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DIRIGIÉNDOSE A LA CAABA


Cuando el Mensajero (Salallahu alehi wa salam) se paró para la oración, el se ponía de cara hacia la Caaba, tanto en las oraciones obligatorias como las voluntarias, y él (Salallahu alehi wa salam) lo ordenó, diciéndolo a “alguien que rezaba mal”: Cuando te pares a la oración, realiza la ablución perfectamente, después ponte de cara a la quibla y di el takbír.


“Durante un viaje, él (Salallahu alehi wa salam) rezaba las oraciones voluntarias y las de uiter sobre su montura, como fuera que lo dirigía (ya hubiera sido al este u oeste)”


El dicho de Alá el Exaltado:


“Adondequiera que os volváis, allí está la faz de Alá.” (Corán 2:115)


Para dicho caso, el verso se ajusta a la situación.


“(A veces) cuando intentaba rezar las oraciones no obligatorias sobre su camella, él las hacia de cara a la quibla, diciendo takbír y rezando hacia donde sea que su montura giraba su cara”


“Él hacía rukú y sachda sobre su montura con (solo) estar agachado y haciendo la sachda más abajo que lo que es el rukú”


“Cuando él tenía intención de rezar las oraciones obligatorias, él desmontaba y se dirigía a la quibla.”


En una oración con momentos de gran temor, él (Salallahu alehi wa salam) ponía el ejemplo a su umma para rezar “de pie, firmes sobre sus pies, o montados; de cara a la quibla o no estando (de cara a la quibla)” y también él dijo: “Cuando ellos (los ejércitos) se enfrenten, entonces es el takbír (o sea, la oración) e indicado con la cabeza”.


Él (Salallahu alehi wa salam) también solía decir: Lo que hay entre el oriente y el occidente es la quibla.


Yabir dijo:


“Una vez, cuando estábamos con el Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) en una expedición, el cielo estaba nublado, tratamos de encontrar la quibla pero errábamos, así que cada uno de nosotros rezaba en una dirección diferente, y cada uno de nosotros colocó marcas enfrente de sí para poder así marcar nuestras posiciones. En la mañana, las miramos y encontramos que no habíamos rezado hacia la quibla. De modo que se lo informamos al Profeta (Salalalhu alehi wa salam) (pero él no nos ordenó repetir la oración) y dijo: Vuestra oración fue suficiente.”


“Él (Salalalhu alehi wa salam) solía rezar hacia Baitul Mucaddas38 (estando él frente a la Caaba) antes de que los versos siguientes fueran revelados:


“Vemos como vuelves tu rostro al cielo. Haremos, pues, que te vuelvas hacia una dirección que te satisfaga. Vuelve tu rostro hacia la Mezquita Sagrada” (Corán 2:144)


Cuando fue revelado él (inmediatamente) se dirigió a la Caaba. Hubo gente en Qubaa rezando el Fayer cuando alguien llegó a decirles: ‘En verdad que el Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) le ha sido revelado del Corán anoche la orden de dirigirse a la Caaba, así que (en verdad) dirigios (a ella)’ Sus rostros que estaban dirigidos al Shám39, entonces ellos se voltearon (y su imám dio vuelta hacia la quibla junto con todos ellos).”


PARADOS EN ORACIÓN


Él (Salallahu alehi wa salam) solía estar parado en la oración tanto para las oraciones obligatorias como voluntarias, ejecutando la orden de el Exaltado:


“Y estad firmes ante Alá devotamente” (Corán 2:238)


En cuanto a la duración de un viaje, él rezaba voluntariamente oraciones sobre sus animales de monta.


Él puso el ejemplo a su umma para rezar durante un momento de temor a pie o montado, como se ha mencionado anteriormente, y ese es el propósito del Todopoderoso:


38 La mezquita de Jerusalén


39 Una franja que comprende Siria, Líbano, Palestina y Jordania.


“¡Observad las azalás –sobre todo, la azalá intermedia- y estad con devoción ante Alá! Si teméis algún peligro, de pie o montados. Y, cuando estéis en seguridad, ¡Recordad a Alá... como os enseñó lo que no sabíais!” (Corán 2:238-9)


Él (Salallahu alehi wa salam) rezó sentado durante la enfermedad de la cual murió.” Él también rezó sentado en otra ocasión anterior cuando fue herido, mientras la gente rezó parada; así que les indicó a ellos sentarse, de modo que se sentaron (y rezaron). Cuando él terminó, él dijo: “Ibais a cometer lo mismo que los persas y los romanos: quedan parados cuando sus reyes se sientan. Así que no lo hagáis así, porque el imám está ahí para ser seguido: cuando el hace rukú, haced rukú, cuando el se incorpora, incorporaos; y cuando el reza sentado, rezad sentados (todos vosotros).”


LA ORACIÓN DE UNA PERSONA ENFERMA EN POSICIÓN SENTADA


‘Imran Ibn Hussein dijo: “Yo estaba sufriendo de hemorroides, así que le pregunté al Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) y me contestó: Reza parado; si no te es posible, entonces sentado; si no te es posible, entonces reza acostado.”


También dijo ‘Imran Ibn Hussein: “Yo le pregunté (al Profeta) sobre la oración de un hombre sentado, y me contestó: Aquél que reza parado, es lo mejor; aquél que reza sentado, su recompensa es la mitad del anterior. Aquel que reza acostado (en otra narración: reclinado), tiene la mitad de recompensa del que se sienta.


Esto se aplica a una persona enferma, porque Anas dijo: “El Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) salió a la gente mientras ellos rezaban sentados debido a la enfermedad, así que dijo: En verdad, la oración de alguien sentado (vale) la mitad de la oración de uno que lo hace parado”


Una vez: “Él (Salallahu alehi wa salam) visitó a una persona enferma y la vio rezar (apoyado) sobre una almohada, de modo que la tomó y la hizo a un lado. Así que el hombre tomó una vara para rezar (apoyado) en ella, pero él la tomó y la arrojó diciendo: Reza sobre el suelo si puedes, si no, haz movimientos con tu cabeza haciendo tu suyúd más abajo que tu rukú”.


LA ORACIÓN EN UNA EMBARCACIÓN


Él (Salallahu alehi wa salam) fue cuestionado sobre la oración en una embarcación, así que dijo: Rezad parados, excepto que temáis ahogaros.


Cuando él se hizo anciano, él tomaba un apoyo en el lugar de oración para ayudarse a sostener.


SENTARSE Y PARARSE EN EL TAJÁYUD


Él (Salallahu alehi wa salam) solía rezar a lo largo de la noche de pie, y a lo largo de la noche sentado, y si él recitaba parado, él se inclinaba parado; y si él recitaba sentado, él se inclinaba sentado.


