Jesús es una figura que es amada por miles de millones de personas alrededor del mundo; sin embargo, hay mucha confusión alrededor del estatus de esta personalidad colosal. Ambos, musulmanes y cristianos, tienen una alta estima por Jesús, pero sus puntos de vista difieren.
Las cuestiones planteadas en este artículo tienen por objetivo llegar al centro de las controversias que rodean a Jesús: ¿Jesús es Dios? ¿Jesús fue enviado por Dios? ¿Quién fue el Jesús histórico real?
Algunos versículos ambiguos de la biblia pueden ser erróneamente aplicados para mostrar que Jesús es divino en alguna forma. Pero si miramos los versículos claros y directos de la Biblia, vemos una y otra vez que se refieren a Jesús como un ser humano extraordinario y nada más. Lo que surge cuando consideramos los hechos históricos y lógicos sobre la vida de Jesús es la prueba concluyente no solo de que Jesús no puede ser Dios, sino que él jamás proclamó serlo.
A continuación, exponemos cinco líneas de razonamiento que clarifican este tema a través de la propia Biblia y, por lo tanto, nos permiten descubrir al Jesús real.
1. Jesús nunca se llamó a sí mismo "Dios"
La Biblia (a pesar de haber sido cambiada y adulterada con el tiempo) contiene muchos versículos en los que Jesús habla de Dios como una persona separada de sí mismo. Estos son solo algunos de ellos.
Cuando un hombre se expresó de Jesús como "buen maestro" él le contesto: "¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino solo uno, Dios’’ [Marcos 10:18].
En otra instancia, Jesús dice: "No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad sino la voluntad del que me envió" [Juan 5:30].
Jesús habla de Dios como un ser separado de sí mismo: "No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos y diles: subo a mi Padre y a vuestro padre, a mi Dios y a vuestro Dios" [Juan 20:17].
En este versículo él afirma que fue enviado por Dios: "Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo a quien has enviado" [Juan 17:3].
Si Jesús fuera Dios, le habría dicho a la gente que lo adorara a él, pero hizo lo contrario y desaprobó a cualquiera que lo adorara: "Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas mandamientos de hombre" [Mateo 15:9].
Si Jesús hubiera afirmado que era Dios, entonces habría cientos de versículos en la Biblia que lo mencionaran, pero no existe ni un solo versículo en toda la Biblia en el que Jesús diga: "Yo soy Dios, adórenme".
2. ¿Jesús como Hijo y Señor?
En ocasiones, Jesús es mencionado como "Señor" en la Biblia, y en otras ocasiones como "hijo de Dios". Dios es llamado "el Padre"; así que, al poner estos nombres juntos, se podría afirmar que Jesús es el hijo de Dios. Pero, si miramos cada uno de estos títulos en contexto, encontraremos que son simbólicos y no deben ser tomados literalmente.
"Hijo de Dios" es utilizado en el hebreo antiguo para una persona recta. Dios llama a Israel su "hijo": "Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito" [Éxodo 4:22]. David también es llamado "hijo de Dios": "Jehová me ha dicho: mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy" [Salmos 2:7]. De hecho, cualquiera que es recto es mencionado como "hijo de Dios: "Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios" [Romanos 8:14].
Del mismo modo, cuando la palabra "padre" es utilizada para referirse a Dios, no debe ser tomada de manera literal, sino como una forma de decir que Dios es el Creador, Proveedor, Sustentador, etc. Hay muchos versículos para que entendamos este significado simbólico de la palabra "Padre", por ejemplo: "Un Dios y padre de todos, el cual es sobre todos" [Efesios 4:6].
Jesús a veces es llamado "Señor" por sus discípulos. "Señor" es un término utilizado para Dios y también para la gente que ellos tenían en alta estima. Hay muchos ejemplos de la palabra "Señor" utilizada por la gente en la Biblia: "Y se acercaron al mayordomo de la casa de José y le hablaron a la entrada de la casa. Y dijeron: ‘¡Ay! Señor nuestro, nosotros en realidad descendimos al principio a comprar alimentos’" [Génesis 43:19-20]. También, en otras partes de la Biblia, Jesús es incluso llamado "siervo" de Dios por los discípulos: "El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres ha glorificado a Su siervo Jesús" [Hechos 3:13]. Esto muestra claramente que cuando "Señor" se utiliza para referirse a Jesús es un título de respecto y no de divinidad.
