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Términos árabes





. Al Qadr: Decreto divino.





. Masyid: Palabra árabe para mezquita.





. Sadaqah: Caridad voluntaria.





. Sunnah: La palabra Sunnah tiene varios significados según el área de estudio; sin embargo, el significado que generalmente se le atribuye es: palabras, acciones y aprobaciones del Profeta.





. Surah: Capítulo del Corán.





. Iaum Al Qiiamah: Literalmente "el Día del Levantamiento", también conocido como el Día del Juicio. El Islam enseña que en este Día, todos los seres vivos serán resucitados y comparecerán ante Allah para el juicio final.





. Zakat: Caridad obligatoria.





La creencia en el Día del Juicio (también conocido como el Día de la Resurrección, el Último Día y, en árabe, Iaum Al Qiiamah) es uno de los seis pilares de la fe islámica. Esto significa que es un concepto que un musulmán debe creer y comprender. Básicamente los musulmanes creen que llegará un día en que el universo, tal como lo conocemos, será destruido y los muertos resucitarán para comparecer ante Allah, el Todopoderoso, y serán juzgados de acuerdo a sus acciones en esta vida. El objetivo final es ser aceptado en un Paraíso eterno.





"Quienes hayan creído y obrado rectamente serán los moradores del Paraíso donde vivirán eternamente" (Corán 2:82).





Mucha gente espera y anhela este Día trascendental con una mezcla de miedo y esperanza. Algunos creen que es algo lejano que no les concierne, y otros buscan los signos de la venida de este Día. La sura 21 del Corán reconoce la falta de consideración de muchos cuando dice: “Se aproxima la hora en que la gente deberá comparecer [ante Dios para ser juzgada], sin embargo se muestran indiferentes, lejanos” (Corán 21:1).





 Se han escrito innumerables libros, artículos y se han hecho videos sobre las señales del Día del Juicio sin saber exactamente qué creer y qué no creer. El objetivo de esta lección y la siguiente es exponer las señales del Día del Juicio de una manera simple e informal. Dos puntos importantes a tener en cuenta al leer o investigar sobre el Día del Juicio son los siguientes: En primer lugar, el conocimiento de las señales, pruebas y tribulaciones asociadas con el Día del Juicio debe derivarse del Corán y de la auténtica Sunnah del Profeta Muhammad; en segundo lugar, nadie sabe cuándo ocurrirá la Hora[1]: “Solo Allah sabe cuándo llegará la hora [el Día del Juicio]…” (Corán 31:34). La humanidad solo puede buscar sus señales.





El Profeta dijo: "La hora llegará cuando los líderes sean opresores, cuando la gente crea en las estrellas y rechace Al Qadr (decreto divino)[2], cuando la confianza se convierta en una forma de sacar un beneficio, cuando la gente dé Sadaqah a disgusto, cuando el adulterio se generalice; cuando esto suceda, entonces tu gente perecerá".





Señales menores


Las señales menores del Día del Juicio son aquellas que pueden ocurrir mucho antes de la llegada de este día. Suceden en el transcurso de los acontecimientos del mundo cotidiano, son numerosas y a menudo pasan desapercibidas, incluso ocurren repetidamente. Algunos eruditos han estimado que hay más de 100 señales menores del Día del Juicio. Contemplar los signos menores del Día del Juicio debe servir para recordar a los creyentes que Allah tiene conocimiento previo de todo lo que está ocurriendo y de lo que ocurrirá en el futuro. El conocimiento de Allah es vasto y superior, y Él es Conocedor de todo lo que hacemos, vemos o pensamos. Enumeraremos algunas de las señales menores más conocidas y le pediremos que considere si estos signos están sucediendo a su alrededor o si han sucedido en el pasado.





· El tiempo pasará rápidamente, las buenas obras disminuirán, la avaricia será añadida (en los corazones de la gente), las aflicciones aparecerán y habrá mucho al hary. Ellos dijeron: "¡Oh, Profeta de Allah! ¿Qué es al hary?". Él dijo: "¡Asesinatos! ¡Asesinatos!".





· La aparición común de actos obscenos, se trabajará para producir actos obscenos, se romperán los lazos de parentesco y se confiará en los que engañan.





· La desaparición del conocimiento y la aparición de la ignorancia.





· La riqueza abundará, será tan abundante que una persona rica se preocupará porque nadie aceptará su Zakat: cada vez que se lo ofrezca a alguien, esa persona dirá: "No lo necesito".





· La gente competirá entre sí en la construcción de edificios altos.





· Un hombre, al pasar junto a la tumba de alguien, dirá: "Ojalá yo estuviera en su lugar".





· Dos bandos de musulmanes se enfrentarán y habrá una masacre a gran escala entre ellos, y el reclamo de ambos será el mismo.





· La gente establecerá lazos con extraños y romperá relaciones con sus seres queridos.





· Los terremotos aumentarán.





· Cualquier ganancia se repartirá solo entre los ricos, sin beneficio para los pobres.





· La confianza se convertirá en un medio para obtener ganancias.





· Pagar el Zakat se convertirá en una carga.