Algunas veces: “Él rezaba sentado, así que recitaba sentado, así que recitaba sentado hasta casi 30 o 40 versos en su recitación, donde se quedaba; entonces él se paraba para recitar éstos parado y después inclinarse y postrarse, y hacía del mismo modo en la segunda raká.”


De hecho, “él rezaba subja 40sentado al final de sus días cuando se hizo viejo, y eso fue un año antes de su muerte”


También “él se sentaba con piernas cruzadas.”


REZAR CON CALZADO Y LA ORDEN DE HACERLO


“Él solía pararse (en oración) con los pies descalzos y algunas veces utilizando zapatos41.”


Él permitió esto a su umma, diciendo: Cuando uno de vosotros reza, él debe usar sus zapatos o sacárselos y colocarlos entre sus pies y no dañar (incomodar) a otros con ellos.42


Él motivaba a que se usaran de vez en cuando, diciendo: Sed diferentes de los judíos, porque ellos no rezan con sus zapatos ni con sus Juffs (calcetas de cuero).43


En ocasiones él se los quitaba de los pies mientras rezaba y continuaba su oración, como Abu Saíd al-Judri ha dicho:


“El Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) un día estaba rezando con nosotros. Mientras estaba absorto en la oración se quitó sus zapatos y los colocó a su izquierda. Cuando la gente vio esto, todos se quitaron sus zapatos.


40 O sea, la oración voluntaria (en la noche o la mañana), nombrada así debido a su contenido de tasbij (glorificación)


41 Hemos utilizado el término para referirnos a cualquier tipo de calzado, o sea, pueden ser unas chinelas, unos mocasines, unas sandalias, babuchas, botas, etc. puesto que el término como se concibe actualmente indica solamente un calzado que no pasa del tobillo, con suela y cubierta de cuero u otro material (como usa el occidental).- N. T.


42 Abu Daud y Bazzár (53, a-Zaua-id); Hakim lo declaró auténtico y Dájabi estuvo de acuerdo.


43 Ibíd.


Cuando él terminó su oración dijo: ¿Por qué se sacaron los zapatos? Ellos contestaron: ‘Te vimos quitarte los tuyos, así que nos sacamos los nuestros’. Y dijo: Gabriel ha venido y me ha informado que tenía suciedad –o dijo: algo pernicioso (en otra narración: porquería)- en mis zapatos, así que me los saqué .Por lo tanto, cuando alguno de vosotros vaya a la mezquita, debe mirar sus zapatos: Si halla alguna suciedad en ellos –o también dijo: algo pernicioso (en otra narración: porquería) - él debe retirarla y entonces rezar con ellos.”44


“Cuando él se los quitó, él los colocaba a su izquierda” y decía: Cuando alguno de vosotros reza, no debe colocar sus zapatos a su derecha ni a su izquierda, ya que pueden estar a la derecha de alguien, excepto si no hay alguien a su izquierda, pero debe colocarlos entre sus pies.


LA ORACIÓN EN EL MIMBAR45


“Una vez él (Salallahu alehi wa salam) rezó sobre el mimbar (en otra narración: ‘... que tenía tres escalones’). De aquí (él estuvo sobre él y dijo takbír y la gente atrás de él dijo takbír mientras estaba sobre el mimbar)(después él hizo rukú sobre el mimbar), después se incorporó y descendió hacia atrás para hacer prosternación al pie del mimbar. Después regresó, (y continúo haciéndolo como lo había hecho en el primer raká), hasta que completó su oración. Él después se volvió hacia la gente y dijo: ¡Oh pueblo! He hecho esto así para que vosotros podáis seguirme y aprendáis de mi oración.


LA SUTRA46 Y LA OBLIGACIÓN DE TENER UNA


“Él (Salallahu alehi wa salam) solía estar cerca de la sutra de modo que hubiera tres codos entre él y la pared” y “entre el lugar de su postración y de la pared, con suficiente espacio para que una oveja pudiera pasar.”


Él solía decir: “No recéis sino hacia una sutra y no dejéis que nadie pase enfrente de vosotros, porque si alguien continúa (tratando de pasar) entonces reñidlo, porque tiene un compañero con él (el diablo).”


Él también decía: “Cuando alguno de vosotros reza hacia una sutra, debe acercarse a ella porque el diablo no puede romper la oración.”


44 Abu Daud, Ibn Juzaima y Hakim, quienes lo declararon auténtico, y Dájabi y Nauauí estuvieron de acuerdo. El primero lo constata en su Irwá (284)


45 Mimbar (del ár. Minbar) m. Púlpito de una mezquita.- Academia


46 En árabe significa literalmente “pantalla, cubierta”; en el contexto de la oración, se refiere a cualquier objeto justo más allá del sitio de prosternación, área dentro de la cual nada debe pasar, como se detalla en ésta sección.


En otras (narraciones) se dice: “él buscaba rezar en el pilar que estuviera en la mezquita”


“Cuando él rezó (en un espacio abierto donde no había nada que usar como sutra) él plantaba una lanza en el suelo enfrente de él y rezó hacia ella con la gente detrás de él”. En otras se narra: “él colocaba su montura atravesada y rezaba hacia ella” que no se aplica rezar en el lugar donde los camellos se postran, y algunas veces “él tomaba su silla de montar; la colocaba longitudinalmente y rezaba hacia su extremo.”


Él decía: Cuando uno de vosotros coloca enfrente de él algo tal como un palo al extremo de una montura, debe rezar sin importar que alguien pase más allá de ella.


Una vez “el rezó hacia un árbol” y algunas “él rezaba hacia la cama en la cual Aixa dormía (bajo sus sábanas).”


Él [Salallahu alehi wa salam) no dejaba pasar a nadie entre él y la sutra, puesto que una vez “estaba rezando cuando una oveja llegó corriendo frente a él, así que se recorrió hasta que su vientre se presionó contra la pared (y así pasó la oveja tras de él)”.


También una vez “mientras rezaba una oración obligatoria, él cerró su puño, de modo que cuando hubo terminado, la gente dijo: ‘¡Oh Mensajero de Alá!¿Sucedió algo durante la oración?’ A lo que contestó: Nada, excepto que el diablo quería pasar enfrente de mí, de modo que lo sujeté del cuello, con lo que pude sentir la frialdad de su lengua en mi mano. ¡Por Alá! Que de no haber sido por mi hermano Salomón que lo golpeó, lo hubiera atado (al diablo) a uno de los pilares de la mezquita de modo tal que los niños de Medina lo hubieran observado. (Así que cualquiera que pueda impedir que algo interfiera entre él y la quibla, que lo haga)”


Él también solía decir:


Cuando uno de vosotros reza hacia algo que es la sutra entre él y la gente y alguien intenta cruzar frente a él, entonces debe empujarlo por la garganta [repelerlo tanto como él pueda]. (En otra narración se dice: debe detenerlo dos veces). Pero si él rehúsa (continúa insistiendo en pasar) entonces debe reñirle, porque en verdad es un demonio.


