LOS DESAFÍOS QUE ENFRENTAN LAS MUSULMANAS CONVERSAS CUANDO SE TRATA DEL MATRIMONIO


Escrito por Umm Suhayb

Para muchas mujeres que optan por convertirse al Islam, aprender a rezar, renunciar a ciertos alimentos y vestirse de manera diferente son algunos de los desafíos que in sha’ Allah encontrarán fáciles de superar. Lo siguiente en boca de consejeros bien intencionados es el recordatorio de que el matrimonio es «la mitad de nuestro din» y no hay razón para retrasarlo. Pero para las mujeres musulmanas conversas, ¿es así de simple? ¿Cómo va a encontrar a alguien adecuado? Y si la pareja potencial no es otro converso, ¿cómo lidiarán con las diferencias culturales?

ENCONTRAR UNA POSIBLE PAREJA


Para las mujeres conversas, encontrar una posible pareja matrimonial en realidad no es muy difícil. Para ser sincera, una mujer musulmana conversa generalmente atraerá a muchos hombres musulmanes porque es probable que ella esté practicando su din completamente, o porque piensen que pueden guiarla, o por otras razones no religiosas (como el racismo positivo). Por otro lado, puede haber oposición del lado de algunos hombres musulmanas, tal vez porque su familia desconfía de alguien que no fue criado como musulmán, o porque quieren casarse dentro de su propia cultura por temor a posibles conflictos culturales, o lo que otras personas puedan pensar.

La hermana Asiya, sin embargo, señaló sabiamente que el primer desafío real para una mujer conversa es encontrar un wali (ya que es poco probable que ella tenga parientes/guardianes musulmanes): «Ese hombre tiene que ser tan bueno como el marido que estás buscando, tanto en práctica como en comprensión del Din (religión), de buen carácter, y debe entender que no solo está allí para casarte, sino que te está entregando como una amanah ante Allah. También es su deber intervenir y apoyar si surgen problemas en el matrimonio. Después de eso, buscar un esposo debería ser fácil, porque tu wali se tomará en serio su obligación de encontrar un esposo musulmán practicante de confianza”.

¿MEJOR CASARSE CON OTRO CONVERSO?


Entre muchos musulmanes nacidos, casarse dentro de su propia cultura o nacionalidad es un hecho, y casarse con un primo no es raro. ¿Pero es lo mismo para los conversos? ¿Eligen a alguien similar a ellos? La hermana Klaudia compartió su opinión: «Personalmente, no creo que casarse con un converso sea mejor que casarse con un ‘nativo’ o viceversa, sino que es importante encontrar a alguien de mente abierta». Sin embargo, la hermana Anna* cree que las conversas deberían tratar primero de encontrar a alguien de su propio origen: «Creo que casarse con alguien de la misma cultura, como dos conversos del mismo país, es mucho más fácil para la convivencia que los matrimonios interculturales».

En general, sin embargo, los conversos masculinos son mucho menos comunes que las mujeres, por lo que es probable que una mujer musulmana conversa se case con alguien que ha sido musulmán toda su vida. Además, muchas mujeres conversas abrazan el Islam después de haberse casado con un hombre musulmán, o conocen a sus futuros esposos musulmanes antes de entrar en el Islam.

SUPERANDO LAS DIFERENCIAS


La hermana Anna* y su esposo tuvieron que superar ciertas diferencias culturales en los primeros días de su matrimonio: “Alhamdu lillah, tenemos un matrimonio feliz y más o menos, manejamos las diferencias culturales…especialmente entre una conversa criada en la cultura occidental, individualista y un musulmán nacido de una sociedad colectivista».

La hermana Laura compartió su opinión sobre los desafíos de casarse con una familia de otro país: «A veces hay presión para que la conversa adopte la cultura de su esposo si él es de un país de mayoría musulmana y ella no lo es, aunque muchas de esas prácticas no son necesariamente islámicas. Se le podría decir, o podría sentir, después de su conversión, que la cultura en la que creció es totalmente negativa y no islámica y, por lo tanto, debe ser abandonada. Su esposo y/o suegros podrían esperar que ella comience a hacer las cosas como las mujeres hacen las cosas en su país, incluso si muchas cosas son cuestiones de opinión y hábito, no una obligación islámica”.