· Los hombres obedecerán a sus esposas y desobedecerán a sus madres; y tratarán bien a sus amigos mientras rechazan a sus padres.





· Se alzará las voces en las mezquitas.





· El líder de un pueblo será el peor de todos.





· La gente tratará a un hombre con respeto porque teme algún mal que les pueda hacer.





· El uso generalizado de alcohol e intoxicantes.





· Las mujeres cantantes y los instrumentos musicales se harán populares[3]. 





        Cuando observamos el estado del mundo hoy en día, es fácil asociar las señales menores con acontecimientos mundiales pasados y presentes. El consumo de alcohol y el adulterio vienen a la mente fácilmente y no requieren explicación ni debate. Sin embargo, algunas señales despiertan la curiosidad y la reflexión, como la competencia por construir edificios altos. Lo animamos a investigar más con el fin de ampliar esta lista y conocer estas señales más a fondo.





En la siguiente lección, veremos las principales señales del Día del Juicio Final. Estos son signos que ocurrirán cuando ese Día esté a punto de llegar, y generalmente se piensa que son inusuales y de origen sobrenatural.





Las principales señales del Día del Juicio son aquellos eventos que ocurrirán poco antes de que el Día (del Juicio) comience. Son eventos extraordinarios y sobrenaturales y no ocurren repetidamente. Estos eventos son precursores del verdadero sonido de la Trompeta cuando la vida, tal como la conocemos, dejará de existir.





La aparición del Mahdi


Un hombre de los descendientes del Profeta Muhammad aparecerá y la religión de Allah prevalecerá. El Mahdi tomará el control de la Tierra y se llenará de justicia; la maldad y la opresión no existirán. Se dice en un hadiz auténtico que el nombre del Mahdi será como el nombre del Profeta Muhammad, y el nombre de su padre será como el nombre del padre del Profeta. Será un descendiente de Fátima, la hija del Profeta Muhammad, y aparecerá en el Este.





El Dayal (el Anticristo)


Este es un hombre de los hijos de Adán (un ser humano). Sus rasgos se mencionan en hadices auténticos; tendrá la tez áspera y el pelo rizado, y será tuerto, con el ojo derecho como una uva flotante. Entre sus ojos se escribirán las letras kaf - fa - ra (en letras separadas) o kafir (incrédulo), que todo musulmán, alfabetizado o analfabeto, será capaz de leer. También será el último de su linaje, estéril y sin hijos.





La fitnah (prueba, tribulación) del Dayal será la más grande de todas debido al poder que Allah le permitirá tener. Realizará grandes milagros, tanto asombrosos como confusos. Tendrá un paraíso y un infierno, pero su paraíso será en realidad un infierno, y viceversa. Tendrá ríos de agua y montañas de pan. Ordenará al cielo que llueva, y lloverá; y ordenará a la tierra que produzca sus frutos, y ella producirá sus frutos.





La destrucción del Dayal estará a cargo de Isa Ibn Mariam (Jesús): "El Dayal surgirá entre mi nación... y Allah enviará a Isa Ibn Mariam... y él lo perseguirá y lo destruirá”[1].





El descenso de Isa Ibn Mariam (Jesús, hijo de María)


Después de que el Dayal haya aparecido y haya causado fitnah por toda la Tierra, Allah enviará a Isa Ibn Mariam, quien descenderá en el lugar donde hay un minarete blanco al este de Damasco, Siria, apoyando sus manos en las alas de dos ángeles. Descenderá en el momento en que el iqamah para la oración se está haciendo, y rezará detrás del líder de esos orantes. El comentarista coránico Ibn Kazir resume varios ahadiz sobre el descenso de Isa Ibn Mariam cuando dice: "Isa Ibn Mariam descenderá antes del Día del Juicio Final como un líder justo y un gobernante equitativo".





Iayuy y Mayuy (Gog y Magog)


Iayuy y Mayuy son seres humanos, descendientes de Adam y Haua (Adán y Eva). Según las descripciones de la Sunnah, parecen pertenecer a la raza turco-mongola, con ojos pequeños, narices pequeñas y planas y rostros anchos. Su aparición al final de los tiempos es uno de los signos de la Hora: "[Cuando se aproxime el Último Día] serán liberados Gog y Magog, y se precipitarán desde todas las laderas [devastando cuanto encuentren a su paso]. La promesa de la verdad se acerca...” (Corán 21:96-97).





El hundimiento de la tierra


Esto significa que un lugar es tragado por la tierra y desaparece, como se describe en el Corán: "Hice que la tierra se tragara a Qarún y a su palacio..." (Corán 28:81). Tres de estos eventos ocurrirán:





Se dice que se producirán tres grandes desplazamientos de tierra o terremotos (tsunamis), uno en el Este, otro en el Oeste y otro en la Península Arábiga.





El humo 


Otro de los principales signos de la Hora será la aparición del "humo": "Aguarda el día en que el cielo traiga un humo visible que cubrirá a la gente. Ese será un castigo doloroso" (Corán 44:10-11).





