18)


Todas estas Aleyas prueban la honestidad y la confiabilidad de los Sahaba desde las primeras horas del Islam hasta el pacto de Hudaibiah. De igual manera existen muchas otras aleyas que mencionan las virtudes de los creyentes que acompañaron al Profeta en su misión, en sus esfuerzos económicos y en ofrecer hasta su vida por la causa del Islam. Siendo que el Corán es


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la fuente compartida por todos los musulmanes, resulta extraño que algunos se animen a desacreditar a algunos Sahabas y acusarlos falsamente.


Pruebas de la honestidad y confiabilidad de los Sahaba que nos indica la Sunnah


Narró Al- Bujari que Abú Sa’id Al-Judrí dijo: “El Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “No insultéis a mis Sahabas. Pues, aunque lleguéis a dar en caridad tanto oro en cantidad igual al tamaño del monte Uhud, nunca llegaréis a igualar un puñado de ellos”.”


Narró Tirmidhi que Abdullah Ibn Mugaffal dijo: Dijo el profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él): “Allah, Allah por mis compañeros (Sahaba). Que nadie los tome como blanco de sus palabras luego de mi muerte. Quien los ame a mi me amará, pero quien los odie, a mi me odiará. Quien los odie será mi enemigo, y quien sea mi enemigo será enemigo de Allah, y quien se atreva a ser enemigo de Allah, pronto le llegará su castigo”.


Alguien podría decir que estas aleyas y hadices sólo mencionan la honestidad y confiabilidad de los Sahabas que aceptaron el Islam antes de la conquista de La Meca, y que no existe ninguna prueba que mencione la confiabilidad de quienes aceptaron el Islam luego de la conquista de La Meca. Para ellos nuestra respuesta sería: No cabe duda de que quienes se islamizaron luego de la conquista de La Meca y los beduinos que visitaban al Profeta para expresar su Islam no tuvieron injerencia alguna en la transmisión del conocimiento y la legislación islámica como la tuvieron los primeros musulmanes que desde un inicio fueron discípulos del Profeta, y que son el blanco de los que intentan criticar a los amados compañeros del Profeta. Pero a pesar de ello, encontramos un Hadiz, donde el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él), evidencia que su generación, y las dos siguientes serían las mejores generaciones del Islam y la nación Islámica en todo aspecto, y por eso dijo: “La mejor de las generaciones (de esta nación) será la mía, luego la que le siga y luego la que le siga, luego se expandirá la mentira”.


Dichos de los sabios sobre quien critica e intenta desacreditar a los Sahaba


Dijo Abu Zur’ah Ar-Razi:


“Si ven que alguien intenta desacreditar a alguno de los Sahaba, sepan que es un hipócrita, porque el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) fue verídico, el Corán es la verdad, y el Mensaje del Islam es verdadero, y quienes nos transmitieron todo este conocimiento son los Sahaba. Por eso los hipócritas intentarán desacreditar a quienes nos transmitieron el Corán y la Sunnah, y por eso, en realidad esos hipócritas son más merecedores del descrédito y la impugnación de sus dichos”.


Dijo el Imam Malik:


“Quien hable mal de cualquiera de los Sahabas, o tenga en su corazón resentimiento hacia alguno de ellos, no tiene derecho a recibir del botín de los musulmanes (es decir, no es musulmán), y luego recitó la Aleya Coránica:


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“Quienes vinieron después de ellos, dicen: ¡Señor! ¡Perdónanos, a nosotros y a nuestros hermanos que nos han precedido en la fe! ¡Haz que no abriguen nuestros corazones rencor a los que creen! ¡Señor! Tú eres manso, misericordioso”. (59:10)


Dijo el Imam Abu Hanifah:


“No acusamos a ninguno de los compañeros del Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) ni le damos la razón a uno sobre otroP7F8P”. AtestiguamosP8F9P que la mejor persona luego del mensajero de Allah es Abu Bakr, luego Omar, luego Uzman, luego Ali, de acuerdo con su orden en el Califato, que Allah se complazca de todos ellos”.


Dijo el Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Allah sean con él): “Aferraos a mi Sunnah y a la sunnah de los califas rectos-bien guiados, porque ciertamente toda cosa nueva en la religión es una innovación, y toda innovación es desvío, y todo desvío lleva al Infierno.”


8 En referencia a las diferencias que existieron entre ellos.


9 Al utilizar esta palabra, evidencia que es un tema sensible en la doctrina (Aqidah).



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