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La verdadera causa del sufrimiento 





Entre las cosas que nos enseña el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, encontramos que nos muestra la causa de todo sufrimiento, esta es la no aceptación o la inconformidad en todo el sentido de la palabra; pues vemos que ni el rico ni el pobre están conformes; ni el saludable está conforme y tampoco el enfermo. Dice el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, que si al hombre se le diera un valle de oro, desearía otro más; y la verdad es que la boca del ser humano no la llenará más que la tierra.





Es por esto que el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, nos dice: “…y sé conforme con lo que Al-lah te ha repartido, así serás el más rico de los hombres…”; el hombre, lastimosamente, no se conforma ni satisface. Reflexionemos sobre las palabras de un hombre piadoso, quien dijo: “He vivido más de cien años, y no he visto nada en esta vida que no disminuya…” Esto es evidente: la vida disminuye, pues cada que crece la persona su tiempo de vida se acorta; si Al-lah destinó que una persona viviera 100 años y ya ha vivido unos 70, quiere decir que su tiempo ha disminuido y le queda muy poco. La salud, la vista, el oído, todo, absolutamente todo se reduce y acorta; excepto la esperanza y el deseo de vivir y tener más cosas, hasta en los últimos instantes de vida, cuando la muerte ya está encima, la persona desea seguir viviendo. Así, la forma en que el ser humano ve esta vida se asemeja a la actitud que tendrá el Infierno cuando, luego de haber entrado en él todo aquel que merecía el castigo, se le pregunte: “¿Ya te llenaste?”; y él responderá: “¿Hay más?”  





El creyente es feliz porque se conforma con lo que Al-lah le da





La visión que tiene el creyente de este mundo es real y clara, podemos ver esto en las enseñanzas que nos dejaron los hombres piadosos. Como ejemplo mencionaremos la historia en la que Omar Ibn al Jatab, que Al-lah esté complacido con él, entró a la habitación del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, y vio que dormía en una estera áspera, la cual le dejaba marcas en su rostro; entonces, con toda sorpresa, le dijo: “Tú eres el Profeta de Al-lah, y mírate; mientras que el rey de Persia y Roma, disfrutando de las miles de bendiciones de Al-lah y le son infieles…” El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, le respondió: “A mí me gusta sufrir hambre un día y alimentarme al otro para agradecerle a Al-lah”. De esta manera, nos da otra gran lección que muchos no tenemos en cuenta: en esta vida nada es seguro, un día somos saludables y al otro enfermos, un día pobres y al otro ricos; puede que uno tenga dinero, pero tenga algún otro problema que no lo deje tranquilo, y así. Es por esto que el único que vive feliz en esta vida es el creyente; no porque tenga propiedades, dinero o medios, sino por que se conforma con lo que Al-lah le da, poco o mucho. Y así es que nos describe Al-lah a la gente del paraíso: {…Al-lah se complacerá con ellos y ellos con Él…} [Corán 5:119] Ellos se complacieron en esta vida, pues cuando Al-lah les dio dinero, agradecieron; y cuando les faltó, tuvieron paciencia. Éste es el verdadero musulmán, quien ve que todo lo que hay en esta vida proviene únicamente de Al-lah. Por eso nos dice el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam: “El creyente es realmente sorprendente, pues todo asunto para él es bueno: si le llegan momentos de bienestar agradece, y si viene la dificultad tiene paciencia”. A nuestro alrededor tenemos personas que tienen mucho dinero, fama y demás; pero no son felices, pues no han agradecido.





Debemos conformarnos con todo lo que venga, menos con nuestra forma de adorar a Al-lah, la cual debemos mejorar constantemente. Existen muchos ejemplos, pero por lo menos mencionaremos el de aquel compañero del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, que tenía gangrena en una de sus piernas y se la cortaron; él tenia dos hijos, y cuando uno de ellos murió, levantó sus manos y dijo: “Todo el agradecimiento es para ti, oh Al-lah. Me probaste con salud, pero curaste el resto de mi cuerpo; murió uno de mis hijos, pero me dejaste el otro”. Así debemos convencernos que Al-lah, así como te da, también te prueba; todo es por Su voluntad y nada escapa de Su control.





El musulmán vive tranquilo confiando en que Al-lah tiene el control de todo 





En este mundo, el ser humano vive con temor principalmente por dos cosas: teme por su vida y por su provisión o dinero y bienes. Es así que, por obtener riqueza o por no perderla, hace lo que sea, mata, engaña, roba, etc.; y por cuidar su vida, se acobarda e incluso traiciona sus principios y honor. Pero el musulmán, por estar convencido que estos dos aspectos dependen única y exclusivamente de Al-lah, no se humilla ni baja la cabeza ante nadie. Así, vemos que el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, nos dice: “Quien al estar en frente de una persona adinerada, se humilla a sí mismo para conseguir algún beneficio de este rico, ha perdido una tercera parte de su religión y su morada será el Infierno”. Y en otro Hadiz nos informa que “quien se humilla a sí mismo, voluntariamente obedeciendo, no es de los nuestros”Por eso es que el musulmán vive con orgullo, no se humilla, pues su corazón está tranquilo y confía en que todo está en manos de Al-lah.