El humo afectará tanto a los creyentes como a los incrédulos. Los creyentes se verán afectados como si estuvieran resfriados, mientras que los incrédulos quedarán inconscientes.   





La salida del sol del Oeste


"La Hora no comenzará hasta que el sol salga del Oeste; y cuando salga y la gente lo vea, todos creerán, pero entonces será cuando a una persona no le beneficiará creer si no creyó antes ni realizó buenas obras a causa de su fe"[2].





La salida del sol por el Oeste creará un gran dilema sobre la tierra. Parece estar totalmente en contra de las leyes del universo y eso demuestra el gran poder de Allah. En ese momento se cerrará la puerta al arrepentimiento; por eso, la creencia y el arrepentimiento antes de este fenómeno es esencial.





La aparición de la Bestia sobre la Tierra


"Hay tres cosas que, una vez que suceden, no le beneficiará a una persona creer si no creyó antes ni obró correctamente a causa de su fe: la salida del sol del Oeste, el Dayal y la Bestia de la Tierra"[3].





Hay muchas opiniones sobre de dónde vendrá esta bestia y qué apariencia tendrá. Sin embargo, todos están de acuerdo en que la Bestia es una enorme criatura que saldrá de la Tierra, no es humana. Distinguirá a la gente y declarará quién es un creyente y quién es un incrédulo.





El fuego que reunirá a la gente


La última señal en nuestro análisis es el gran fuego que aparecerá desde la dirección de Yemen. Será un fuego enorme que llevará a la gente al lugar de reunión. Se tocará la Trompeta y comenzará el gran Día del que no hay escapatoria.





Eventos en el Día del Juicio





Términos árabes:





·       Hadiz (plural: ahadiz): Es un relato o una historia. En el Islam se refiere a un registro narrativo de los dichos y acciones del Profeta Muhammad y sus compañeros.





·       Rakah: Unidad/ciclo de la oración.





EventsOnDayofJudgment1.jpgAntes de que podamos examinar los eventos que Allah dice que ocurrirán en el Día del Juicio, debemos preguntarnos cuándo será ese día. Y no somos la primera generación en hacer esa pregunta. Se le preguntó muchas veces al Profeta Muhammad cuándo llegaría ese Día. La respuesta hoy ―aunque hemos logrado avances notables en todas las formas del conocimiento, en particular en tecnología y ciencia― sigue siendo la misma: solo Allah sabe cuándo será la hora en que comience el Día del Juicio. Cuando el ángel Gabriel se acercó al Profeta disfrazado de beduino, una de las preguntas que hizo fue sobre la Hora. El Profeta Muhammad le respondió: “El interrogado no sabe al respecto más que el interrogador”.





“Te preguntan acerca de la Hora [del Juicio]. Diles: 'Solo Dios tiene el conocimiento de cuándo será; no sé si la Hora esté cercana'” (Corán 33:63).





“El Día de la Resurrección es indubitable, y nadie, salvo Dios, sabe cuándo llegará” (Corán 20:15).





Allah nos oculta la fecha del Día del Juicio. Esta aleya debería ser suficiente para indicarnos que esto será una ocasión trascendental de proporciones gigantescas. Aunque no sabemos cuándo será el Día del Juicio, Allah y Su Mensajero, Muhammad (que la misericordia y las bendiciones de Allah sean con él) han descrito con detalles lo que sucederá ese Día. En esta y en las siguientes dos lecciones, describiremos los eventos del Día del Juicio tal y como se mencionan en el Corán y en los ahadiz auténticos.





El toque de la Trompeta.


El Día del Juicio llegará de repente sobre la humanidad. No importa lo bien informado o interesado que esté alguien en las señales que lo precederán, su comienzo será una sorpresa. La trompeta sonará y la gente escuchará un sonido tan terrible que las montañas y la Tierra misma se derrumbarán convirtiéndose en polvo.





“Cuando la Trompeta sea soplada una primera vez y la tierra y las montañas sean elevadas y choquen unas contra otras, entonces ocurrirá el suceso” (Corán 69:13-15).





Allah dice que será un solo rugido, un sonido continuo que no cesará hasta que todo haya perecido (Corán 38:15). Será seguido por un segundo toque de la Trompeta. He aquí que Allah nos dice que todos los que hayan vivido alguna vez se encontrarán de pie, mirando fijamente y conmocionados por los acontecimientos:





“Será soplada la Trompeta y todos los que estén en los cielos y en la Tierra perecerán, excepto quien Dios quiera; luego será soplada por segunda vez y [todos resucitarán] poniéndose de pie [para ser juzgados]. Entonces verán” (Corán 39:68).





La Resurrección.


La Trompeta suena, la Tierra se enrolla como un pergamino y los muertos resucitan. Los huesos y las partes del cuerpo se unen, los cerebros comienzan a trabajar. La humanidad es devuelta a Allah. Toda la humanidad estará muerta, aquellos que murieron antes de que sonara la Trompeta y los que mueran en el evento cataclísmico que nivelará la Tierra en un plano. El Día del Juicio comenzará. La gente se levantará en grupos, mirando hacia adelante.





