“La buena voluntad de perdonar y no castigar” es una definición frecuentemente utilizada para la palabra misericordia. Pero, ¿qué es la misericordia según el Islam?
Con el Islam la misericordia cobró un significado más profundo, el cual creó un aspecto vital en la vida de cada musulmán que es recompensado por Dios al practicarse.
La misericordia de Dios, la cual le fue conferida a todas sus criaturas, puede verse sobre todo lo que observemos: en el sol que provee la luz y el calor, y en el aire y el agua que son esenciales para todos los seres vivientes.
Un capítulo entero del Corán fue nombrado tras el atributo divino de Dios Ar-Rahman o “El Más Bondadoso”. Dos de los atributos de Dios también derivan de la palabra misericordia, son Ar-Rahman y Ar-Rahim, que significan “El Más Bondadoso” y “El Más Misericordioso”. Estos dos atributos son mencionados en la frase recitada al comienzo de 113 capítulos del Corán: “En el nombre de Dios, el Más Bondadoso, el Más Misericordioso”. Esta frase es un constante recuerdo para el lector de la misericordia infinita y la grandiosa generosidad de Dios.
Dios nos asegura que quien cometa un pecado será perdonado si se arrepiente y cesa dicha acción. Él reveló:
“Cuando se presenten ante ti aquellos que creen en Nuestros signos, diles: ¡La paz sea con vosotros! Vuestro Señor ha decretado que Su misericordia esté por encima de Su ira. Quien de vosotros cometa una falta por ignorancia, y luego se arrepienta y enmiende, [sepa] que en verdad Él es Absolvedor, Misericordioso”. (Corán 6:54)
Este versículo es ratificado por la narración del Profeta Muhammad en la que manifiesta que Dios dijo:
“Mi misericordia prevalece por sobre Mi ira”.
La recompensa por la amabilidad y compasión también fueron aseguradas por el profeta Muhammad:
“A los misericordiosos les es concedida la misericordia por el Mas Misericordioso. Sé misericordioso con quienes están en la Tierra, y Quien está en los cielos será misericordioso contigo”. (As-Suyuti)
La misericordia de un Profeta
Respecto a la misericordia del Profeta Muhammad, lo mejor es mencionar lo que Dios Mismo expresó acerca de él:
“Te hemos enviado [¡Oh, Muhammad!] como misericordia para todos los seres”. (Corán 21:107)
…lo que asegura que el Islam está fundado sobre la misericordia y que Dios envió al Profeta Muhammad, la paz y las bendiciones de Dios sean con él, como una misericordia para todas las criaturas sin excepción.
Dios también dice en el Corán:
“En verdad se os ha presentado un Mensajero de entre vosotros que se apena por vuestras adversidades, se preocupa y desea que alcancéis el bien [e ingreséis al Paraíso]; es compasivo y misericordioso con los creyentes”. (Corán 9:128)
Este versículo manifiesta claramente los modales y conducta del Profeta, quien padeció mucha opresión en su misión de transmitir el mensaje de Dios. El Profeta fue sumamente gentil al guiar a su gente, y siempre que lo agredieron pidió a Dios que los perdonara por su crueldad e ignorancia.
Los Compañeros del Profeta
Dios expresa en el Corán cuando describe a los Compañeros:
“Muhammad es el Mensajero de Dios. [Los creyentes] Quienes están con él son severos con los incrédulos, pero misericordiosos entre ellos”. (Corán 48:29)
Para algunos, pensar en Muhammad como virtuoso puede ser obvio ya que es un profeta, pero sus Compañeros eran personas corrientes que entregaron sus vidas a la obediencia a Dios y Su Profeta. Por ejemplo, por el amor a Dios Abu Bakr As-Siddiq gastó su riqueza en la compra de esclavos para luego emanciparlos y así librarlos de sus brutales amos.
