Hace unos años, un grupo de hombres en Riad, Arabia Saudita, recopiló todos los versículos del Corán que tratan sobre la embriología: el crecimiento del ser humano en el útero. Dijeron:

“Esto es lo que dice el Corán. ¿Es la verdad?

En esencia, siguieron el consejo del Corán: ¡Consulten a la gente de conocimiento lo que no sepan! (Corán 16:43).

Eligieron, como sucedió, a un no musulmán que era profesor de embriología en la Universidad de Toronto. Su nombre es Keith Moore y es autor de libros de texto sobre embriología, un experto mundial en el tema. Lo invitaron a Riad y le dijeron: “Esto es lo que dice el Corán sobre tu tema. ¿Es verdad? ¿Qué nos puedes decir?”

Mientras estuvo en Riad, le brindaron toda la ayuda que necesitaba en traducción y toda la cooperación que solicitó. Y estaba tan sorprendido de lo que encontró que cambió sus libros de texto.

De hecho, en la segunda edición de uno de sus libros titulado Before We Are Born… (Antes de nacer…), sobre la historia de la embriología, incluyó algún material que no estaba en la primera edición y que encontró en el Corán. Verdaderamente esto ilustra que el Corán se adelantó a su tiempo y que aquellos que creen en el Corán saben lo que otras personas no saben.

El Dr. Keith Moore mencionó que algunas de las cosas que dice el Corán sobre el crecimiento del ser humano no se conocían hasta hace treinta años. De hecho, dijo que un elemento en particular – la descripción del Corán del ser humano como un “coágulo parecido a una sanguijuela” (alaqah) en una etapa – era nuevo para él; pero cuando lo comprobó, descubrió que era cierto, por lo que lo agregó a su libro.

Dijo: “Nunca había pensado en eso antes”, y fue al departamento de zoología y pidió una foto de una sanguijuela. Cuando descubrió que se parecía al embrión humano, decidió incluir ambas imágenes en uno de sus libros de texto.

El Dr. Moore también escribió un libro sobre embriología clínica, y cuando presentó esta información en Toronto, causó un gran revuelo en todo Canadá. Apareció en las portadas de algunos de los periódicos de Canadá y algunos de los titulares eran bastante graciosos.

Por ejemplo, un titular decía: “¡COSA SORPRENDENTE ENCONTRADA EN UN LIBRO ANTIGUO!” Parece obvio a partir de este ejemplo que la gente no entiende claramente de qué se trata. De hecho, un reportero de un periódico le preguntó al profesor Moore: “¿No cree que tal vez los árabes podrían haber sabido sobre estas cosas: la descripción del embrión, su apariencia y cómo cambia y crece? Tal vez no había científicos, pero tal vez hicieron disecciones algo toscas por su cuenta: dividieron personas y examinaron estas cosas”.

El profesor inmediatamente le señaló que él (es decir, el reportero) había pasado por alto un punto muy importante: todas las diapositivas del embrión que se habían mostrado y se habían proyectado en la película provenían de fotografías tomadas con un microscopio. Él dijo:

“No importa si alguien hubiera intentado descubrir la embriología hace catorce siglos, ¡no podría haberlo visto!” Todas las descripciones en el Corán de la apariencia del embrión son del elemento cuando aún es demasiado pequeño para verlo a simple vista; por lo tanto, se necesita un microscopio para verlo.

Dado que un dispositivo de este tipo solo había existido durante poco más de doscientos años, el Dr. Moore se burló: “Tal vez hace catorce siglos alguien tenía un microscopio escondido e hizo esta investigación, sin cometer errores en ningún lado. Luego, de alguna manera, le enseñó a Muhammad (la paz sea con él) y lo convenció de que pusiera esta información en su libro.

Luego destruyó su microscopio y lo mantuvo en secreto para siempre. ¿Crees eso? Realmente no deberías a menos que traigas algunas pruebas porque es una teoría tan ridícula”. De hecho, cuando le preguntaron: “¿Cómo explicas esta información en el Corán?” La respuesta del Dr. Moore fue: “Sólo pudo haber sido revelado divinamente”.

Uno de los colegas del profesor Moore, Marshall Johnson, se ocupa extensamente de la geología en la Universidad de Toronto. Se interesó mucho en el hecho de que las declaraciones del Corán sobre la embriología son precisas, por lo que pidió a los musulmanes que recopilaran todo lo que contiene el Corán que trata de su especialidad.

Una vez más, la gente se sorprendió mucho con los hallazgos. Dado que hay una gran cantidad de temas discutidos en el Corán, ciertamente requeriría una gran cantidad de tiempo para agotar cada tema.

Para el propósito de esta discusión, es suficiente afirmar que el Corán hace declaraciones muy claras y concisas sobre varios temas, al mismo tiempo que aconseja al lector que verifique la autenticidad de estas declaraciones con investigaciones de estudiosos en esos temas.