Él también solía decir: Si la persona que pasó enfrente de alguien rezando a sabiendas (del pecado), hubiera sido mejor para él esperar a cuarenta que pasar enfrente.[Abu a-Nader dijo: “No recuerdo exactamente si dijo a cuarenta días, meses o años”)


LO QUE ROMPE LA ORACIÓN


Él (Salallahu alehi wa salam) solía decir: La oración de un hombre es interrumpida, cuando no hay nada tal como el extremo de una silla de montar enfrente de él, por: una mujer (que menstrua), un burro o un perro negro. Abu Darr dijo: “Yo dije: ‘¡Oh Mensajero de Alá! ¿Por qué el perro negro en vez del rojo?’ y él me contestó: El perro negro es un diablo.


PROHIBICIÓN DE REZAR FRENTE A LAS TUMBAS


Él (Salallahu alehi wa salam) solía prohibir rezar frente a la tumba diciendo: No recéis ante las tumbas y no os sentéis en ellas.


LA INTENCIÓN


Él (Salllahu alehi wa salam) solía decir: Todas las acciones son por la intención y cada hombre tendrá lo que su intención es.


TAKBÍR


Entonces él (Salallahu alehi wa salam) comenzaba la oración diciendo:


اللهُ أَآْبَر


Alá juákbar (Dios es el más grande)


Ordenando al hombre “que rezaba deplorablemente” hacer del modo mencionado, diciéndole a su vez: En verdad, la oración de una persona no está completa hasta que ha hecho una ablución que ha incluido las partes necesarias del cuerpo y ha entonces dicho: ‘Alá juákbar’


También solía decir: La clave para la oración es la purificación, que se inicia con takbír y se termina con taslím.


También “él solía alzar su voz en el takbír de modo que los de atrás pudieran oír.” Pero “cuando cayó enfermo Abu Baker, solía alzar su voz para llevar el takbír del Mensajero (Salallahu alehi wa salam) a la gente.”


Él (Salallahu alehi wa salam) decía: Cuando el imám dice: Alá juákbar, entonces dice: Alá juákbar.


ALZANDO LAS MANOS


Él alzaba sus manos algunas veces con el takbír, algunas veces después del takbír, y algunas otras antes de él.


“Él las alzaba con los dedos separados [ni muy abiertos, ni muy juntos]” y él las colocaba a la altura de sus hombros”, aunque ocasionalmente, “él las alzaba hasta que estuvieran al nivel (del límite] de sus orejas.”


COLOCACIÓN DEL BRAZO DERECHO SOBRE LA IZQUIERDA Y LA ORDEN DE HACERLO


“Él (Salallahu alehi wa salam) solía colocar su brazo derecho sobre su brazo izquierdo” y decía: Nosotros, el grupo de profetas, se nos ha ordenado apresurar el rompimiento del ayuno, demorar la comida antes del ayuno y colocar nuestros brazos derechos sobre nuestros brazos izquierdos durante la oración.


También “él pasó cerca de un hombre que estaba rezando y había colocado su brazo izquierdo sobre el derecho, así que él los jaló para colocar el derecho sobre el izquierdo.”


COLOCAR LAS MANOS SOBRE EL PECHO


“Él solía colocar el brazo derecho sobre el dorso de su palma izquierda, muñeca y antebrazos”, “y él ordenó a sus compañeros hacer lo mismo” y a veces “él sujetaba su brazo izquierdo con el derecho.”


“Él solía colocarlas sobre su pecho.”


También “solía prohibir colocar la mano de uno sobre la cintura durante la oración [y él puso su mano sobre la cintura para demostrarlo]. Y éste es el “silb” que él solía prohibir.


MIRAR AL LUGAR DE PROSTERNACIÓN CON HUMILDAD


“Él (Salallahu alehi wa salam) solía inclinar su cabeza durante la oración y fijar su vista hacia el suelo”; “mientras estuvo en la Caaba, su mirada no dejaba (de observar) el lugar de prosternación hasta que salía de él” y él dijo: No es apropiado que deba haber algo en la Casa (la Caaba) que moleste al orante.


“Él solía prohibir mirar al cielo” y él enfatizó su prohibición tanto que dijo: La gente debe reprimirse de mirar al cielo en la oración, o su vista no regresará a ellos (en otra narración: ...o su vista será arrancada).


En otro hadiz se narra: Así que cuando recéis, no miréis aquí o allá, porque Alá está de cara a Su siervo en la oración en tanto que no se aleje (su mirada). Y dijo sobre mirar aquí o allá “que es un despojo que el diablo comete con el siervo durante la oración.


Él (Salallahu alehi wa salam) también dijo: Alá no cesa de volcarse a su esclavo en oración en tanto que no mire a su rededor; cuando él aleja su rostro, Alá se aleja de éste. Él “prohibió tres cosas: cabecear como una gallina (al picotear), agazaparse como un perro y mirar de rededor como un zorro.” Él también solía decir: Rezad la Oración de Despedida como si lo vierais, pero si no le veis (a Alá), seguro Él los ve. Y: Cualquier persona que, cuando hay oración obligatoria, sobresale en su ablución, humildad y reverencias, tendrá ésta (la oración) como una remisión de sus pecados menores anteriores en tanto que no cometa un pecado mayor, y susodicha (oportunidad) es para siempre”


Una vez él (Salallahu alehi wa salam) rezó en una jamísa47 y (durante la oración) él observaba sus estampados. Así que cuando terminó dijo: Llevad mi Jamísa a Abu Yahem y traedme su Anbichániyya48, porque ha retirado mi atención de la oración (en otra narración: ...porque he visto su estampado durante la oración y casi me pone a prueba).


También: “Aixa tenía una tela con pinturas extendidas en todo el sahwa49, a lo que el Profeta (Salallahu alehi wa salam) dijo: Aléjala de mi (porque sus pinturas no cesaban de perturbar mi oración)50


Él solía decir también: La oración no es válida cuando la comida ha sido servida, ni cuando es tiempo de evacuar las dos porquerías (el orinar y el defecar)51


SÚPLICAS DE APERTURA (DUA’AS)


47 Prenda de lana con estampado.


48 Una prenda ordinaria sin ornamento ni estampado.


49 Espacio de una tienda fijada ligeramente en el suelo, a modo de pequeña alcoba o camerino. (Nijaya)


50 Bujari , Muslim y Abu ‘Auána. El Mensajero (Salallahu alehi wa salam) no mandó suprimir o arrancar las pinturas, sino solamente cambiarlas de lugar porque –y Alá sabe mejor- que no eran pinturas con seres de alma. La evidencia de esto es que él (Salallahu alehi wa salam) arrancó otras pinturas como lo prueban muchas narraciones de Bujari y Muslim y quien quiera ahondar en el asunto, puede consultar Fath al-Bari (10/321) y Gáya al-Marám fi Tajrich Ahadiz al-Halal ual Haram (Nos. 131-145).