La hermana Asiya aclara lo que cree que realmente importa: “Nacionalidad/etnia, etc., no hay diferencia. Se trata del carácter [del marido] y su din».

¿QUÉ PASA SI YA ESTABAS CASADA ANTES DE ABRAZAR EL ISLAM?


Esto trae un escenario muy difícil ya que a una mujer musulmana no se le permite casarse con un hombre no musulmán. Esto es raro pero ocurre, y obviamente traerá una gran tensión en la relación. Es de esperar que el interés de la mujer en el Islam haya sido compartido con su esposo para que él también considere convertirse en musulmán, y he visto a una pareja que se convirtió y, por supuesto, permaneció casada. Hay casos en los que el hombre abrazó el Islam y solo Allah (SWT) sabe si se acepta esta relación. Y otras veces, la mujer puede encontrar que su amor por su esposo es mayor que su amor por el Islam y se aleja del din o se queda con él, en lo que técnicamente es una situación prohibida en el Islam.

CONSEJOS PARA LAS MUJERES CONVERSAS


Como las mujeres musulmanas conversas tienen más probabilidades de casarse con alguien con un trasfondo cultural diferente, ¿qué pueden hacer para garantizar un matrimonio sin problemas? Además de encontrar un wali adecuado, la hermana Sarah* tiene una sugerencia: “¡Consigue asesoramiento prematrimonial!… Ayuda a la pareja a hablar sobre temas en los que quizás ni siquiera piensen, pero serán cruciales más adelante en el matrimonio. Se recomienda aún más para las personas que provienen de diferentes orígenes culturales». La aceptación de ambos lados es crucial, con el Islam como la guía definitiva. Un esposo no tiene que renunciar completamente a su cultura, tampoco tiene la esposa que renunciar a toda su cultura.

La hermana Laura compartió cómo llegó a un equilibrio a este respecto: «Personalmente, me llevó un tiempo darme cuenta de que podía ser una «musulmana estadounidense». Al principio no conocía a otros como yo, así que me sentí perdida. Finalmente me di cuenta de que puedo abrazar y practicar las muchas partes de mi cultura que no contradicen el Islam. Puedo ser yo misma y no sentir vergüenza por eso. También puedo respetar la cultura de mi esposo y criar a nuestros hijos para que lo aprecien, pero no tengo que tratar de ser algo que no soy».

Las mujeres musulmanas conversas pueden tener otros desafíos cuando se trata de encontrar un esposo adecuado en comparación con una mujer musulmana desde el nacimiento. Sin embargo, hay muchos factores que juegan un papel importante, como el estado civil en el momento de la conversión, encontrar un wali adecuado y la actitud del marido con respecto a las diferencias culturales. Cuando el Islam es el factor de influencia más importante en estos factores – incluyendo tener un buen wali y encontrar a alguien con buen carácter y din – entonces lograr un matrimonio exitoso para una mujer musulmana conversa hará que sea fácil.

¿CÓMO MEJORAR TU RELACIÓN ÍNTIMA?


PARA PAREJAS


 

Escrito por Sadaf Farooqi

Él aparca el auto en la entrada, su incomodidad física todavía lo molesta.

Trató de desviar su mirada y no mirar a las chicas que iban a la playa yendo por la calle desde hace cinco minutos, pero el daño ya está hecho.

Mientras entra a la casa, recitando dua’s, hace una oración silenciosa, «¡Oh Allah! Ojalá tenga suerte esta noche.

El tentador aroma de la comida recién cocinada, el ruido de los utensilios de cocina y el sonido de muchas voces le dan la bienvenida cuando entra. Parece que su tía que está de visita ha preparado otra de sus especialidades.

Desde las semanas previas al nacimiento de su bebé, una gran cantidad de familiares han venido a quedarse en la casa para visitas prolongadas. Es una casa llena casi todas las noches.

Su esposa está ayudando a su madre, tía y cuñada en la cocina, mientras el bebé juega cerca en el moisés. Él trata de llamar su atención, pero ella está demasiado ocupada poniendo la mesa, y más tarde, limpiando y lavando los platos.