“Toda alma probará el sabor de la muerte, y luego ante Mí han de comparecer” (Corán 29:57).





“¿Acaso cree el ser humano que no volveré a reunir sus huesos? ¡Claro que sí! Soy capaz incluso de recomponer sus huellas digitales” (Corán 75:3-4).





Una vez que el impacto inicial de ser devuelto a la vida comience a desaparecer, la realidad de la situación comenzará a establecerse. El velo del mundo físico habrá sido eliminado. Las obras que hicimos estarán puestas para que las veamos. “Quien haya realizado una obra de bien, tan pequeña como un átomo, la encontrará registrada. Y quien haya realizado una mala obra, tan pequeña como un átomo, la encontrará registrada” (Corán 99:7-8). Otra promesa de Allah cumplida. Algunas personas estarán contentas con su situación, otras comenzarán a temblar de miedo.





Las obras de una persona determinarán el tiempo de su comparecencia, todos estarán descalzos, desnudos y sin circuncidar. Los hadices nos dicen que esta situación de temor podría durar hasta 50.000 años[1], pero para una persona piadosa puede ser tan poco como el tiempo que toma hacer dos rakas de oración. Las personas que esperen se asustarán, sus corazones latirán como tambores en sus pechos y oídos. Correrán como si estuvieran en estado de ebriedad, y no se preocuparán por nadie más que por sí mismos. Los padres, cónyuges e hijos quedarán olvidados por mucho tiempo. Presas del miedo, comenzarán a cuestionar su situación.





“Y entonces dirá: ‘¡Oh, Señor mío! ¿Por qué me has resucitado ciego, si antes veía?’. Dirá [Dios]: ‘Así como cuando te llegaron Mis signos los ignoraste, hoy tú serás ignorado’” (Corán 20:125).





El Profeta Muhammad nos informa que en el Día del Juicio, el sol estará justo sobre la humanidad, apenas a una milla de distancia, y la gente transpirará de acuerdo a sus obras[2]. Para algunos, no habrá temor y Allah les brindará sombra. Siete tipos de personas recibirán sombra en el Día en que no habrá sombra, estos son: un líder justo, una persona cuyo corazón está ligado a la mezquita, una persona educada para obedecer a Allah, dos personas que se aman únicamente por Allah, una persona que mencionó a Allah y lloró, una persona que dio caridad en secreto, y una persona que estuvo tentada a cometer pecado con alguien del sexo opuesto, pero se resistió diciendo que temía a Allah[3].





Las personas permanecerán de pie en una gran llanura abierta, y comenzarán a gritar: “¿Dónde está Allah para juzgarnos?”.





Esperando lo que viene








En el Día del Juicio, después de que suene la Trompeta y resuciten los cuerpos de toda la humanidad, la gente se parará en una llanura abierta, esperando que comience el juicio. Estarán angustiados. El shock inicial disminuirá, pero sus corazones permanecerán llenos de miedo y remordimiento. Estarán confundidos, incapaces de creer lo que ven. Allah nos dice que este será un momento “cuando la vista quede aturdida, se eclipse la luna y se junten el sol y la luna” (Corán 75:7-9). La gente está reunida bajo una luz espeluznante, esperando y esperando. Este será un día en el que los cielos se dividirán en dos y “…los ángeles desciendan del cielo, uno tras otro” (Corán 25:25).





Los ángeles serán enviados en filas, un gran descenso como lo describe el Corán. Tanto la gente como los ángeles estarán esperando el juicio, y el tiempo no se comportará como la gente supone. La espera parecerá interminable, ¿alguna vez terminará?





“Los ángeles estarán en sus confines, y ocho serán los que portarán el Trono de tu Señor ese día. Ese día ustedes comparecerán [ante Dios], y ni la más secreta de sus obras quedará oculta” (Corán 69:17-18).





En este Día, incluso aquellos cuya luz brille en sus rostros, temerán presentarse ante Allah, y aquellos que estarán a la sombra por la gracia de Allah seguirán temiendo la ocasión trascendental. La angustia de la gente en este Día de Rendición de Cuentas se hará tan intensa, que correrán hacia los profetas pidiendo su intercesión, y Le pedirán a Allah que comience el juicio.





Los profetas[1]


Las personas se reunirán en grupos o individualmente, sin preocuparse por los que los rodean. “¡Quién nos ayudará!”, gritarán y se dirigirán a los profetas. Correrán hacia Adán, el padre de la humanidad, y rogarán por su intercesión en su nombre, pero Adán también tendrá miedo. Dirán: "Por favor, Adán, tú eres ante quien los ángeles se prosternaron"; pero Adán (la paz sea con él) responderá: "Yo mismo", y le dirá a la gente que su Señor está enojado como nunca antes, y que vayan con el Profeta Abraham.





La gente acudirá a Abraham y le suplicará: “Tú eres el amado de Allah, por favor, pídele que comience a juzgar”. Abraham responderá tal y como lo hizo Adán: “Yo mismo. Hoy mi Señor está enojado como nunca antes, vayan con Moisés”. Entonces irán con el Profeta Moisés, rogándole que el juicio comience. En medio del dolor mental y físico, el sudor goteará por sus cuerpos, los corazones palpitarán, la gente continuará en su intento, pero Moisés los enviará con el Profeta Jesús. Cada Profeta tendrá miedo de Allah y estará preocupado por su propio castigo.