51 Bujari y Muslim


A continuación, él (Salallahu alehi wa salam) comenzaba su recitación con muchas clases de súplicas en las cuales él alababa a Dios Exaltado, glorificándolo y enalteciéndolo. De hecho él ordenó “al hombre que rezaba mal” hacer así, diciéndole: La oración de una persona no está completa a menos que diga takbír, alabe a Alá el poderoso y Sublime y lo exalte, recitando del Corán lo que le sea más fácil...


Él decía alguna de las siguientes súplicas:


1.-


اللّهُمَّ بَاعِدْ بَيْنِي و بَيْنَ خَطَايَايَ آَمَا بَاعَدْ تَ بَيْنَ الْمَشْرِق وَ الْمَغْرِبِ، اللّهُمَّ


نَقِّنِي مِنْ خَطَايَايَ آَمَا يُنَقَّى الثَوْبُ الْأَبْيَضُ مِنَ الدَّ نَس ، اللّهُمَّ اغْسِلْنِي مِنْ


خَطَايَايَ بِالْمَاءِ وَالثَّلْج وَالْبَرَد.


Alájuma ba’id baini ua baina jatayaya kama ba’adta almasriq ual magrib, Alájuma naqini min jatayaya kama yunaqa a-zaubul abiad min a danas, Alájuma Igsilní min jatayaya bil má-i ua zalch ual barad


¡Oh Alá! Aléjame de mis errores como alejas el Oriente del Occidente. ¡Oh Alá! Purifícame de mis errores como se purifica la ropa blanca de la suciedad.¡Oh Alá! Depúrame de mis pecados con agua, hielo y nieve.


2.-


وَجَّهْتُ وَجْهِيَ لِلَّذِي فَطَرَ السَّمَاوَاتِ وَالْأَرْضَ حَنِيفا ،[مُسْلِما ]، وَ مَا أَنَا مِنَ


الْمُشْرِآِين، إِِنَّ صَلاتِي وَ نُسُكِي وَ مَحْيَايَ وَ مَمَاتِي لِلَّهِ رَبِّ الْعَالَمِين، لا شَرِيكَ لَهُ، وَ بِذ لِكَ أُمِرْتُ


وَ أَنَا أَوَّلُ الْمُسْلِمِين، اللّهُمّ أنْتَ الْمَلِكُ، لا إِلهَ إلاَّ أنْتَ، سُبْحانَكَ وَ بِحَمْدِكَ، أنْتَ رَبِّي وَ أنَا عَبْدُك،


ظَلَمْتُ نَفْسِي، وَ اعْتَرَفْتُ بِذ نْبِي، فَاغْفِرْ لِي ذ نْبِي جَمِيعا إنَّهُ لاَ يَغْفِرُ الذ نُبَ


Uayajtu uayji aladí fatara a samauati ual arda hanífan, (musliman), ua ma ana minal mushriquín, inna salátí ua nusuquí ua maj-yayaí ua mamátí liláji rabil a’lamín, la sharíka laj, ua bidálika umirtu ua ana aualul muslimín, Alájuma anta almalik, la ilája íla ant, subjánaka ua bijámdik, anta rabi ua ana a’bduk, dalamtu nafsí, ua a’taraftu bi danbí, fagfír lí danbí yamían innaju la yagfiru dunúba íla ant, ua ajdiní lí ajsani al ajlaqui la yajdi li ajsánija íla


ant, uasrif a’nií sayi-aja la yasrifu a’nii sayi-aja íla ant, labeika ua sadei’k, ual jeiru kulujú fi yadeik, ua sharru leisa ileik, ual majdiyu man jadeita, ana bika ua ileik, la manyá ua la malya minka ila ileika, tabarakta ua ta’aleit, astagfiruka ua atubu ileik.


Dirijo mi rostro a quien originó el cielo y la tierra sinceramente, (islámicamente), y no soy de los politeístas. En verdad mi oración, mi sacrificio, mi vida y mi muerte son para Alá, Señor de los mundos; sin par. Con esto se me ha ordenado y yo soy el primero de los musulmanes en ello. ¡Oh Alá! Tú eres el Rey, no hay Dios sino Tú, alabado y elogiado seas. Tú eres mi Señor y yo Tu humilde siervo. He atentado contra mí y reconozco mi pecado. Perdóname todos mis pecados, pues nadie perdona los pecados sino Tú. Guíame hacia el mejor de los modales pues nadie guía mejor hacia ellos excepto Tú. Desvía de mí las peores intenciones pues nada las aleja sino Tú. Respondo a tu llamado y a tu auxilio (que me diste). Todo el bien está en Tus manos y el mal no es de Ti. Y es guiado quien Tú guías. Soy Tuyo y de Ti. No hay escape ni refugio excepto el que viene de Ti. Bendito y Exaltado seas. Te pido perdón y me arrepiento ante Ti (solamente).


3.- Similar al anterior excepto por: Anta rabí ua ana a’bduk; Tu eres mi Señor y yo soy Tu siervo... al final, con la siguiente adición:


Alájuma anta al malik, la ilája íla ant, subjanaka ua bijamdik,


¡Oh Alá! Tú ere el Rey, no hay Dios excepto Tú, alabado y glorificado seas.


4.- Igual que la No. 2 hasta: Ua ana aualul muslimin; soy el primero de los musulmanes, añades:


Alájuma ajdiní li ajsani al ajlaqui ua ajsanil a’mali la yajdí li ajsanija íla ant, uaquiní sayi-al ajlaqui ual a’mali la yaquí sayi-ija íla ant.


¡Oh Alá! Guíame al mejor de los modales y a la mejor de las obras, nadie guía a su mejoramiento sino Tú. Desvía de mí lo peor de los modales y de las obras (pues) nadie (nos) desvía de su maldad excepto Tú.


5.- Subjanaka Alájuma ua bijamdika ua tabaraka smuka ua ta’ala yaduka ua la ilaja gueiruk.


Gloria a Ti ¡Oh Alá! ¡Alabado seas! Bendito Tu nombre y Exaltada Tu majestuosidad y eres incomparable.