Justo después de la cena, su padre, tío y hermano insisten en que él vea el juego con ellos mientras toman el té. Se levanta tan pronto como nota que su esposa sube las escaleras, pero en tono de broma lo empujan hacia abajo, ignorando sus protestas.

Casi a las 11 p.m., se escabulle escaleras arriba en silencio, pero tan pronto como entra en la habitación, su corazón se hunde.

Antes de siquiera poder tomar un baño y cambiarse, ella se ha sumido en un sueño profundo mientras amamantaba al bebé.

APRENDE A DECIR NO


Para los hombres jóvenes y recién casados, no pasa mucho tiempo después de que se casan que comienzan a ser importunados por sus familiares cercanos si prestan demasiado tiempo y atención a sus esposas.

Comentarios como «Te has olvidado por completo de nosotros» son comunes.

Los padres y hermanos del nuevo esposo son principalmente los que monitorean y observan las actividades de la pareja desde el primer día, principalmente si la pareja vive con ellos. Por lo general, son los primeros en quejarse de cómo ha comenzado a «ignorarlos» desde que se casó.

Después de los primeros meses, podrían comenzar a fruncir el ceño ante sus citas nocturnas, quejándose de que su «fase de luna de miel» está durando más de lo necesario.

Es prudente y aconsejable que el hombre recién casado ignore esos comentarios negativos y use palabras prudentes y diplomáticas para explicar a su familia cómo él debe tomarse el tiempo para concentrarse en su matrimonio durante uno o dos años.

Esos esposos incautos que tienen demasiado miedo de enfrentar las críticas de sus padres, hermanos y otros familiares sobre este asunto, terminan sacrificando su privacidad con sus esposas desde el comienzo de su matrimonio, para apaciguarlos.

Esto les envía un mensaje claro y tácito de que «ustedes son mi prioridad, mi satisfacción sexual es secundaria, a pesar de que ahora estoy casado». No debería sorprendernos entonces, si sus parientes se convierten en los que dictan la cantidad y frecuencia del tiempo exclusivo que pasa con su esposa a puerta cerrada.

Hablando con franqueza, un hombre recién casado acobardado y complaciente permite que sus padres y parientes controlen la frecuencia y la calidad de la intimidad que disfruta con su esposa.

¡Y esta es una receta para un desastre matrimonial!

SÉ REALISTA Y DISCRETO


Una de las cosas más importantes que un joven casado debe aprender a hacer desde el comienzo de su matrimonio, es aprender a equilibrar su tiempo y atención entre su familia biológica y su esposa, para que pueda pagar las cuotas de ambos sin socavar al otro.

No debe permitir que ninguno de los dos lados lo controle y manipule para aliviar sus inseguridades personales.


Las parejas también deben recordar ser realistas: es importante poder disfrutar de la intimidad espontánea cuando lo deseen.

Deben reconocer que habrá momentos en que la presencia de familiares en la casa dificultará o arruinará su tiempo privado juntos (por ejemplo, una sobrina o sobrino que se niega a abandonar su departamento hasta altas horas de la noche).

Deben aprender a ser muy discretos y callados en sus relaciones matrimoniales cuando hay otros en la casa, para que no ocurran incidentes adversos que puedan causarles vergüenza.

Ella parece no poder dejar de pensar en sus fantasías recurrentes. Trata de pasar la noche escuchando una conferencia islámica en línea.

Después de una hora, se levanta para calentar la cena y acuesta a los niños. Su teléfono suena a las 9 p.m. Apresuradamente lo alcanza con la esperanza de que él envíe un mensaje de texto diciendo que volverá a casa pronto.

«Llegaré tarde. Inesperada reunión de oficina».

Su corazón se hunde. ¡No otra vez!

Sin embargo, un destello de esperanza aún permanece en ella, mientras se prepara.

Dos horas después, él entra al apartamento arrastrando los pies y suspirando con cansancio. La cena está fría pero él no se da cuenta, mastica la comida con los ojos entrecerrados.