3. La naturaleza de Jesús
La naturaleza de Jesús fue totalmente diferente a la de Dios, hay muchas partes de la Biblia que subrayan esta diferencia: Dios es Omnisciente, y Jesús mismo admitió que no lo era. Esto puede verse en el siguiente pasaje donde Jesús dice: "Pero del día de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos sino solo el Padre" [Mateo 24:36].
Dios es independiente y no necesita sueño, comida ni agua. Jesús, sin embargo, comió, bebió, durmió y dependió de Dios: "Como me envió el padre viviente y yo vivo por el Padre" [Juan 6:57]. Otra señal de la dependencia de Jesús a Dios, es que él Le rezó a Dios: "Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando" [Mateo 26:39]. Esto muestra que el mismo Jesús buscó ayuda de Dios, siendo Dios aquel que responde las plegarias y, por lo tanto, no necesita rezarle a nadie. También Jesús dijo: "He dicho que voy al Padre, porque el Padre es mayor que yo" [Juan 14:28].
La Biblia aclara que Dios es invisible y no es un ser humano: "No podrás ver Mi rostro porque no me verá hombre y vivirá" [Éxodo 33:20]. "Dios no es un ser humano" [Números 23:19]. Jesús, por otro lado, fue un hombre que fue visto por miles de personas; por lo tanto, no pudo ser Dios. Además, la Biblia deja claro que Dios es demasiado grande para estar dentro de Su creación: "Mas ¿es verdad que Dios habitará con el hombre en la Tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no Te pueden contener: ¿Cuánto menos esta casa que he edificado? [2 Crónicas 6:18]. De acuerdo a este versículo, Jesús no puede ser Dios viviendo en la Tierra.
También, la Biblia llama a Jesús un Profeta [Mateo 21:10-11]; así que, ¿cómo pudo ser Jesús ser Dios y ser el Profeta de Dios al mismo tiempo? Eso no tendría sentido.
Adicionalmente la Biblia nos informa que Dios no cambia: "Porque yo Jehová no cambio" [Malaquías 3:6:]. Jesús, sin embargo, pasó por muchos cambios en su vida, como edad, peso, estatura, etc.
Estas son solo algunas de las pruebas dentro de la Biblia que aclaran que la naturaleza de Jesús y de Dios son completamente diferentes. Algunas personas pueden afirmar que Jesús tuvo tanto una naturaleza humana como una divina, esta es una afirmación que Jesús nunca hizo y que contradice claramente la Biblia, la que sostiene que Dios tiene una sola naturaleza.
El mensaje de Jesús
Los profetas del Antiguo Testamento, como Abraham, Noé y Jonás, nunca predicaron que Dios sea parte de una trinidad, y o creyeron en Jesús como su salvador. Su mensaje era simple: Dios es uno y solo Él merece tu adoración. No tiene sentido que Dios enviara profetas durante miles de años con el mismo mensaje esencial y luego, de manera repentina, dijera que Él está en una trinidad y que debes creer en Jesús para ser salvo.
La verdad es que Jesús predicó el mismo mensaje que los profetas del Antiguo Testamento. Hay un pasaje en la biblia que realmente subraya su mensaje central. Un hombre se le acerco a Jesús y le preguntó: "¿Cuál es el primer mandamiento de todos?"; Jesús le respondió: "El primer mandamiento de todos es: oye, Israel; el Señor, nuestro Dios, el Señor uno es" [Marcos 12:28-29]. Así que el más grande mandamiento, la creencia más importante según Jesús, es que Dios es uno. Si Jesús fuera Dios hubiera dicho: "Yo soy Dios, adórenme", pero no lo hizo. Él solo repitió un versículo del Antiguo Testamento confirmando que Dios es uno.
Algunas personas afirman que Jesús vino para morir por los pecados del mundo, pero consideren la siguiente declaración de Jesús: "Y esta es la vida eterna: que te conozca a Ti, el Único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. Yo te he glorificado en la Tierra, he acabado la obra que me diste que hiciese" [Juan 17:3-4]. Jesús dijo esto antes de ser arrestado y posteriormente llevado para ser "crucificado". De este versículo queda claro que Jesús no vino a morir por los pecados del mundo, ya que terminó el trabajo que Dios le había encomendado antes de que lo arrestaran para su "crucifixión".
Jesús también dijo: "La salvación viene de los judíos" [Juan 4:22]. De acuerdo a esto, no tenemos que creer en la Trinidad o que Jesús murió por nuestros pecados para obtener la salvación, ya que los judíos no tienen dichas creencias.