Él (Salallahu alehi wa salam) también dijo: En verdad las palabras más amadas por Alá son cuando Su siervo dice: Gloria a Ti ¡Oh Alá!


6- Palabras semejantes a las anteriores se añaden a la oración de la noche:


Se dicen tres veces: La ilája íla Alá (No hay Dios sino Alá)


Y tres veces dices: Alá juákbaru kabiran (Alá es el Más Grandemente Grande)


7.- Alá juákbar kabiran, ua aljámduliláji kaziran, ua subjana láji bukratan ua asilan.


Alá es el grandiosamente Más Grande. Muy Alabado sea. Glorificado sea Dios, mañana y tarde. Una vez, un Compañero comenzó con esto, con lo cual el Mensajero (P. B. E) dijo: Maravillosa (súplica), pues las puertas del Cielo se abrieron por ella.


8.- Aljámduliláji jamdan kaziran tayiban mubarakan fij.


Alabadísimo el alabado Alá en su bendita bondad. Un hombre comenzaba con esto y el Mensajero (Salallahu alehi wa salam) dijo al respecto: Vi doce ángeles competir para ver quien se la llevaba (al cielo, a la súplica)


9.- Alájuma laka aljamd, anta nuru samauati ual ardi ua man fihim, ua laka aljamdu, anta cayimu samauati ual ardi ua man fijina, [ua laka aljamdu, anta maliku samauati ual ardi ua man fijim], ua laka aljamd, anta aljac, ua ua’duka jac, ua cauluka jac, ua li cauca jak, ual yannatu jac, ua nar jac, ua sa’atu jac, ua nabiyuna jac, ua mujammadun jac, Alájuma laka aslamtu, ua aleika tauacaltu ua bika amantu, ua ileika anabtu, ua bika jasamtu, ua ileika jakamtu, [anta rabbuna ua ileika al masír, fagfir lí ma cadamtu, ua ma ajart, ua ma asrartu ua ma a’alant], [ua ma anta a’alamu biji minni], antal muccadim ua antal muájir, [anta ilají], la ilája íla ant.


¡Oh Alá! Para Ti las alabanzas, Eres la luz del cielo, la tierra y de quienes las habitan. Para Ti las alabanzas, Guardián del cielo, la tierra y quienes habitan en ellos. [Para Ti las alabanzas, Dueño de los cielos, la tierra y su contenido], para Ti las alabanzas, Eres la Verdad; Tu promesa es verdad, Tu palabra es verdad; Tu encuentro es verdad, el Paraíso es verdadero; el Fuego (del Infierno) es verdad, la Hora (final) es verdad; los profetas verdaderos al igual que Mohámed. ¡Oh Alá! A Ti me someto, en Ti pongo toda mi confianza, en Ti creo, a Ti me vuelvo, por Ti combato, a Ti recurro para decidir. [Tú eres nuestro Señor y tuyo el Destino. Perdóname lo pasado y lo futuro, lo que oculto y lo que muestro] [y de lo


que (de antemano) más sabes y yo ignoro]. Tu eres el Proveedor y el Moroso [Tu eres mi Deidad]. No existe dios sino Tú.


10.- Alájuma rabba yibraíla ua Mikaíla ua Israfíl, Fátira samauáti ual aud, álim-al-gaibi ua shajáda, anta tajkumu rá-una íbaadika fíma kanú fíji yajtalifún, ijdíni lima ijtúlifa fíji min al jaqui bi ídnik, ínnaka tajdí man tasháu ilá siratin mustaquím.


¡Oh Alá! Señor de Gabriel, Miguel y Rafael. ¡Creador de los cielos y la tierra! ¡Conocedor de lo oculto y abierto!¡Tu juzgas entre tus siervos en aquello que difieren!¡Guíame a saber lo que es confuso y lo que es verdad con Tu venia! En verdad guías a quien quieres al camino recto.


11.-El decía takbír,52 tajmíd,53 tasbíj,54 tajlíl55 e istigfár diez veces cada uno, y después remataba con:


Alájuma igfir lí uaj-diní uar-zucní (ua ‘afiní)


¡Oh Alá! ¡Perdóname! ¡Guíame y susténtame [borrándome los pecados]!


Alájuma inni aúdu bika mina dayiqui yaumal jisáb


¡Oh Alá! ¡Me refugio en Ti de la angustia del Día de ajustar cuentas. Esto diciéndolo diez veces.


12.- Alá Juákbar [tres veces] dúl malakúti ual yabarúti ual kibriá-i ual ádima.


¡Alá es el Más grande! [decirlo tres veces]. Dueño del Reino, el Poder, la Magnificencia y la Grandeza.


RECITACIÓN


A continuación, el Profeta (Salallahu alehi wa salam) buscaba refugio en Alá de la siguiente manera:


Aúdu bi láji mina shaitáni rayím, min jámziji ua nafjihi ua nafziji


52 Decir Alá juákbar (Alá es el Más grande)


53 Decir Aljám dulilá.(Alabado sea Alá)


54 Decir subjána-lá (Gloria a Alá)


55 Decir la ilája ílalá (No hay dios mas que Alá)


Aléjame Dios de Satán maldito, de su instigación,56 de su arrogancia y de su verborrea57. Algunas veces el añadía a lo anterior lo siguiente:


Aúdu bi láji samií il-‘alím mina shaitán.....


Me refugio en Dios, el Oyente, el Sabio, del Satán.


Y posteriormente recitaba:


Bismiláji arrajmáni rajím


En el nombre de Alá, el más Clemente, el más Misericordioso. Pero no lo hacía fuerte58


RECITAR UN VERSO A LA VEZ


Posteriormente, él recitaba sura la Fatiha dividiendo su recitación, recitando un verso a la vez. Él recitaba:


Bismiláji arrajmáni rajím


[Aquí el hacía pausa y después decía]


Aljámduliláji rabil ‘alamín


[pausaba, y continuaba:]


Arrajmáni arrajím


[pausa, y después sigue:]


Máaliki yaumi dín


... y así sucesivamente, hasta el final de la sura. El resto, al igual que lo que vimos, los describimos así: detenerse al final de cada verso y no unir uno tras otro59]


56 Las tres palabras árabes para instigación, arrogancia y verborrea (jámz, nafj y nafz) respectivamente, fueron interpretadas así por el narrador; toda interpretación posible datan del Profeta (P. B. E) con un isnád mursal auténtico. Por ‘verborrea’, entendámoslo como el Profeta dijera alguna vez: “En verdad en cierta verborrea hay sabiduría” (Bujari)


57 Abu Daud, Ibn Maya, Daracútni y Hakim, quines junto a Ibn Hibbán y Dájabi, lo declararon sajíj. Junto con la siguiente súplica, podrá encontrarlas en Irwá al- Galíl.