La gente, entonces, se dirigirá al Profeta Jesús rogándole su ayuda: “Fuiste creado por el mandato de Allah, hablaste con la gente desde bebé, ¡intercede por nosotros ante tu Señor!”. El Profeta Jesús les responderá exactamente del mismo modo que los otros. Aunque él es el siervo de Allah, y aunque fue ascendido hacia Allah después de su tiempo en esta Tierra, el Profeta Jesús también estará preocupado con su propio juicio. “Yo mismo. Hoy mi Señor está enojado como nunca antes, así que vayan con Muhammad, el último Profeta”.





La gente se apresurará hacia el Profeta Muhammad y le dirán: “Eres el último de los profetas y nuestra última esperanza. ¡Por favor, pídele a Allah que comience el juicio!”. Él responderá: “Iré, iré”.





Lo que sucede a continuación se puede encontrar en un hadiz auténtico. El Profeta Muhammad va con su Señor, Allah. 





“Entonces le pediré permiso a mi Señor y Él me dará permiso, y Él me inspirará con palabras de alabanza, con las que Lo alabaré, palabras que desconozco ahora. Así que Lo alabaré con esas palabras y me prosternaré ante Él. Él dirá: ‘¡Oh, Muhammad! Levanta tu cabeza; pide, porque se te dará, e intercede, porque tu intercesión será aceptada’. Levantaré mi cabeza y diré: ‘Mi Ummah, ¡Oh, Señor! Mi Ummah, ¡Oh, Señor!’…”[2].





Esto es lo que se conoce como la intercesión mayor, es Al Maqam Al Mahmud, el Profeta Muhammad intercederá por la gente para que Allah los libre de los horrores y comience el juicio.





“... También, levántate parte de la noche a realizar oraciones voluntarias, para que tu Señor te conceda el rango de Al Maqam Al Mahmud” (Corán 17:79).





El Infierno y el Paraíso serán acercados


Antes de que el juicio comience, el Infierno será acercado. Los ángeles y toda la humanidad estarán de pie, esperando, cada vez más angustiados, preocupados solo por sí mismos, pidiendo ayuda, y el Infierno se les acercará. La gente ya estará angustiada al punto de la histeria, pero quienes estén comenzando a darse cuenta de cuántos pecados cometieron, se desmayarán ante las visiones y los sonidos que emanarán del Infierno.





“Y sea traído el Infierno. Ese día el hombre recordará sus obras, pero de nada le servirá” (Corán 89:23).





El Profeta dijo: “El Infierno será arrastrado con setenta mil riendas en ese día ante las personas, cada rienda será sostenida por setenta mil ángeles”[3].





“El Infierno será expuesto ante los extraviados. Se les preguntará [a los idólatras]: '¿Dónde está lo que adoraban en lugar de Dios? ¿Acaso pueden ellos socorrerlos o siquiera defenderse a sí mismos?'” (Corán 26:91-93).





Para aplacar el temor de aquellos que no tienen nada que temer, los creyentes rectos, Allah también ordenará que sea acercado el Paraíso y estará lo suficientemente cerca para que la gente vea las imágenes y escuche los sonidos que esperan para deleitar a quienes merecen la dicha eterna.





“Y el Paraíso será presentado a los piadosos, y no estará distante. [Será dicho:] 'Esto es lo que se había prometido para todos los que vuelven a Dios, son cumplidores'” (Corán 50:31-32).





La nueva vida eterna de cada persona está por comenzar. Este es el Día del Juicio. Toda la humanidad será juzgada por Allah de acuerdo a sus creencias y sus obras. Esta es la culminación del mensaje de todos los profetas: adorar solo al Dios Único y saber que un día seremos responsables de todo lo que digamos y hagamos. Ese día habrá llegado. Será impactante, toda la humanidad estará reunida, de pie y asombrados. ¿Qué pasa ahora?





 “Les he advertido de este castigo inminente. Ese día cada ser humano ha de contemplar sus obras, y entonces dirá quien haya desmentido el Mensaje: '¡Ojalá fuera polvo [para no ser juzgado]!'" (Corán 78:40).





Las balanzas de la justicia


Las balanzas de la justicia serán puestas y cada obra será pesada y contabilizada.





Ninguna obra, ni siquiera del peso de un átomo, será pasada por alto, ni siquiera el rumor que fue olvidado ni la palabra amable que fue dicha sin pensar.





 “Quienes realicen una buena obra serán recompensados como si hubieran hecho diez obras buenas. En cambio, la mala obra será computada como una sola, y nadie será tratado injustamente” (Corán 6:160).





El Profeta Muhammad (que la misericordia y las bendiciones de Allah sean con él) también nos recordó la misericordia de Allah. Dijo: "No hay nada que sea puesto en la balanza que pese más que una buena conducta. Aquel que tenga una buena conducta alcanzará de ese modo el estatus de quien ayuna y ora (mucho)"[1].





