Introducción
El derecho civil o penal es el cuerpo de leyes que regula el poder del Estado para imponer castigos a las personas con el fin de hacer cumplir ciertas normas. Estas normas suelen proteger los intereses y valores públicos que la sociedad considera cruciales. Las leyes penales, por lo tanto, dan una idea de lo que una sociedad y sus gobernantes consideran sus valores fundamentales.
En vez de ser una formulación inequívoca y uniforme, la ley criminal islámica es un discurso académico que consiste de la opinión de eruditos religiosos, quienes discuten ―basados en el Corán, los relatos proféticos y el consenso de las primeras generaciones de sabios musulmanes― cuál debe ser la ley.
Los niveles de implementación de la ley penal islámica y de intervención de las autoridades ―como el qadi, el gobernante, y los funcionarios ejecutivos― han variado históricamente entre las regiones y entre las dinastías.
La aplicación de la ley penal islámica ha cesado, excepto en algunos casos, como el de Arabia Saudita. Su doctrina, sin embargo, sigue vigente, es estudiada por eruditos musulmanes, se la analiza y se la enseña a estudiantes.
Las cinco necesidades
El objetivo final de cada instrucción o ley en el Islam es asegurar el bienestar de la humanidad y crear una sociedad justa y equilibrada. Lo hace poniendo énfasis en el bien en este mundo y el éxito en el próximo, con el fin de establecer la equidad en la sociedad. Entendiendo esto, todas las leyes islámicas se pueden referir a cinco principios universales considerados necesarios para el bienestar humano. Ellos son la preservación de:
1. La vida.
2. La religión.
3. La razón.
4. El linaje.
5. La propiedad privada.
El código penal islámico también busca preservar estos cincos principios universales. Para explicarlo un poco más, la ley islámica de retribución tiene como objetivo cuidar la vida; el castigo por la apostasía, cuidar la religión; el castigo por consumir alcohol, la sanidad mental; las leyes contra la fornicación, la protección del linaje; y el castigo por robar, la protección de la propiedad privada. Para proteger estas necesidades, por ejemplo, se prescribe castigo para el robo en vía pública. De aquí surgen los castigos prescritos para los siguientes crímenes:
1. Transgresión contra la vida, sea por asesinato o asalto.
2. Transgresión contra la religión por apostasía.
3. Transgresión contra la razón al consumir intoxicantes.
4. Transgresión contra el linaje por la fornicación o incluso una falsa acusación de adulterio.
5. Transgresión contra la propiedad a través del robo.
6. Transgresión contra todas estas necesidades universales (robo a mano armada).
Características del sistema penal islámico
1. La belleza de las enseñanzas islámicas es que sus controles y equilibrios externos coinciden con la brújula moral de los seres humanos que sirve como elemento disuasorio interno. La Ley Islámica, cuando se ocupa de problemas sociales como la delincuencia, no se basa únicamente en la legislación y en medidas disuasivas externas en forma de castigos, sino que pone gran énfasis en la brújula interna y en la misma capacidad moral del ser humano. Hace esto desarrollando la consciencia desde la infancia para que puedan valorar los principios morales siendo adultos. El Islam promete la salvación a aquellos que hacen el bien, pero advierte a los que hacen el mal, inspirando así la fe en Dios, la esperanza en Su misericordia y el temor de Su castigo para renunciar a la conducta inmoral o a dañar a los demás, a la vez que inculca valores morales y un deseo de hacer el bien al prójimo.
2. El Islam crea una relación balanceada entre el individuo y la sociedad. Mientras que la ley divina protege a la sociedad al legislar castigos severos como disuasión contra el crimen, no marginaliza al individuo para el bien de los demás. Por el contrario, el Islam le da prioridad protegiendo las libertades y derechos individuales. Esto se logra proponiendo salvaguardas que no dejan excusa a la persona para recurrir a la actividad criminal. No se castiga sin antes preparar para el individuo una situación que conduzca a una vida virtuosa.
Formas de castigo
La Ley Islámica se basa en dos principios:
a) Principios básicos inalterables.
b) Leyes secundarias alterables.
Para los aspectos permanentes de la vida, la Ley Islámica estableció estatutos fijos. Para los que cambian y son afectados por el desarrollo de la sociedad y los avances en el conocimiento, la Ley Islámica provee fundamentos básicos y reglas universales que son aplicables a diversas situaciones y circunstancias sociales.
Cuando estos principios son aplicados al sistema penal, la Ley Islámica brinda textos claros que prescriben castigos preestablecidos para aquellos crímenes que existen en toda sociedad, ya que están atados a la naturaleza humana, la cual no cambia y es constante.
Al lidiar con otro tipo de crímenes, la Ley Islámica dictamina el principio general que lo prohíbe, pero deja el castigo para ser decidido por la autoridad política legítima. Dicha autoridad puede tener en cuenta las circunstancias del criminal y determinar la forma más efectiva de resguardar la sociedad.
De esta forma, los castigos en la Ley Islámica se dividen en tres tipos:
1. Castigos prescritos.
2. Retribución.
3. Castigos discrecionales.
Tipos de castigo en la Ley Islámica
1- Castigos prescritos para crímenes Hadd
Los crímenes hadd se definen como infracciones con castigos prescritos y obligatorios, que se basan en el Corán y la Sunnah del Profeta Muhammad (que la misericordia y las bendiciones de Allah sean con él). El principal propósito de la institución de estos castigos es desalentar la comisión de actos perjudiciales para la estructura de la sociedad.
Una marca distintiva de la ley de los crímenes hadd es que la doctrina ha hecho extremadamente difícil obtener una condena. Esto se logra por tres factores:
(1) Reglas estrictas sobre la evidencia para comprobar estos crímenes.