58 Bujari, Muslim, Abu ‘Auaana, Tajaui y Ahmed


59 Abu Daud & Sajmi (64-65); Hakim lo declaró sajíj y Dájabi lo confirmó. Se da en Irwá (343). Abu Amer a-Dáni lo escribió en al-Muktafaa (5/2) y dijo: “Este hadiz tiene muchas bifurcaciones y es dependiendo de lo que se considera; muchos de los imams y recitadores del pasado preferían pausar al


algunas veces él recitaba:


Maliki yaumi dín


(Rey del Día del Juicio] o en su lugar:


Máaliki yaumi dín


[Dueño del Día del Juicio]60


LA NECESIDAD DE LA FATIHA61 Y SU EXCELENCIA


El Profeta enfatizó con vehemencia la importancia de esta sura diciendo: No hay oración para quien no recite el capítulo de La Apertura62. En otro dicho: Dicha oración no es suficiente en tanto un hombre no recita La Apertura del Libro63. Y también dijo: Aquél que realiza una oración en la cual no recita La Apertura del Libro, entonces ésta es deficiente, deficiente, deficiente e incompleta. Él también dijo:


Alá el bendito y Excelso ha dicho: “He dividido entre Mi siervo y Yo la oración en dos mitades: una es la Mía y la otra para Mi siervo, y Mi siervo tendrá aquello solicitado”. Entonces el Mensajero de Alá (P. B. E.) dijo: ¡Recitad! (como) El siervo dice: “Alabado sea Alá, Señor de los mundos”; Alá Excelso dice “Mi siervo me ha alabado”. El siervo dice, “El más Clemente, el más Misericordioso, Otorgador de misericordia”; Alá dice, “Mi siervo me ha halagado”. El siervo dice, “Dueño del Día del Juicio”; Alá contesta, “Mi siervo me ha glorificado”. El siervo dice, “Solo a Ti adoramos y a Ti sólo pedimos”; Alá contesta, “Esto (hay) entre Mi siervo y Yo, y Mi siervo tendrá lo que ha solicitado”.


Él también solía decir: Alá no reveló en la Tora ni en el Evangelio algo semejante como la Madre del Corán64. Ya que es la Reiteradamente Siete65 [y la Magnífica Recitación que se me ha otorgado].66


final de cada verso, aún si algunos lo fuesen (en significado)” Yo digo: Esta es una sunna que ha sido ignorada por la mayoría de los recitadores de esta era, dejando en paz a los otros.


60 Tammaam a-Rázi en al-Fauaa’id, Ibn Abi Daud en al-Masaajif (7/2), Abu No’aim en Ajbaar Isbaján (1/104) & Hakim quienes lo declararon sajíj y Dájabi lo confirmaron. Ambas recitaciones son mutauátir.


61 El primer capítulo o sura se llama fatihat-ul-kitab, capítulo de apertura o simplemente Fatiha. Se le llama también suratu nafiya, el capítulo que completa a los demás; a-surat-ul-kifaya, el capítulo suficiente, es decir, que sustituye a los otros; surat-ul-hamd o surat-ul-shukr o a-dúa, el capítulo de la alabanza o de las acciones de gracias o de la súplica; suratu shafíya, el capítulo que cura o simplemente a-shafíya; assás, la base; surat-ul-kanz, capítulo del tesoro. Se le llama también umm-ul-Qur’an, madre del Corán; umm-ul-kitab, madre del Libro. Conviene no confundir la acepción que este nombre tiene aquí con el de los demás pasajes del Corán, que advertiremos en su momento.


62 ibídem


63 ibídem


64 Ibídem


65 Baachi dijo: “él se refiere al dicho de Alá el Exaltado: “Y te Hemos otorgado siete de la Reiteración y la Magnífica Recitación” (Al-Hichr 15:87). Es llamado siete porque contiene siete versículos, y es


Él (Salallahu alehi wa salam) ordenó a “quien rezaba deplorablemente” recitarla en cada oración; pero dijo a quien no la podía recordar: Di : Subjana lá, ua aljam du lilá, ua la ilája íla lá, ua Alá juákbar, ua la jaulá ua la cú-ata íla bilá [Alabado sea Alá, glorificado sea Alá, y no hay más Dios que Él y Él es el Más Grande; y no hay poder sino el de Alá]67


También Él dijo a “quien rezaba deplorablemente”: Si conoces algo del Corán, entonces recítalo, si no, alaba Alá proclamando Su grandeza y proclama que nadie tiene el derecho de ser adorado sino Alá.68


LA ABROGACIÓN DE RECITAR DETRÁS DEL IMÁM EN LAS ORACIONES CON VOZ ALTA


Él había concedido una vez aquellos que rezaban detrás del imám, recitaran sura la fatiha en las oraciones en voz alta, cuando sucedió que:


“Él estaba rezando fayer, volviéndose la recitación más difícil para él (cada momento que pasaba). Al terminar dijo: Es posible que recitéis detrás de vuestro imám. Dijimos todos “Sí, con rapidez, ¡Oh Mensajero de Alá!” A lo que dijo: No lo hagáis así, sino en la Apertura del Libro, puesto que la oración no vale para aquél que no la recita”69


Tiempo después, les prohibió el recitar fuertemente en las oraciones de voz alta, cuando sucedió que:


“Él terminó una oración en la cual él estaba recitando fuertemente (en otra narración: en la oración del crepúsculo) y dijo: ¡¿Acaso alguno de vosotros estaba rezando (al unísono) conmigo justo en este instante?! A lo que contestó un hombre: “Sí, era yo ¡Oh Mensajero de Alá!”. Respondiéndole: Y digo yo ¿Por qué me siento tan contrariado? [Abu Huraira continúa diciéndonos:] Entonces la gente detuvo sus recitaciones junto con el mensajero de Alá (P. B. E) cuando él estaba recitando fuertemente después de escuchar aquello que


“Reiteración” porque se repite una y otra vez en cada oración. Ha sido llamada “la Magnífica Recitación” para especificar tal nombre para la sura, aunque cada parte del Corán es magnífica en recitación; de igual modo, la Caaba es “La Casa de Alá”, aunque todas las demás casas pertenezcan a Alá; esto viene a colación para especificar y enfatizar su importancia”.


66 Nasái & Hakim lo declararon auténtico y Dájabi estuvo de acuerdo con ellos.


67 Abu Daud, Ibn Juzaima (1/80/2), Hakim, Tabaráni & Ibn Hibbaan, éste último de acuerdo con el tercero, lo declararon auténtico y Dhabi asintió. Se encuentra en Irwá (303).