5. Los primeros cristianos
Históricamente, hubo muchas sectas en el cristianismo primitivo que tuvieron diferentes creencias con respecto a Jesús[1]. Algunas creyeron que Jesús era Dios, otras creyeron que Jesús no era Dios pero era en parte divino, y otras creyeron que era un ser humano, nada más. El cristianismo trinitario, el cual cree que Dios, Jesús y el Espíritu Santo son uno en tres personas, se convirtió en la secta dominante del cristianismo, una vez que fue formalizada como la religión estatal del Imperio Romana en el siglo IV. Los cristianos que negaron que Jesús era Dios fueron perseguidos por las autoridades romanas[2]. Desde este punto en adelante la creencia trinitaria se generalizó entre los cristianos, hubo varios movimientos en el cristianismo primitivo que negaron la trinidad, entre los más conocidos están el adopcionismo y el arrianismo.
El Dr. Jerald Dirks quien es un experto en cristianismo primitivo, dijo al respecto: "El cristianismo primitivo se vio envuelto en muchos conflictos acerca del tema de la naturaleza de Jesús. Las diversas posiciones adopcionistas dentro del cristianismo primitivo fueron numerosas y, por momentos, dominantes. Se puede especular que el cristianismo arriano y nestoriano bien podría ser una fuente muy importante dentro del cristianismo actual, si no fuera por el hecho de que esas dos ramas del cristianismo, que originalmente se ubicaban en el Oriente Medio y el norte de África, fueron muy similares a las enseñanzas islámicas con respecto a la naturaleza de Jesús, que con toda naturalidad fueron absorbidas por el Islam a comienzos del siglo VII[3].
Ya que hubo tantas sectas en el cristianismo primitivo, cada una con diferentes creencias acerca de Jesús y con sus propias versiones de la Biblia, ¿cuáles de ellas podemos decir que seguían las verdaderas enseñanzas de Jesús?
No tiene sentido que Dios enviara innumerables profetas, como Noé, Abraham y Moisés para decirle a la gente que crea en un solo Dios y, de repente, enviara el mensaje radicalmente diferente de la trinidad que contradice las enseñanzas de Sus anteriores profetas. Es claro que la secta del cristianismo que creyó que Jesús era un Profeta humano y nada más, estaba siguiendo las verdaderas enseñanzas de Jesús. Esto es porque su concepto de Dios es el mismo que fue enseñado por los profetas en el Antiguo Testamento.
Jesús en el Islam
La creencia islámica acerca de Jesús nos desmitifica quién fue el Jesús real. Jesús en el Islam fue un individuo extraordinario, escogido por Dios como un Profeta y enviado al pueblo judío. Él nunca predicó que él mismo fuera Dios o el hijo verdadero de Dios. Él nació milagrosamente sin padre, y realizó muchos milagros sorprendentes, como curar al ciego y al leproso, y levantar al muerto, todo con el permiso de Dios. Los musulmanes creemos que Jesús retornará antes del Día del Juicio para traer justicia y paz al mundo. Esta creencia islámica acerca de Jesús es similar a la creencia de algunos cristianos antiguos. En el Corán, Dios se dirige a los cristianos sobre Jesús de la siguiente forma:
"¡Oh, Gente del Libro! No se extralimiten en las creencias de su religión. No digan acerca de Dios sino la verdad: Porque el Mesías, Jesús hijo de María, es un Mensajero de Dios y Su palabra [¡Sé!] que depositó en María; un espíritu creado por Él. Crean en [la unicidad de] Dios y en Sus Mensajeros. No digan que [Dios] es una parte de la trinidad, abandonen esa idea, es lo mejor para ustedes. Dios es una única divinidad. Lejos está, Glorificado sea, de tener un hijo. A Él pertenece cuanto hay en los cielos y en la Tierra. Dios es suficiente como protector". (4:171)
El Islam no es solo otra religión, es el mismo mensaje predicado por Moisés, Jesús y Abraham. Islam literalmente significa "sumisión a Dios" y nos enseña a tener una relación directa con Dios. Nos recuerda que, ya que Dios nos creó, nadie debe ser adorado excepto Dios, también nos enseña que Dios no es como un ser humano o como nada que podamos imaginar. El concepto de Dios está resumido en el Corán como: "Di: ‘Él es Al-lah, Uno. Al-lah es el Absoluto. No engendró ni fue engendrado. Y no hay nada ni nadie que sea semejante a Él’". (112:1-4)[4]
Convertirse en musulmán no es darle la espalda a Jesús. Por el contrario, es regresar a las enseñanzas originales de Jesús y obedecerlo.