Uno de los grandes personajes de nuestra historia vio a un hombre preocupado y le dijo: “Déjame preguntarte algo, ¿hay algo en este mundo que pase sin la Voluntad de Al-lah? Respondió: “No”. “¿Has visto que algo de la provisión que Al-lah ha dispuesto para ti fue tomada por otro? Dijo: “No”. ¿Hay alguien sobre este mundo que pueda disminuir tu vida? Respondió: “No”. Entonces le dijo: “¿Cuál es entonces tu preocupación?...En pocas palabras: Si reconoces que en las Manos de Al-lah está tu vida y tu provisión, ¿por qué has de preocuparte? Así tenemos que cada vez que la fe del creyente aumenta, su corazón se calma y tranquiliza. Dice Al-lah en el Corán (lo que se interpreta en español):  {Y quien cree en Al-lah, Él calma su corazón…} [Corán 64:11]. En otro verso encontramos: {¿Acaso con la invocación constante de Al-lah no se tranquilizan los corazones?} [Corán 13:28]





Nuestra vida está en manos de Al-lah





Ésta es muestra creencia: por más que todo el mundo se ponga de acuerdo pata acabar con la vida de un ser, aunque sea un insecto, si Al-lah ha decretado que éste vivirá más tiempo, no podrán matarle. Y lo contrario también, si hacen lo que sea para salvar la vida de alguien pero su tiempo ya terminó, no hay nada que puedan hacer. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español):





{…Cuando llega su tiempo no pueden retrasarlo ni adelantarlo ni siquiera  una hora…}[Corán 10:49]





Al-lah ha decretado todo con precisión 





Lo más curioso es que la Grandeza de Al-lah ha decretado que, tanto la vida como la riqueza o provisión, estén unidas intrínsecamente: si la vida se acaba, lo mismo sucede con la provisión; y si la provisión se acaba, igual pasa con la vida. Encontramos un relato en el que el ángel de la muerte viene a recoger el alma de una persona que ya debe morir y le dice unas palabras que, si reflexionáramos sobre ellas y las entendiéramos realmente, nos daría un espasmo; son palabras muy lógicas, que encierran la realidad de lo que estamos diciendo: “Hombre, recorrí todo el Oriente y el Occidente en busca de una pequeña provisión para ti, y no la encontré… anduve todo el Oriente y Occidente por la tierra, buscando aunque sea una jarra de agua para ti, y no encontré… hice lo mismo buscando aunque sea un último respiro para ti, y tampoco hallé nada”… Ya no le quedaba nada, ni una migaja de pan, o una gota de agua tan siquiera… Así es la Grandeza de Al-lah, Quien ha creado todo con precisión. Él, el Altísimo, no nos da nuestra provisión en desorden, cada bocado que llega a nuestro vientre ha sido bien distribuido por Al-lah para todos y cada uno de nosotros. Dice el Corán (lo que se interpreta en español): {Por cierto que los ha enumerado perfectamente.} [Corán 19:94] Al-lah la ha decretado hasta la cantidad de veces que respira cada uno de los seres y sólo Él la conoce… Es así que el musulmán, al portar esta creencia, vivirá de acuerdo a la enseñanza del Profeta Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, quien dijo: “Y sé conforme con lo que Al-lah te ha repartido, así serás el más rico de los hombres…”; porque sabe que todo lo que tiene y todo su ser, ha sido decretado por Al-lah.





Al-lah decreta con sabiduría





Como musulmanes, nos diferenciamos del resto de las personas por nuestra creencia en lo que Al-lah ha designado y su destino…Todo está en manos de Al-lah; por esto sabemos que si da o quita algo, lo hace por alguna razón, como se menciona en el Hadiz: “De mis siervos, hay a quienes les di riqueza para que su fe se estableciera, y si les hubiera hecho pobres se hubiesen perdido… y de mis siervos hay a quienes les di pobreza para que su fe se estableciera, y si les hubiera hecho ricos se hubiesen perdido”.Al final, todo lo que Al-lah nos da, mucho o poco, es una prueba. Nos dice en el anterior hadiz “De Mis siervos…”, pues algunos a los que les ha dado riqueza o salud son desagradecidos y terminan perdiéndose en esta y en la otra vida





 



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