El libro de las obras


"… '¡Ay de nosotros! ¿Qué clase de registro es este, que no deja de mencionar nada, ni grande ni pequeño?' Encontrarán mencionado todo cuanto hayan cometido, pero tu Señor no oprimirá a nadie" (Corán 18:49).





Cada persona recibirá un libro en su mano derecha o izquierda. Todo lo que hacemos en este mundo ha sido registrado por los ángeles. Lo bueno y lo malo, cosas que hemos olvidado o en las que jamás hemos pensado, todo está registrado y Allah puede decidir preguntarnos acerca de cada palabra. Aquellos que reciban su libro en la mano derecha comenzarán a relajarse y se sentirán felices y honrados.





“Quien reciba el registro de sus obras en su mano derecha tendrá un juicio fácil, y [una vez terminado] se reunirá jubiloso con su gente [en el Paraíso]. Mientras que quien reciba el registro de sus obras por detrás de su espalda, suplicará ser destruido definitivamente. Pero será arrastrado al castigo del Infierno” (Corán 84:7-12).





 Lamentablemente, muchos recibirán su libro en la mano izquierda o por la espalda, y el miedo aumentará.





La rendición de cuentas


Lo primero por lo que se le preguntará a cada persona será por su oración. La oración es lo que se conoce como uno de los derechos que le debemos a Allah. Cada persona será cuestionada sobre la calidad de sus oraciones. Esto está confirmado y reforzado por las palabras del Profeta Muhammad.





Está registrado en un hadiz auténtico que el Profeta Muhammad dijo: “Lo primero sobre lo que la gente tendrá que rendir cuentas en el Día del Juicio es la oración, Allah les dirá a Sus ángeles (aunque ya lo sepa): ‘Vean las oraciones de Mis siervos. ¿Están completas o no?’. Si están completas, se escribirán como completas, si no, Allah dirá: ‘Vean si Mi siervo tiene oraciones voluntarias’; si las tiene, Allah dirá: ‘Completa la escasez en sus oraciones obligatorias con sus oraciones voluntarias’. Luego, el resto de sus obras será tratado del mismo modo”[2].





Las palabras del Profeta Muhammad nos ayudan a hacernos una imagen muy clara en nuestras mentes de lo que nos sucederá cuando estemos frente a Allah en el Día del Juicio. Él también dijo: “Allah le preguntará al hijo de Adán acerca de cinco cosas: Cómo vivió su vida, cómo utilizó su juventud, por qué medios obtuvo su riqueza, cómo gastó su riqueza, y qué hizo con su conocimiento”[3].





Deberíamos estar agradecidos por poder prepararnos adecuadamente antes de que ocurra el gran Día, pues ya incluso sabemos el tipo de preguntas que se nos harán y el comportamiento sobre el que se nos interrogará. El buen creyente se prepara para este evento difícil, para no estar entre aquellos cuyas partes del cuerpo testificarán en su contra.  





"El día que sus propias lenguas, manos y pies atestigüen contra ellos por lo que cometieron” (Corán 24:24).





“Dirán a sus pieles: '¿Por qué atestiguan contra nosotros?'. Les responderán: 'Nos hizo hablar Dios, Quien hace hablar a todas las cosas'" (Corán 41: 21).





Cruzando el Sirat


Después del interrogatorio y la rendición de cuentas, todas las personas cruzarán el Sirat, que es un puente más afilado que una espada y más delgado que un cabello[4]. No habrá allí luz natural, pero cada persona será guiada por su propia luz. La luz brillará con un brillo que dependerá de la piedad y la bondad de la persona.





Algunos lo cruzarán en un abrir y cerrar de ojos, otros lo cruzarán como un rayo, otros como una estrella fugaz, y algunos como un caballo galopando. Quien tenga poca luz se arrastrará boca abajo, sus manos y pies se resbalarán y se aferrará al puente de nuevo. Por fin, lo atravesará a rastras[5].





El puente tiene ganchos que rayarán y atraparán a las personas, haciendo que caigan al Infierno. Quienes crucen con éxito el puente, entrarán al Paraíso. El Día del Juicio finalizará cuando las personas ya hayan sido juzgadas y hayan atravesado el puente. Como creyentes, debemos tener en cuenta que Allah nos ha dado el mapa con el camino al Paraíso, nos ha mostrado los escollos. El Día del Juicio puede convertirse en una prueba fácil para el creyente si sigue la guía dada en el Corán y en la Sunnah auténtica del Profeta Muhammad.





El interrogatorio en la tumba


Términos árabes:





·       Hadiz (plural: ahadiz): Es un relato o una historia. En el Islam se refiere a un registro narrativo de los dichos y acciones del Profeta Muhammad y sus compañeros.





·       Sahabah (plural de sahabi): Se traduce como "compañeros". Un sahabi, como se utiliza comúnmente la palabra en la actualidad, es alguien que vio al Profeta Muhammad, creyó en él y murió como musulmán.





·       Barzaj: Estado intermedio entre esta vida y la resurrección.





