¿Hay un Creador


del universo?


Dr. Ahmad Abdo


¡Escanéeme y


conozca el Islam!


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La pregunta sobre el origen del universo y la existencia de un Creador ha intrigado


a la humanidad desde tiempos inmemoriales. La fe islámica ofrece una respuesta


coherente y lógica a esta interrogante fundamental, basada en la observación del


mundo natural y en la revelación divina contenida en el Corán. El Islam sostiene la


creencia en un Creador Único y Supremo, Allah. Esta creencia no se basa


únicamente en la fe, sino que también se apoya en la observación y el razonamiento


lógico. Consideremos el principio de causalidad: todo efecto tiene una causa. El


universo, con su complejidad y precisión, ¿no sugiere acaso una Causa Primera?


La lógica nos lleva a concluir que toda causa debe tener un efecto, y todo efecto


debe tener una causa. Si el universo tuvo un comienzo, como sugiere la teoría del


Big Bang ampliamente aceptada por la comunidad científica, entonces debe haber


existido una Causa Primera que lo inició todo.


Tomemos el ejemplo de un automóvil; ¿su estructura, neumáticos, ventanas,


puertas, sillas, movilidad, etc. se formaron de la nada? Claramente la respuesta es


no, pues detrás de éste hubo un fabricante, alguien que al diseñarlo lo hizo para que


cumpliera un propósito específico. Asimismo, este universo no vino de la nada, pues


detrás de él hay un Iniciador Perfecto que creó la noche, el día, el cielo, los planetas,


el mar, la tierra y todo cuanto habita sobre ella con un propósito, con una razón de


ser.


La Evidencia de un


Creador


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El Orden y la Complejidad del Universo


Al observar el universo,


encontramos un orden y una


complejidad asombrosos. Desde las


galaxias y las estrellas hasta las


células y los átomos, todo parece


estar interconectado y funcionando


de acuerdo a leyes precisas. Esta


intrincada organización no puede


ser atribuida al azar o a la


casualidad. La probabilidad de que


un universo tan complejo surgiera


por sí solo es prácticamente nula.


El diseño inteligente es evidente en


todas las formas de vida. La


complejidad de un organismo vivo,


desde una simple bacteria hasta un


ser humano, sugiere la existencia de


un diseñador inteligente.


﴾¿Acaso no reparan en cómo fue


creado el camello?, ¿en cómo fue


elevado el cielo?, ¿en cómo


fueron fijadas las montañas?, ¿y


en cómo fue extendida la tierra?﴿


(Traducción del Corán, 88: 17-20).


Considera ahora tu propia


existencia. Cada día tomas


decisiones, experimentas emociones


y tienes la capacidad de razonar.


Estas cualidades, que van más allá de


lo meramente físico, plantean


preguntas sobre el origen de la


conciencia y el propósito de la vida.


Si fuéramos simplemente el


resultado de procesos aleatorios,


¿cómo explicaríamos la búsqueda


universal de significado y


trascendencia que caracteriza a la


humanidad? La existencia de un


Creador ofrece una respuesta


coherente a estas cuestiones


fundamentales, proporcionando un


marco para entender no solo el origen


del universo, sino también nuestro


lugar en él.


La existencia de la conciencia y la moral también plantean preguntas intrigantes.


¿Cómo surge la conciencia de la materia inconsciente? ¿Por qué tenemos un


sentido innato de lo correcto y lo incorrecto? El Islam propone que estos aspectos


de nuestra existencia son regalos del Creador, diseñados para guiarnos hacia un


propósito superior, el adorarle.


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La Unidad y la Unicidad del Creador


El concepto de un Creador único es fundamental en el Islam. Allah es descrito como


el único Dios, el Creador de todo lo que existe. La creencia en múltiples dioses o en


la divinidad de la naturaleza es considerada una desviación de la verdadera fe.


Consideremos lo siguiente; en un mundo donde múltiples dioses gobiernan


diferentes aspectos de la realidad, ¿no esperaríamos ver conflictos y contradicciones


en las leyes naturales? Sin embargo, lo que observamos es todo lo contrario. Las


leyes de la física, desde la gravedad hasta el electromagnetismo, funcionan de


manera consistente y armoniosa en todo el universo conocido. Esta coherencia


universal es como un rompecabezas perfecto donde cada pieza encaja con precisión,


sugiriendo un diseñador único y Omnisciente.


Imaginemos ahora el universo como un libro intrincado y fascinante. Cada galaxia,


cada planeta, cada átomo es un capítulo en esta narrativa cósmica. Si hubiera


múltiples autores, cada uno con su propia visión y estilo, ¿no veríamos discrepancias


en la trama, inconsistencias en los personajes? Sin embargo, lo que descubrimos es


una historia cohesiva y entrelazada, donde cada elemento juega un papel crucial en


el gran esquema de las cosas.


