“¡Ya verán los que escriben el Libro con sus manos y luego dicen: Esto proviene de Dios, para venderlo a vil precio! ¡Ya verán las consecuencias de lo que escribieron con sus propias manos! ¡Pobre de ellos por lo que cometieron!” (Corán 2:79) “Y cuando se les presentó [a los judíos] el Mensajero de Dios corroborando lo que ya se les había revelado [La Tora], algunos arrojaron el Libro de Dios a sus espaldas sin saber lo que hacían”. (Corán 2:101) “No añadáis a las palabras que yo os mando, ni quitéis de ellas, de modo que guardéis los mandamientos de Jehovah vuestro Dios, que yo os mando”. (Deuteronomio 4:2)