·       Ghaib: Lo oculto, invisible o desconocido.





QuestioninginGrave1.jpgLa tumba es la morada del cuerpo después de la muerte, y la muerte es algo que todos experimentaremos. No se puede negar ni esconder este hecho. La muerte vendrá a todos y cada uno de nosotros. Algunos morirán más temprano que otros en su vida, según la voluntad de Allah, pero todos los que viven morirán a su hora señalada, ya sea que estén entre los piadosos o los malvados. Por lo tanto, es importante que todos y cada uno de nosotros entienda lo que ocurrirá después de morir. Morimos y somos sepultados, pero ese no es el final, al contrario, es solo el comienzo.





“Todo ser probará el sabor de la muerte...” (Corán 3:185).





Los profetas de Allah convocaron, cada uno a su propio pueblo, a adorar únicamente a Dios, Allah Todopoderoso, y también enseñaron a la gente a creer en la vida después de la muerte. Esto fue pensado como un concepto de suma importancia, tanto que el hecho de no creerlo dejó sin sentido a todas las creencias. De acuerdo con esto, uno de los pilares de la fe es creer en la vida después de la muerte. Esa vida a menudo se conoce como el Más Allá, y la primera etapa del Más Allá es la vida en la tumba.





En un hadiz auténtico, el Profeta Muhammad dijo: “La tumba es la primera etapa del Más Allá…”[1]. Con esto en mente, es importante recordar que esta vida mundanal es una serie de pruebas y tribulaciones que determinan nuestro lugar en el Más Allá. Todos los actos son registrados y forman la base de cualquier castigo o recompensa que una persona está destinada a recibir.





“Es lo que merecen en retribución por sus obras, porque Dios no es injusto con Sus siervos” (Corán 3:182).





“Ese es el Paraíso que han heredado en recompensa por las obras que solían hacer” (Corán 43:72).





La vida en la tumba a menudo se denomina la vida en el Barzaj. Barzaj significa, literalmente, obstáculo, impedimento, o algo que separa una cosa de otra, como en la siguiente descripción en el Corán:





“Hizo que las dos grandes masas de agua se encuentren, pero dispuso entre ambas una barrera (barzaj) que no transgreden” (Corán 55:19-20).





Como tal, es una barrera que no puede ser cruzada excepto con el permiso de Allah. En el contexto de la vida y la muerte, Barzaj es el período entre la muerte de una persona y su resurrección en el Día del Juicio. La naturaleza de la vida en el Barzaj es un asunto del ghaib y, por lo tanto, sus detalles solo los conoce Allah. Sin embargo, Allah reveló algunos asuntos del ghaib al Profeta Muhammad y él, a su vez, nos los transmitió.





Después de cualquier entierro, el Profeta Muhammad les recordaba a sus compañeros que pidieran perdón por su hermano o hermana, y que Le pidieran a Allah que permanecieran firmes en el momento del interrogatorio[2]. Esto debido a que el Profeta Muhammad dijo que lo que vendría después del entierro podría ser muy difícil. Después de informarles a sus sahabi que la tumba es la primera etapa del Más Allá, el Profeta Muhammad les dijo: “… si uno encuentra la salvación (en esta etapa) las siguientes (etapas) le resultarán fáciles; y si no encuentra la salvación en ella, lo que sigue le será muy difícil”. La amada esposa del Profeta Muhammad, Aisha, recordó que él solía buscar refugio en Allah del tormento y las tribulaciones de la tumba[3]. Y es entendido por los eruditos del Islam que las tribulaciones se refieren al interrogatorio.





Por lo tanto, sería pertinente para nosotros seguir su ejemplo y buscar refugio en Allah de ser castigados en la tumba. El mismo Profeta Muhammad, en un hadiz relativamente largo, pero muy descriptivo e informativo, explicó muy claramente qué sucederá antes del interrogatorio. Este era un tema en el que estaban muy interesados los sahabah, y ellos se describían a sí mismos como si estuvieran sentados como pájaros, queriendo decir que estaban quietos y en silencio mientras escuchaban al Profeta Muhammad hablar sobre la vida en la tumba[4].





“Cuando el siervo creyente está a punto de abandonar este mundo y entrar en el Más Allá, se le acercan ángeles con rostros blancos como el sol, que se sientan a su alrededor hasta donde alcanza la vista. Traen consigo sudarios y también perfumes del Yannah (el Paraíso). Entonces, llega el Ángel de la muerte y se sienta a su cabeza, y le dice: ‘¡Oh, alma buena!, pídele a Allah Su perdón y Su complacencia’. Entonces, el alma sale fácilmente como una gota de agua de la boca de un odre. Cuando el ángel la atrapa, ellos no la dejan en su mano por un instante antes de tomarla y ponerla en ese sudario con ese perfume, y de ella sale una fragancia como el mejor almizcle de la faz de la Tierra. Entonces, ascienden, y no pasan por ningún grupo de ángeles sin que digan: ‘¿Quién es esta alma buena?’, y ellos les responderán: ‘Es fulano, el hijo de zutano’, llamándola por los mejores nombres con que fue conocido en este mundo, hasta que lleguen al primer cielo. Pedirán que se les abra y se les abrirá, y (el alma) será bienvenida y acompañada hasta el siguiente cielo por los más cercanos a Allah, hasta que alcancen el séptimo cielo. Entonces, Allah dice: ‘Registren su lugar en el libro y regrésenla a la Tierra, porque de ella los creé y a ella los devolveré, y de allí los sacaré de nuevo’. Así que el alma se reúne con su cuerpo y allí se le acercan dos ángeles que hacen que se siente'”.