Esta visión unificada no solo ofrece una explicación más coherente de nuestra


realidad, sino que también nos invita a maravillarnos ante la grandeza y la unidad de


la creación. Como un reloj perfecto, cada engranaje del universo funciona en


perfecta sincronía, sugiriendo la mano de un relojero maestro único e incomparable.


Esta analogía, conocida como el argumento del relojero, nos invita a reconocer la


existencia de un Único Creador del universo desde una perspectiva lógica, y al


reconocer Su existencia debemos seguir el cumplimiento de Sus leyes.


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¿Quién es el Creador, el Único Dios verdadero?


De todos es conocido que en cada


lengua existen uno o varios


términos utilizados para referirse a


Dios y, en ciertos casos, a deidades


menores, pero éste no es el caso del


Dios verdadero, pues su unicidad se


hace presente solo en Allah. ¿Y


quién es Allah? Allah es el nombre


propio del Único Dios. Este término


no tiene plural ni género ni número,


y demuestra su singularidad cuando


se le compara con la palabra, la cual


puede expresarse en femenino


(diosa) o en plural (dioses). Creer en


un Único Creador es creer en Allah,


el Señor Absoluto, que no ha


engendrado ni ha sido engendrado,


y no hay nada ni nadie que se Le


asemeje. Él es Quien nos creó y ha


creado cuanto existe (animales,


árboles, el sol, la luna, los planetas,


las estrellas, etc.) y es Quien provee


el sustento a cada una de Sus


criaturas. No existe nada en la


creación que se parezca a Allah, por


lo tanto, no podemos asociarlo con


algo o alguien; no es correcto decir


que Él es nuestro padre, ni que tiene


hijos.


Tomemos el siguiente ejemplo: Un


carpintero que ha fabricado una silla


tiene la capacidad y las cualidades


para armar y construir dicha silla;


puede cortar, lijar, pintar la madera y


unir las piezas con clavos, grapas, etc.


Pero esto no quiere decir que el


carpintero por el hecho de haber


fabricado la silla pueda atribuirse ser


el padre de la misma, pues su


naturaleza es completamente


diferentes a ésta.


Analizando lo mencionado


anteriormente, se puede entender


cómo Allah no es el padre de Su


creación sino que es Su Creador, por


lo tanto, nada en esta (ni siquiera los


seres humanos) puede atribuírsele ser


su hijo, pues Él posee los más


perfectos atributos y no hay nada ni


nadie que se Le parezca.


La existencia de Allah


indica que también existe


una única forma de ganar


Su complacencia a través


del propósito de nuestra


creación, la adoración y


sumisión a la voluntad del


Creador.


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El propósito de la creación desde la perspectiva islámica es un tema profundo y


significativo que se centra en la relación entre Allah y la humanidad. Según las


enseñanzas del Islam, el objetivo principal de la creación es adorar a Allah y


reconocer Su unicidad y grandeza. Este acto de adoración no se limita solo a las


prácticas rituales, sino que abarca todos los aspectos de la vida, incluyendo las


acciones cotidianas realizadas con la intención de complacer a Allah. El Corán, libro


sagrado del Islam, establece claramente este propósito.


El Todopoderoso dijo:


﴾Y no creé a los genios y a los hombres salvo para que Me adoraran.


No quiero de ellos sustento alguno ni que Me alimenten. En verdad,


Allah es el Sustentador (de toda la creación), el Dueño de todo el


poder y el más Fuerte ﴿


(Traducción del Corán, 51:56-58).


Es importante entender que las enseñanzas islámicas sobre el propósito de la


creación son aplicables a todas las personas y en todos los tiempos y lugares. El


Islam considera que este propósito es universal y eterno, trascendiendo las barreras


culturales, geográficas y temporales. La adoración a Allah, en su sentido más amplio,


implica vivir una vida ética, buscar el conocimiento, ser compasivo con los demás y


esforzarse por mejorar el mundo. Esta visión de la adoración permite a los


musulmanes encontrar significado y propósito en cada aspecto de sus vidas, desde


las relaciones personales hasta las responsabilidades profesionales, todo ello como


parte de su deber hacia el Creador.


El Propósito Divino


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La Unidad Divina y el Islam como Guía Universal


El concepto de un Único Creador del universo es fundamental en la comprensión


del Islam como la guía definitiva para la humanidad. Al existir un Único Iniciador y


Creador que ha creado todo lo que conocemos, es lógico pensar que Él también ha


proporcionado un único camino verdadero para que los seres humanos vivan en


armonía con Su voluntad. El Islam se presenta como esta guía universal, diseñada


por el Creador para todas Sus criaturas.