68 Abu Daud & Tirmídi, que lo declararon bastante bueno; su cadena de transmisión es auténtica (Sajij Abu Daud No. 807)


69 Bujari en su panfleto, Abu Daud & Ahmed. Tirmídi y Daracútni lo declararon bastante aceptable.


dijo [sin embargo, ellos continuaron recitando calladamente cuando el imám no estaba recitando fuertemente]”70


También él estuvo en silencio durante la parte complementaria de recitación del imám para seguirlo, diciendo: El imám debe ser seguido, así que cuando el diga takbír, decís takbír, y cuando él recita, estáis en silencio, justo como él hizo se escuchase la recitación del imám lo bastante para no tener que recitar detrás de él, diciendo: Aquél que tiene un imám, entonces la recitación del imám es la recitación de aquél71 – y esto aplicase a las oraciones en voz alta.


LA OBLIGACIÓN DE RECITAR EN LAS ORACIONES SIGILOSAS


En cuanto a las oraciones en voz baja, él los instaba a que recitaran durante ellas; Yábir dijo, “Nosotros solíamos recitar detrás del imám en dohor y ázar, sura la Fatiha y otra sura en las dos primeras rakás, y sura la Fatiha en las últimas dos”.72


Sin embargo, él los disuadió de no hacerlo por confundirlo con la de ellos, cuando:


“Él rezó dohor con los Compañeros y preguntó (posteriormente): ¿Quién de vosotros ha recitado “¡Glorifica el nombre de tu Señor, el Altísimo!” (Corán 87:1)? Alguien contestó: Fui yo [más nada intentaba sino el bien al hacerlo]. Así que le contestó: Sabía que alguien me contrariaba con ello.73 En otro hadiz: “Ellos solían recitar detrás del Profeta (Salallu alehi wa salam) [fuertemente], cuando así les dijo: habéis revuelto mi Corán (o sea, su recitación).


También dijo: En verdad, la persona que reza esta consultando en privado a su Señor, así que debe ser cuidadosa sobre lo que le consulta, y vosotros no debéis por encima del otro recitar el Corán fuertemente.


Él también solía decir: Cualquiera que recitó una letra del Libro de Alá, le valdrá como una buena acción, y una buena acción vale diez veces más. Yo no digo que “alif lam mim” es una letra, sino que “alif” es una letra, “lam” es una letra y “mim” es una letra.74


70 Málik, Humaidi, Bujari en su panfleto, Abu Daud y Mahámali (6/139/1). Tirmídi lo proclamó bastante aceptable; Abu Hátim a-Rázi, Ibn Hibbán & Ibn Cayyim lo proclamaron auténtico.


71 Ibn Abi Cheiba (1/97/1), Daracútni, Ibn Maya, Tajáui y Ahmed por numerosas rutas, musnad y mursal. Sheij-ul-Islam Ibn Taimiya lo declaró convincente, al igual que en al-Furú de Ibn Abdúl Hádi (48/2). Busairi proclamó alguna de sus cadenas de transmisión auténticas. Lo he discutido e investigado con sumo detalle las rutas de narración en una versión manuscrita y en el Irwá al-Galíl (No. 500)


72 Ibn Maya con un isnád sajij. Se da en el Irwá (506)


73 Muslim, Abu ‘Auána y Sirách


74 Tirmídi & Ibn Maya con un isnád sajij. Transmitido también por Aajuri en Aadaab Haml al-Curán. En cuanto al hadiz “Aquél que recite detrás del imám, su boca está llena de fuego” es un dicho fabricado (maudú) y esto se explica en Silsíla al-hadiz a-daífa (No. 569) – véase apéndice 5.


SOBRE EL AAMÍIN Y SU FUERTE RECITACIÓN POR EL IMÁM


Cuando él (Salallahu alehi wa salam) terminó de recitar la Fatiha, el pronunciaba AAMÍIN fuertemente, prolongando su sonido.75


Él también solía ordenar a la congregación decir aamíin de éste modo:


Cuando el imám dice: Gueiril magdúbi áleijim ua la dáalíin [No de los que han incurrido en Tu ira, ni de los extraviados], entonces pronunciáis aamíin [porque los ángeles dicen “aamíin” y el imán también lo dice] (en otra narración se relata: Cuando el imám dice aamíin decíd aamíin), de modo que el “amíin” que coincide con el “aamíin” de los ángeles – en otra narración: cuando uno de vosotros dice aamíin en la oración y los ángeles en el cielo dicen “aamíin”, y ellos coinciden... – vuestros pecados anteriores son perdonados.


En otro hadiz: ...entonces decís aamíin; Alá os responderá.


También solía decir: los judíos no os envidian tanto por nada como os envidian por la salutación y el aamíin (detrás del imám).


LA RECITACIÓN DESPUÉS DE LA FATIHA


A continuación el Profeta (Salallahu alehi wa salam) recitaba alguna sura después de la Fatiha, haciéndola larga algunas veces, y otras veces corta para los viajes, tos, enfermedades o al llorar los infantes.


Anas ibn Malik dijo: “Él (Salallahu alehi wa salam) la hizo (o sea, la recitación) corta un día en la oración del crepúsculo” (en otra narración: él rezó la oración de la mañana y recitó las dos suras más cortas del Corán). Así que dijeron: “¡Oh Mensajero de Alá!¿Por qué la acortaste?” Él respondió:


75 Bujari en Yuz al-Quirá y Abu Daud con un isnad sajij.


Escuché el llanto de una criatura, así que supuse que su madre estaba rezando con nosotros, de modo que quise liberar a su madre para él.


Él también solía decir: Entro a la oración con la intención de alargarla, pero el escuchar el llanto de un niño, acorto mi oración porque sé cuán profundamente su madre se siente al escucharlo llorar.


Él solía decir: Dad a cada sura su parte del rukú y suyúd. En otra narración: Cada sura debe tener una raká.


Algunas veces él (Sallahu alehi wa salam) solía dividir la sura en dos rakás y otras veces él solía repetir toda la sura en la segunda raká.


Algunas veces él combinaba dos o más suras en una raká.