La escena para los incrédulos es muy diferente. Los ángeles se acercan al incrédulo “…con rostros negros, llevando un sayal, y se sientan a su alrededor hasta donde alcanza la vista. Entonces llega el Ángel de la muerte y se sienta a su cabeza, y dice: ‘¡Oh, alma malvada!, ven a la ira de Allah y Su enojo’. Entonces, su alma se dispersa dentro de su cuerpo y luego sale cortando las venas y los nervios, como un espetón pasando por lana mojada. Cuando él la agarra, ellos no la dejan en su mano por un instante antes de tomarla y ponerle ese sayal, y de allí sale un hedor como la fetidez más desagradable de un cuerpo muerto sobre la faz de la Tierra. Luego ascienden y no pasan por ningún grupo de ángeles sin que les pregunten: ‘¿Quién es esa alma malvada?’; y les responden: ‘Es fulano, hijo de mengano’, llamándola por los peores nombres con que fue conocida en este mundo, hasta que llegan al primer cielo. Pedirán que se les abra y no se les abrirá. Entonces, Allah registra que su lugar está en las profundidades más bajas del Infierno.





Una vez el alma se ha reunido con el cuerpo, la persona muerta es visitada en su tumba por dos ángeles. En un hadiz auténtico, el Profeta Muhammad nos dice que estos ángeles son negros y azules, y se llaman Munkar y Nakir. Los ángeles harán tres preguntas que afirmarán la fe de una persona, y a la vez, mostrarán su piedad o maldad. Esta es una etapa muy importante, porque establece la escena para la vida entera de la persona en el Más Allá. Los ángeles preguntarán: ¿Quién es tu Señor?, ¿cuál es tu religión? y ¿quién es tu Profeta?, o como dice en algunos ahadiz, la tercera pregunta será: ¿Quién es este hombre que fue enviado entre ustedes? Como pueden ver, estas preguntas se refieren a asuntos de fe. Si una persona responde: mi Señor es Allah, mi religión es el Islam, mi Profeta es Muhammad… una voz clamará desde el cielo: “Mi siervo ha dicho la verdad, así que prepárenle una cama del Paraíso y ropa del Paraíso, y ábranle una puerta al Paraíso”. Si el difunto no sabe la respuesta correcta a las preguntas, entonces una voz gritará desde el cielo: “Prepárenle una cama del Infierno y ropa del Infierno, y ábranle una puerta al Infierno”.





El interrogatorio confirma exactamente lo que una persona ha entendido desde el momento de la muerte. El bien realmente será recompensado y el mal será castigado. Así, el creyente es recompensado de inmediato con una apertura que aparece en su tumba. A través de esa apertura, la persona puede ver la grandeza y las bondades que le esperan en el Paraíso. Sus buenas obras se le acercarán en la forma de un hombre guapo, bien vestido y perfumado. La tumba se le ampliará hasta donde el ojo pueda ver, estará bien iluminada y llena de vegetación. Deseará contarle a su familia su buena ventura. El creyente dormirá plácidamente en su tumba. El Profeta Muhammad mencionó en un hadiz que al creyente se le pedirá que mire su lugar en el Infierno y que entienda que este ha sido cambiado por un lugar en el Paraíso, "así que mirará ambos, y entonces su tumba se ampliará para él a una distancia de setenta codos, y se llenará de vegetación hasta el Día de la Resurrección”.





En contraste, la tumba de los desobedientes se llenará de oscuridad. El castigo del incrédulo comienza con sus malas obras que se le acercan en la forma de un hombre de aspecto repulsivo, y una apertura a través de la cual podrá ver la fealdad del Infierno.





La recompensa y el castigo son motivadores poderosos, y la idea de pasar un tiempo no especificado siendo castigado incluso antes del Día del Juicio, es algo terrible.





El Profeta dijo: “Cuando uno de ustedes muere, su morada eterna le es mostrada cada mañana y cada noche. Si es de la gente del Paraíso, entonces es una de las personas del Paraíso, y si es de la gente del Infierno, entonces es una de las personas del Infierno, y se le dice: ‘Esta es tu morada hasta que Allah te levante en el Día de la Resurrección”.





Imagínese escuchar esas palabras: "Esta es tu morada hasta que Allah te levante en el Día de la Resurrección". Este es un momento que podría estar lleno de alegría o de desesperación, ya que el tiempo puede ser largo o corto, como lo quiera Allah. Hemos sido advertidos, y los eventos de ese día han sido claramente establecidos para nosotros. Quienes sean sabios, prestarán atención.


 



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