El Islam es la sumisión completa a la voluntad divina y la obediencia al Creador


con plena creencia en el monoteísmo, libre de idolatría. Es creer en la existencia de


Allah, es dar testimonio de que Allah es el Único digno de ser adorado y que


Muhammad صلى الله عليه وسلم 1


es Su mensajero; es rendir culto al Creador a través de nuestras


obras, palabras y acciones.


La existencia de un Único Dios implica una


coherencia y unidad en el propósito de la creación,


lo que se refleja en la naturaleza integral del Islam


como sistema de vida. Esta religión abarca todos


los aspectos de la existencia humana, desde la


espiritualidad y la moral hasta las interacciones


sociales y las prácticas cotidianas. Al considerar el


Islam como la única guía dispuesta por el Creador,


Allah, se sugiere que sus enseñanzas son aplicables


a todas las personas, en todos los tiempos y lugares,


proporcionando un marco ético y espiritual


completo que está en armonía con la naturaleza del


universo y la condición humana.


1


Símbolo de la frase en árabe “Sala Al-lahu aleyhi wa Sal-am” , que significa "La paz y las bendiciones de Allah sean con él.


Los musulmanes dicen esto cada vez que mencionan al profeta Muhammad.


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El Islam es la única religión que Allah ha destinado para guiar a la humanidad desde


sus inicios. El Islam contiene todo cuanto fue revelado por el Creador desde el primer


hombre y profeta (Adán) hasta el último de los profetas (Muhammad), la paz sea con


ellos. Tal vez te preguntes: si los profetas Moisés y Jesús eran profetas del Islam,


¿por qué existen otras religiones provenientes de ellos? La respuesta está en que su


mensaje siempre fue el mismo: “adorar a un Único Dios, Allah, sin asociarlo y sin


poner intermediarios entre Él y Su creación”, pero las generaciones siguientes se


desviaron del mensaje y lo modificaron a conveniencia, dividiendo e innovando


otras religiones que llevan un mensaje distinto al que fue transmitido originalmente.


La religión judía abarca la creencia del mensaje y de algunos de los profetas,


excluyendo de ésta a los profetas Jesús y Muhammad. La creencia en la religión


cristiana, por su parte, abarca los profetas Adán, Noé, Abraham, Moisés y Jesús,


pero le otorga un grado de divinidad a este último (innovando el mensaje original) y


no acepta a otro profeta después de él, por ende, no se cree en el profeta Muhammad.


En cambio, en la creencia islámica se abarca el mensaje “adorar a un Sólo Dios,


Allah”, y se cree en todos y cada uno de los profetas desde Adán, Noé, Abraham,


Moisés, David, Jesús y el último, y sello de todos los profetas, el profeta Muhammad,


la paz sea con todos ellos. Allah Todopoderoso nos dice: ﴾…Hoy les he


perfeccionado su forma de adoración, he completado Mi gracia sobre ustedes y


he dispuesto que el Islam sea su religión…﴿ (Traducción del Sagrado Corán, 5:3).


Toda persona que crea firmemente en Allah y en Su mandato debe seguir el Islam


como religión y modo de vida, pues como hemos explicado, es y siempre ha sido la


religión verdadera. Ya teniendo conocimiento de la verdad, se debe tener cuidado de


caer en la incredulidad, pues el Altísimo nos ha advertido: ﴾Quien siga una religión


diferente al Islam [el sometimiento a Allah] no se le aceptará, y en la otra vida


se contará entre los perdedores ﴿ (Traducción del Sagrado Corán, 3:85).


y no otras religiones?


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Querido lector, recuerda que nuestra vida es limitada y en


cualquier momento la muerte nos alcanzará. Tú tienes la


oportunidad de hacer que tu obrar en este mundo sea aceptada


por el Creador y hacerte merecedor del Paraíso.


Si deseas encontrar paz en tu corazón y la felicidad,


¡Las puertas del Islam están abiertas para ti!


Te invitamos a que abraces el Islam y seas musulmán


pronunciando con fe y convicción:


“Ash jadu an la i-laja i-la Allah wa


ash jadu anna Muhammad


rasu lu Allah”


“Atestiguo que no hay divinidad excepto Allah, el


Único Creador, atestigua que Muhammad es Su


siervo y mensajero, y atestigua que Jesús es un


profeta y mensajero y no es el hijo de Allah”.


Para más información comunícate al:


 +58 424 845 55 63


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