(2) Uso extensivo de la noción de shubha (incertidumbre) al determinar los crímenes para suspender el castigo estricto en la mayoría de los casos.
(3) Limitar la definición de crímenes que conllevan un castigo estricto prescrito, para que muchas otras infracciones similares caigan fuera del espectro y no sean castigadas con penas preestablecidas, sino solo bajo discreción de un juez.
Los crímenes con castigos preestablecidos son:
· Robo.
· Asalto a mano armada.
· Relación sexual ilegítima.
· Acusación sin fundamentos de relación sexual ilegítima (calumnia, difamación).
· Ingesta de alcohol.
· Apostasía
Apostasía es cuando un musulmán declara algo o comete una acción que lo saque del Islam. Su castigo fue establecido con el fin de ser un remedio para problemas que ocurrían en tiempos del Profeta Muhammad: un grupo de embaucadores abrazaban el Islam públicamente para luego abandonarlo, con el objetivo de crear incertidumbre entre los creyentes y hacer que la gente se cuestionara su fe. El Corán relata esta situación:
“Miembros de un grupo de la Gente del Libro se dicen entre sí: 'Al comenzar el día finjan creer en lo que se les ha revelado a los creyentes [el Islam], pero desacredítenlo al anochecer; tal vez así les sembremos dudas y renuncien a su fe’” (Corán 3:72).
El castigo prescrito para la apostasía fue impuesto para frenar ese comportamiento.
2- Retribución
Esta es otra forma de castigo en la Ley Islámica. Aquel que perpetra un crimen es castigado con el mismo daño que le causó a la víctima. Si mató a la víctima, se lo mata. Si cortó o dañó un miembro de la víctima, entonces su propia extremidad será cortada o dañada sin matar al criminal. Se usa a especialistas para determinar esto.
3- Castigos discrecionales
Estos son castigos que no están prescritos por la Ley Islámica. Se reservan para crímenes que traspasan los límites de Allah o de un individuo, pero para los cuales no se ha determinado un castigo o expiación en el Corán o la Sunnah. Son el tipo de castigo más flexible, porque tienen en cuenta las necesidades de la sociedad y las condiciones siempre cambiantes. La Ley Islámica ha definido diferentes tipos de castigos discrecionales, yendo desde reprimendas o latigazos, multas monetarias o prisión.
Objetivos del sistema penal islámico
Primer Objetivo: el Islam busca proteger a la sociedad del crimen. El comportamiento criminal desenfrenado hace que la sociedad sea insegura para vivir y pone en peligro su propia supervivencia si no se la controla. El Islam tiene como objetivo la cohesión y la seguridad social, para así promover la paz. Tiene ciertos castigos legislados que sirven para disuadir del crimen. Este propósito es mencionado en el siguiente versículo que trata sobre la retribución y sus efectos en la sociedad:
“En [la aplicación de] la retribución legal está [la preservación de] la vida, ¡oh, dotados de intelecto!, para que alcancen la piedad” (Corán 2:179).
Un criminal pensará dos veces si conoce las consecuencias negativas de su crimen. Estar consciente del castigo lo hará detenerse y abstenerse de cometerlo; esto ocurre de dos maneras:
a) Aquel criminal a quien ya se lo ha castigado por un crimen, seguramente no volverá a cometerlo.
b) En lo que respecta al resto de la sociedad, estar conscientes de los efectos del castigo los mantendrá alejados de cometer algún crimen.
Para impedir la conducta criminal, el Islam requiere que se anuncie cuándo será llevado a cabo el castigo públicamente, basado en el versículo del Corán:
“… Que un grupo de creyentes sea testigo cuando se les aplique la pena” (Corán 24:2).
Segundo Objetivo: el Islam realmente intenta reformar al criminal. El Corán menciona el arrepentimiento asociado a los crímenes para resaltar que la puerta al arrepentimiento siempre está abierta. En algunos casos, la religión hace del arrepentimiento un medio para ser absuelto de un castigo prescrito. Por ejemplo, en referencia al castigo por asalto a mano armada, Allah dice en el Corán:
“Pero quienes se arrepientan antes de ser apresados [y se entreguen voluntariamente] sepan que Dios es Perdonador, Misericordioso” (Corán 5:34).
Allah dice al respecto del castigo para la fornicación:
“... Pero cuando se arrepientan y enmienden, déjenlos en paz. Dios es Indulgente, Misericordioso” (Corán 4:16).
Allah dice luego de mencionar el castigo por falsa acusación:
“… excepto aquellos que se arrepienten luego y enmienden, pues Allah es Perdonador, Misericordioso”.
Allah también dice luego de mencionar el castigo prescrito para el robo:
“Pero a quien se arrepienta luego de cometer un delito o injusticia y enmiende, Dios lo perdonará, porque Dios es Perdonador, Misericordioso” (Corán 5:39).
Este objetivo es más relevante para los castigos discrecionales en los cuales el juez toma en consideración las circunstancias del criminal y lo que pueda asegurar su rehabilitación.
Tercer Objetivo: el castigo es un resarcimiento por el crimen. No es deseable tratar levemente a un criminal que amenaza la seguridad de la sociedad; debe recibir justa retribución. Es derecho de la sociedad en conjunto y de sus individuos estar seguros. El Corán menciona este objetivo junto con una serie de castigos. Por ejemplo, Allah dice:
“Al ladrón y a la ladrona [luego de un juicio justo] córtenles la mano en compensación por su delito” (Corán 5:38).
"El castigo para quienes hacen la guerra a [un pueblo que se gobierna por la ley de] Dios y Su Mensajero y siembran en la Tierra la corrupción es que [luego de un juicio justo] se los condene a muerte, se los crucifique, se les ampute una mano y el pie del lado opuestos, o se los condene al exilio" (Corán 5:33).