Cierta vez, mientras aclaraba el concepto correcto de misericordia a sus Compañeros, el Profeta dijo que no se trataba de la bondad para con los familiares y amigos, sino que se trata de mostrar misericordia y compasión para con la gente en general, ya sean conocidos o no.
Una “pequeña” misericordia
Algunas de las despiadadas tradiciones preislámicas eran ofrecer un hijo como sacrificio para las deidades y el entierro de niñas vivas. Estos actos en contra de los niños fueron estrictamente prohibidos por el Corán y la Sunnah Profética.
En cuanto a la misericordia del Profeta hacia los niños, una vez, mientras dirigía la oración, sus pequeños nietos, Al-Hasan y Al-Husain, jugaban a treparse en su espalda, de modo que por miedo a lastimarlos al levantarse el Profeta prolongó su postración. En otra ocasión, el Profeta realizó su oración cargando a Umamah, su nieta.
La bondad del Profeta no era otorgada solamente a sus niños, sino que se extendía hacia los niños que jugaban en la calle. En cuanto veían al Profeta acudían a él, y él recibía a todos con una cálida sonrisa y los brazos abiertos.
Aún durante la oración, la amabilidad innata del Profeta era clara, como una vez dijo:
“(Sucede que) Comienzo la oración pensando en prolongarla, pero al escuchar el llanto de un niño acorto la misma porque sé que los llantos perturbarán a su madre”. (Sahih Al-Bujari)
En muchas situaciones, el Profeta nos enseñó que los niños deben ser criados en una atmósfera amable y cariñosa, que no deben ser golpeados ni tampoco recibir golpes en el rostro, de modo que se evite su humillación. En una oportunidad, un hombre vio al Profeta besar a su nieto, estaba asombrado por el tierno comportamiento del Profeta y dijo: “Tengo diez niños pero jamás he besado a ninguno de ellos”. El Profeta respondió:
“Aquel que no muestra misericordia no recibirá misericordia”. (Sahih Al-Bujari)
Tan sólo un mechón de cabello
Cuando Dios mencionó a los huérfanos en el Corán su intención fue la siguiente:
“No trates mal al huérfano”. (Corán 93:9)
En conformidad con este versículo era el trato del Profeta para con los huérfanos, ya que expresó:
“La persona que provea y cuide a un huérfano y yo estaremos así en el Paraíso”, mientras unía su dedo índice con su dedo medio. (Abu Dawud)
El Profeta incentivó la bondad diciendo que las personas serían recompensadas con buenas acciones por cada cabello de la cabeza que le acariciaran a un huérfano, de modo que a pesar de haber perdido a sus padres el huérfano se sienta apreciado y sienta el afecto que ellos no le pueden brindar por medio de personas dispuestas a amarlo y cuidarlo de igual manera.
La protección de la propiedad de los huérfanos fue claramente confirmada por Dios y Su Profeta. Por ejemplo, cuando Dios enunció:
“Quienes se apropien injustamente de los bienes de los huérfanos, el fuego consumirá sus entrañas y arderán en el Infierno”. (Corán 4:10)
También nos informa en un dicho profético que uno de los siete pecados capitales es el de usurpar la propiedad del huérfano.
En el Islam la misericordia también se extiende a los enemigos, en las épocas de guerra y paz, como cuando el Profeta Muhammad solía instar a sus Compañeros a que mantuvieran los lazos familiares con sus parientes que aún no eran creyentes, al llamarlos y darles obsequios.
En cuanto a los períodos de guerra, Dios ordena a los musulmanes que les concedan refugio a sus enemigos si ellos lo pidieran, y prohíbe que se los dañe. Esto está establecido en el Corán donde Dios dice:
“Si alguno de los idólatras te pidiera protección, ampáralo para que así recapacite y escuche la Palabra de Dios”. (Corán 9:6)
En cuanto al Profeta, prohibió a sus Compañeros que dañaran a los ancianos, a los heridos, a las mujeres, a los niños y a los devotos en sus sitios de adoración. También, se prohibía destruir campos. Dañar los cadáveres de los enemigos estaba estrictamente vedado y, por cuestiones elementales de respeto, se les encargó proporcionarles un entierro prontamente.