Uno de los ansares solía dirigirlos en la mezquita de Kubá, y cada vez que les recitaba una sura, el comenzaba con “Di: Él es Alá, el único, el... (sura el ijlas 112) hasta el final, y después recitaba cualquier otra sura con ella, y él hacía esto en cada raká. Por esto, su gente le decía: “Tú comienzas con ésta sura, y no la dejas sino hasta que recitas otra. Has de recitarla solamente o dejarla para recitar otra”. A lo que les contestó: “No la dejaré; si no os molesta que os dirija con ella, continuaré, pero de no ser así, os abandonaré”. Ellos sabían que el era de entre ellos el mejor, y no les gustaba la idea de ser dirigidos por alguien más, así que cuando el Profeta (Salallahu alehi wa salam) estuvo entre ellos, le informaron del caso. Así que dijo: ¡Oh fulano! Que te impide hacer lo que tu gente te solicita?¿Qué es lo que te mueve a recitar esta sura en cada raká? A lo que contestó: “Amo esta sura”. Y dijo (el Profeta): El amor por ella te hará entrar a los Jardines (del Paraíso).


COMBINANDO SURAS SEMEJANTES Y OTRAS EN UNA RAKÁ


Él solía combinar las suras pares del Libro, así que solía recitar alguno de los siguientes pares de suras en una raká:


El Compasivo (55:78) y La estrella (53:62)


La Luna (54:55) y La inevitable (69:52)


El monte (52:49) y Los que diseminan (51:60)


El acontecimiento (56:96) y El cálamo (68:52)


Las gradas (70:44) y Los que arrancan (79:46).


Los defraudadores (83:36) y Frunció las cejas (80:42)


El envuelto en un manto (74:56) y El arrebujado (73:20)


El hombre (76:31) y La resurrección (75:40)


Las buenas nuevas (78:40) y Los enviados (77:50)


El humo (44:59) y El obscurecimiento (81:29)


Algunas veces él solía combinar las suras del tiwal de siete (largas suras), tales como La vaca, Las mujeres y La familia de Imrán en una raká durante la oración nocturna (ver siguiente párrafo). Él solía decir: La oración más excelente es en la que uno permanece de pie largamente.


Cuando él recitaba:


¿Acaso no es por el poder que retorna a la vida los muertos? (Corán 75:40), respondía con:


Subjánaka fabalá (¡Gloria a Ti, por supuesto!)


Y cuando él recitaba:


Sábjisma rábbika al ‘ála (¡Glorifica el nombre de tu Señor, el Altísimo)(Corán 87:1), el respondía con:


Subjána rabí al ála (¡Gloria a mi Señor, el Altísimo).


LA PERMISIBILIDAD DE RECITAR LA FATIHA SOLAMENTE


Un narrador nos cuenta:


Mu’ad ibn Yabal solía rezar el Ishá con el Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) y después regresaba con su gente para dirigirla en la oración. Una noche en que volvía para rezar con ellos, un joven (llamado Sulaim, de Banu Saláma) del pueblo rezó. Sin embargo, cuando se prolongó, aquél rezó aparte (en una esquina de la mezquita). Salió, tomó las riendas de su camello y partió. Cuando Mu’ad había terminado de rezar, le fue mencionado el hecho, a lo que dijo: “¡Seguramente tiene algo de hipócrita! Informaré de ello al Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam)”. Y también a su vez dijo el joven: “…E informaré al Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) de lo que él hizo”.Así que ambos (el joven y Mu’ad) en la mañana llegaron con el Profeta y Mu’ad le informó de lo que el joven había hecho. El joven respondió: “¡Oh Mensajero de Alá! Él permanece contigo mucho tiempo y regresa con el fin de prolongarla”. Así que el Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) dijo: ¡¿Acaso eres tú el que causa tal, Mu’ad?! Y él (Mu’ad) replicó al joven: ¿Qué es lo que tú haces cuando rezas, hijo de mi hermano? Él le contestó de frente al Profeta: “Yo recito la Fatiha, después pido a Alá por el Jardín (del Paraíso), y busco refugio en Él del Fuego (del Infierno). ¡Ni


siquiera conozco tu bisbiseo76 ni el bisbiseo de Mu’ad!” Así que el Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) dijo: En esto Mu’ad y yo nos parecemos.


El narrador continúa: El joven respondió: “Pero Mu’ad sabrá (de mí) cuando vaya con la gente y haya sido informada de cuando el enemigo haya llegado”. Y continúa diciendo el narrador: Así que el enemigo llegó y el joven permaneció en shajada (murió mártir). Así que después el Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) al enterarse dijo a Mu’ad: ¿Qué fue lo que hizo quien argüía contigo y conmigo? A lo que le dijo: “¡Oh Mensajero de Alá! Él, quien era sincero hacia Alá, que lo acusé falsamente, murió como mártir.


RECITACIÓN FUERTE Y SIGILOSA EN LAS CINCO ORACIONES Y EN OTRAS


Él (Salallahu alehi wa salam) solía recitar en la oración de la mañana y en las dos primeras rakás del magreb y el ishá; y calladamente en dohor, ázar, en la tercera raká del magreb y en las últimas dos rakás del ishá.


Podían afirmar cuando él recitaba calladamente con el solo vaivén de su barba, y porque también los dejaba escuchar alguna aleya así de vez en cuando.


También recitaba en voz alta en la oración del viernes y en las dos oraciones del áid; en las oraciones de la lluvia y en las de eclipse.


RECITACIÓN CALLADA Y FUERTE EN LA ORACIÓN DEL TAJÁYUD


Ya bien entrada la noche, él algunas veces recitaba calladamente y en otras en voz alta, y “él solía recitar en su casa de modo que podía ser escuchado en el patio”. “Ocasionalmente elevaba su voz algo más de modo que alguien acostado en la cama podía escucharlo” (o sea, desde las afueras del patio).


Así lo ordenó a Abu Baker y a Omar (A. C. E) del siguiente modo:


“Él salió para encontrarse con Abu Baker, quien rezaba en voz baja, y pasó por donde Omar ibn al-Jatab, quien estaba rezando en voz alta. Posteriormente, cuando ambos se reunieron con el Profeta (Salallahu alehi wa salam) éste dijo: ¡Oh Abu Baker! Pasé por donde estabas ¿Acaso rezabas en voz baja? Él le contestó: “A Él (Alá) es a quien mi consulta dejo escuchar ¡Oh Mensajero de Alá!” Y él dijo a Omar: Pasé por donde estabas ¿Acaso estabas


76 Bisbiseo: acción de bisbisar/ Bisbisar: fam. Musitar, decir entre dientes.- Academia.


rezando en voz alta? Y él le contestó: “¡Oh Mensajero de Alá! Repelo así la somnolencia y mantengo alejado al Diablo”. El Profeta (Salallahu alehi wa salam) dijo: ¡Oh Abu Baker, eleva tu voz un poquito más! Y tú Omar: ¡Atenúa tu voz un poquito más!


Él (Salallahu alehi wa salam) también solía decir: Aquél que recita el Corán fuertemente es como el que da caridad alardeando, y aquél que recita el Corán en silencio es como aquél que da caridad calladamente.



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