Este es un capítulo mecano con 111 versículos. Se llama así por el milagroso viaje nocturno, de La Meca a Jerusalén, en el que el Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) cubrió esa distancia en solo una noche. Este viaje se menciona en la primera aleya y nuevamente en la aleya 60.  La sura 17 contiene un conjunto articulado y fácil de entender de mandamientos de Dios. La mayor parte del Viaje Nocturno trata de dos cosas: el Corán y el Profeta Muhammad y la naturaleza de su profecía. Los Hijos de Israel también son mencionados.

Aleyas 1 a 8: Un viaje en la noche

Gloria a Dios. Él llevó al Profeta Muhammad en un viaje de una noche, desde la Casa Sagrada en La Meca hasta el área bendita en Jerusalén que rodea la mezquita. Eso tuvo como fin mostrarle algunas señales. Dios también le dio a Moisés, que era un siervo agradecido, un libro como guía para los Hijos de Israel. Ellos son los descendientes de Noé y fueron advertidos de no tomar a ningún protector más que a Dios.

Él advirtió a los Hijos de Israel que dos veces se convertirían en transgresores arrogantes, y que dos veces serían castigados. Después del castigo prometido por la primera transgresión, Dios les permitió prosperar. Cuando llegó la segunda transgresión, Dios les permitió a sus enemigos destruir el templo como castigo. Dios quiere ser misericordioso, pero si el comportamiento se repite, el castigo se repetirá, y el Infierno se convertirá en su prisión en el Más Allá.

Aleyas 9 a 21: Dios lo ve todo

El Corán nos guía por un camino recto. Lleva a quienes hacen el bien a una recompensa magnífica, y advierte a quienes no creen en el Más Allá acerca de un castigo doloroso que los espera. La humanidad suplica con fervor por cosas que la llevarán al mal tan fácilmente como suplica por lo que es bueno. El ser humano es impaciente y actúa sin pensar bien las cosas.

Dios hizo el día y la noche como dos señales. La noche se envuelve en la oscuridad y es seguida por la luz del día a fin de que la humanidad pueda buscar Su generosidad, y para contar los años a fin de calcular el tiempo. Toda persona es responsable por su propio destino, y en el Día del Juicio será confrontada por su registro de acciones. Lee este registro, se le dirá, y sabrás cuál será tu destino.

Aquel que es guiado lo es para su propio beneficio, pero si peca, no daña a nadie más que a sí mismo. Ninguna persona soporta la carga de otra persona y nadie será castigado hasta que un Mensajero llegue a mostrar el camino correcto. Si los corruptos persisten en la desobediencia, serán destruidos por completo. Muchas generaciones pasadas han sido destruidas porque Dios lo ve todo. A aquellos que desean solo para esta vida mundana se les concede su deseo, pero al final serán condenados al Infierno. La persona que se esfuerza por una buena vida en el Más Allá será aceptada. Ambas partes reciben las bondades de su Señor y algunas reciben más que otras, pero la recompensa final es la que cuenta.

Aleyas 22 a 40: Algunos mandamientos

No asocies nada con Dios o serás deshonrado y abandonado. Dios ordena que no adores a nada más que a Él, y que seas amable con tus padres. A medida que ellos envejecen, no seas impaciente ni duro, sino humilde con ellos, y ora para que Dios los trate con misericordia, así como ellos te trataron cuando eras joven. Dios sabe con exactitud lo que hay en tu corazón y Él es el más indulgente con quienes se vuelven hacia Él arrepentidos.

Dales a tus familiares sus derechos, pero gasta también en los necesitados y los viajeros. No desperdicies ni malgastes tu dinero. Si no puedes ayudar a las personas necesitadas, al menos sé cortés con ellas. No seas mezquino ni extravagante, al contrario, toma un camino intermedio. Dios da con abundancia a algunos y con moderación a los demás, Él conoce y observa a todos.

No mates a tus hijos porque crees que no puedes proveer para ellos, ese es un grave pecado. Es Dios Quien provee para ellos, ellos no te pueden causar pobreza, esa es la voluntad de Dios. Ni siquiera te acerques a cometer adulterio. No tomes una vida excepto dentro de las leyes de Dios. Si alguien es muerto de forma injusta, Dios ha otorgado el derecho al castigo, pero no seas vengativo ni lleves las cosas demasiado lejos. No trates la propiedad de los huérfanos excepto con buenas intenciones.

Honra tus compromisos porque rendirás cuentas de ellos. Lleva tus negocios de manera justa, da la medida completa y no alteres tus balanzas incorrectamente. No persigas aquello de lo que no tienes conocimiento, utiliza tu corazón, ojos y oídos para confirmar las cosas que escuchas. No camines con arrogancia por la Tierra; un ser humano es solo una criatura pequeña y débil, no actúes como si fueras algo más que eso.

Las malas acciones antes mencionadas son detestables para Dios y Él conoce la sabiduría en su prohibición. De nuevo, no adores nada distinto a Dios, o serás arrojado al Infierno. No digas que Dios ha tomado a los ángeles como hijas. Esa es una declaración monstruosa con graves consecuencias.

Aleyas 41 a 52: Explicaciones

El Corán explica las cosas de maneras muy distintas, pero eso hace que algunas personas se alejen aún más. Si realmente hubiera otra deidad, ¿por qué no destronó al Señor del Trono? Él está exaltado y muy por encima de lo que ustedes dicen de Él. Todo en los cielos y la Tierra Lo glorifica a Él, pero ustedes no entienden cómo ellos glorifican.

Cuando recitas el Corán hay una barrera entre tú y aquellos que no creen en el Más Allá. No lo entienden, y cuando se menciona la Unicidad y Unidad de Dios se alejan. Dios está al tanto de lo que ellos (los incrédulos de La Meca) quieren escuchar (del Profeta Muhammad), y Él sabe que en privado dicen que el Profeta Muhammad es un hombre embrujado. Ellos dudan que serán resucitados después de que se conviertan en huesos y polvo. Dios dice que, incluso si fueran piedras y hierro, serían traídos de vuelta, y le dice al Profeta Muhammad que les diga eso. Cuando ellos pregunten quién hará eso, diles que Aquel que los creó en primer lugar; y cuando pregunten cuándo tendrá lugar esto, recuérdales que podría ser muy pronto. El Día que sean levantados, imaginarán que han estado muertos por muy poco tiempo.