Las órdenes del Profeta respecto a los cautivos fueron estrictamente obedecidas por sus Compañeros. En una de las historias sobre una batalla relatada por un cautivo, éste cuenta que fue hospedado por una familia musulmana posteriormente a su captura. Siempre que comían le daban preferencia ofreciéndole pan, mientras ellos comían solamente dátiles.
Cuando el Profeta, la paz y las bendiciones de Dios sean con él, ingresó a La Meca victorioso luego de derrotar al Quraish, se acercó a sus contendientes y les preguntó:
“¿Cómo esperan que los trate?”
Respondieron: “¡Eres un hermano noble e hijo de un hermano noble! No esperamos más que bondad de ti”.
Entonces, el Profeta anunció: “Les hablaré con las mismas palabras con las que Yusuf (el profeta José) se dirigió a sus hermanos:
No se les reprochará en este día, Dios los perdonará, Él es el más Misericordioso de los Misericordiosos. (Corán 12:92)
Váyanse, pues, en verdad son libres”.
En ese día, cuando la tolerancia y la compasión eran lo menos esperado, el Profeta dio un ejemplo de misericordia y perdón al liberar a todos los cautivos sin compensación y perdonándolos por la persecución y la tortura brutal e ininterrumpida hacia los musulmanes durante los primeros 13 años de la transmisión del mensaje islámico.
Todas las criaturas de Dios
Los animales no fueron ignorados, de hecho, se les adjudicó diversos derechos en el Islam. Por ejemplo, cuando el Profeta vio a un burro con su cara marcada, dijo:
“¿Acaso no escucharon que maldeciría a cualquiera que marcara o golpeara a un animal en el rostro?” (Sahih Muslim)
En una oportunidad, el Profeta contó que una mujer había sido enviada al Infierno debido a un gato que encarceló, sin alimentarlo ni permitirle cazar su propia comida. Por otro lado, el Profeta reveló que un hombre fue al Paraíso gracias a que en el desierto le dio agua a un perro que jadeaba sin aliento debido a la sed.
El Profeta prohibió que los cuchillos fueran afilados frente a los animales antes de su degüelle. Además, matar a un animal frente a otro está prohibido. Esto está claro en el siguiente dicho profético:
“Dios pide misericordia en todo; por ende, sé misericordioso cuando matas y cuando degüellas: afila tu hoja para aliviar su dolor”. (Sahih Al-Bujari)
Uno de los compañeros del Profeta relató este incidente: “Mientras viajaban con el Profeta encontraron un ave con sus pichones, así que los arrebataron de su madre. El ave acudió y empezó a agitar sus alas, el Profeta entonces preguntó:
‘¿Quién afligió a esta ave arrebatando a sus pichones? Retórnenlos inmediatamente’”. (Sahih Al-Bujari)
Los derechos de los animales fueron ratificados por el Profeta cuando él anunció que cualquiera que tomara un ser viviente como blanco sería maldecido. Forzar a los animales a pelear hasta que el uno dañe al otro también esta estrictamente vedado, pues los animales tienen sentimientos y esto definitivamente sería una tortura para ellos.
El concepto islámico de misericordia es holístico y hace hincapié en la interconexión de toda la creación consigo misma y con el Creador. La misericordia comienza con Dios y es otorgada por Él a cada criatura viviente. Tanto los animales y los seres humanos se muestran misericordia unos a otros, para convivir armoniosamente unos con otros, y a cambio, por manifestar dicha misericordia, reciben más misericordia aún de parte de Dios. Esta perspectiva del Islam incita al derrumbamiento de barreras entre las personas y es el fundamento sobre el cual tanto la vida como la civilización son construidas.