Ella se pregunta si él puede oler su nuevo perfume.

Cuando ella sale del baño con la nueva y sedosa prenda íntima que ordenó en línea la semana anterior, él ya está profundamente dormido en la cama, roncando ruidosamente.

¡QUE NO FALTE LA COMUNICACIÓN!


Las nuevas novias a menudo son muy tímidas y reservadas, sienten como si caminaran sobre cáscaras de huevo en presencia de sus esposos y suegros en los primeros meses de su matrimonio, para evitar hacer o decir cualquier cosa que pueda dañar las nuevas relaciones.

Esta timidez es, en su mayor parte, digna de elogio y encomiable, ¡excepto en la cama matrimonial!

Incluso meses después de la boda, sus inhibiciones en general están presentes en el dormitorio, las novias todavía tienden a asumir que sus esposos deben saber lo que quieren que hagan en la cama, lo que a menudo está lejos de la verdad.

La mayoría de los nuevos esposos están totalmente perdidos acerca de lo que agrada o desagrada sexualmente a una esposa, y no están al tanto de las señales sobre el lenguaje corporal que debe buscar.

Sin embargo, los hombres son mejores con instrucciones claras y conversaciones directas. Por lo tanto, lo mejor que puede hacer una nueva esposa por su relación sexual es deshacerse de la timidez verbal con su esposo y hacerle saber claramente qué le gusta y qué no le gusta.

Si no puedes lograr decir esto debido a tu educación culturalmente conservadora, puedes darle a él lo que debe y no debe hacer por escrito.

Cada individuo es diferente, pero hay algunas pautas generales sobre las preferencias sexuales que se aplican a la mayoría de las mujeres, como las zonas erógenas de una mujer, lo que le agrada y lo que no.

Por ejemplo, las distracciones, la falta de atención, el olor corporal, no ser lo suficientemente romántico, la falta de palabras amorosas, la torpeza general al tocar, mostrar demasiada prisa, la repetición de la misma rutina ritualista, son cosas que apagan a la mayoría de las mujeres.

Las mujeres suelen ser mejores con las palabras que los hombres. En lugar de mantener tus deseos reprimidos por dentro, comunícalos a tu esposo cuando ambos estén solos, porque Allah no ha prohibido este tipo de conversación entre un esposo y una esposa.

Más bien, ¡cualquier cosa halal que sirva como catalizador para aumentar su amor mutuo y satisfacción sexual es muy recomendado en el Islam!

DESHÁGANSE DEL EQUIPAJE CULTURAL


Hay algunos mitos tácitos sobre el matrimonio que las personas tienden a seguir tenazmente, pero para los cuales no hay pruebas islámicas. Estos mitos se basan principalmente en cómo nos criamos, al presenciar a nuestros padres viviendo de cierta manera.

Lamentablemente, caemos en la trampa de imitar inconscientemente su estilo de vida después de nuestro propio matrimonio.

Por ejemplo, en ninguna parte dice que una pareja casada siempre debe tener intimidad en su cama, dentro de su habitación, por la noche, y con las luces apagadas.

Mientras haya privacidad, la pareja puede tener intimidad en diferentes lugares en su espacio personal, para darle vida a las cosas. p.ej. frente a la chimenea durante el invierno, en el sótano, en la bañera, etc. Mientras nadie más pueda verlos o escucharlos, ¡cualquier lugar es bueno!

También pueden tener intimidad física durante el día, teniendo en cuenta que no hay reglas preestablecidas; el Islam no pone reglas en este tema, lo que significa que hay mucho espacio para mantener viva la chispa.

Por último, pero no menos importante, las parejas deben invertir en reactivar la chispa, p. después de un período de pérdida y dolor. Comprar ropa nueva e irse de vacaciones cortas a una cabaña en las montañas o a un centro turístico extranjero es dinero bien gastado, especialmente si hace que el esposo y la esposa se enamoren como recién casados nuevamente.

Una vez que una pareja casada descarta su adhesión a presunciones y reglas autoimpuestas con respecto a la intimidad matrimonial, estarán en camino hacia una relación sexual súper satisfactoria, in sha’ Allah.