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El Islam es una forma de vida holística, que tiene en cuenta el bienestar físico, espiritual y emocional, siendo cada uno de ellos una parte separada pero superpuesta de la estructura de un ser humano. Dios nos creó con un propósito, adorarlo a Él (Corán 51:56), pero Él no nos abandona en un mundo de inestabilidad e inseguridad. Él nos ha dado un libro guía, el Corán, y el ejemplo de los profetas y los mensajeros para explicar que la confianza en Dios es la vía por la cual alcanzamos el éxito en esta vida y en el Más Allá.





Un musulmán pasa toda su vida esforzándose por agradar a Dios, adorándolo y obedeciendo Sus leyes y normas. Una de esas normas es que comer cerdo o derivados del cerdo está prohibido.





Al comienzo, uno podría preguntarse qué daño puede provenir del cerdo, un producto consumido en muchas partes del mundo, y el hecho de que el cerdo contiene parásitos y enfermedades dañinas para el ser humano viene a la mente como una razón justificable para abstenerse de su consumo. Sin embargo, cuando analizamos por qué a los musulmanes se les prohíbe comer cerdo, esto se convierte en una razón secundaria. Los musulmanes no comen cerdo ni sus derivados sencillamente porque Dios lo ha prohibido.





"Sepan que [Dios] les ha prohibido [consumir] solamente la carne del animal muerto por causa natural, la sangre, la carne de cerdo y la del animal que haya sido sacrificado invocando un nombre distinto al de Dios". (Corán 2:173)





A veces, puede que no sepamos nunca o no lleguemos a entender por qué Dios ha ordenado algunas cosas y ha prohibido otras. En el caso del cerdo, no se da ninguna razón para la prohibición, excepto en Corán 6:145 donde Dios dice, en referencia a la carne de puerco: "porque es una inmundicia". Un musulmán se somete voluntariamente a las órdenes de Dios, sin necesitar conocer la razón de cada norma divina. Más aún, Dios ha declarado expresamente que un creyente escucha las palabras de su Señor y las obedece.





"‘¡Escuchamos y obedecemos!’ Ellos son los bienaventurados". (Corán 24:51)





"Un verdadero creyente o a una verdadera creyente no deben, cuando Dios y Su Mensajero hayan dictaminado un asunto, actuar en forma contraria. Quien desobedezca a Dios y a Su Mensajero se habrá desviado claramente". (Corán 33:36)





Un creyente entiende que Dios es el Más Sabio y el Más Justo, por lo tanto, Sus normas están diseñadas para beneficiarnos en nuestras necesidades diarias, sean físicas, emocionales o espirituales. El Creador sabe cuál es la mejor forma para que Su creación viva en este mundo y se prepare para el siguiente. No le está permitido al musulmán consumir cerdo bajo ninguna circunstancia, excepto en casos de necesidad extrema, por ejemplo, si la vida de la persona depende de ello. En casos de necesidad extrema, quedan permitidas las cosas prohibidas.





Dios nos permite disfrutar de todas las cosas lícitas y nos prohíbe participar de aquellas cosas que pueden ser perjudiciales para nuestras creencias, nuestra salud, nuestro bienestar o nuestra moral[1]. En consecuencia, los musulmanes son muy conscientes de los peligros de comer cosas que están prohibidas y, por lo tanto, se esfuerzan por buscar comida permitida, aún si ello implica un esfuerzo o un gasto adicionales.





Si un creyente consume cerdo sin saberlo o por error, no ha cometido pecado. Dios no castiga a nadie por falta de conocimiento ni por errores inintencionados o por olvidos. Sin embargo, si un creyente o una creyente sabe o cree que en su comida, bebida o medicinas hay o puede haber cerdo o derivados del cerdo, entonces no le es permitido consumirlos. Si tiene dudas, entonces debe esforzarse por averiguar con certeza los ingredientes o preguntar los detalles[2]. Hoy en día, la información acerca de los ingredientes y los procesos de manufactura está fácilmente disponible, y la prohibición se aplica ya sea que haya una cantidad pequeña o grande de cerdo o de derivados del cerdo.





Los eruditos del Islam difieren con respecto al asunto de si cambiar la forma de la impureza (en el caso de los derivados del cerdo) anula la prohibición. La Organización Islámica para las Ciencias Médicas es de la opinión de que cambiar la forma (por ejemplo, aditivos para alimentos y medicinas) de modo que se convierta en algo distinto, anula la prohibición. Sin embargo, no hay duda ni hay diferencias de opinión respecto a que está prohibido consumir carne derivada del cerdo, incluyendo el jamón y el tocino.





El reciente brote de gripe porcina en México y Norteamérica ha llevado a que algunos países sacrifiquen cerdos de manera masiva, y existe amplia evidencia que sugiere que los cerdos albergan parásitos que son perjudiciales para los seres humanos, y desde hace mucho los cerdos son considerados como criadero ideal para el crecimiento de la influenza.





En la primera parte, discutimos la razón principal por la cual los musulmanes se abstienen de comer cerdo y sus derivados, y esta es que Dios lo ha prohibido. Siendo el Creador de la humanidad y de todo cuanto existe, Dios sabe lo que es mejor para nosotros, y Él ha enviado orientación que nos permite tomar decisiones sabias. Del mismo modo que un computador no puede trabajar apropiadamente si está mal programado, un ser humano no es capaz de funcionar si no es correctamente alimentado. El Islam es una religión holística que reconoce la interconexión entre salud espiritual, emocional y física. Lo que una persona come y bebe tiene impacto directo sobre su salud y bienestar generales.





Los virólogos han advertido desde hace mucho tiempo que el cerdo es el criadero ideal para el desarrollo de la influenza, por lo que no es ninguna sorpresa que el último reto, la gripe porcina, se haya originado en los cerdos. El experto microbiólogo e inmunólogo, Dr. Graham Burgess[1], dice: "Los virus que normalmente crecen en los pollos, pueden potencialmente crecer en los cerdos, y los que crecen en humanos pueden potencialmente crecer en los cerdos. Así que considero al cerdo una gran olla de cocción y mezcla para los virus, y es allí donde puede desempeñar un papel en generar virus nuevos".





El cerdo es conocido por albergar parásitos así como bacterias y virus. La cisticercosis es una infección causada por la solitaria del cerdoTaenia solium. La infección ocurre cuando la larva de la solitaria entra al cuerpo y forma cisticercos. Cuando se encuentran cisticercos en el cerebro, la condición se denomina neurocisticercosis. Esta tenia o solitaria del cerdo se encuentra en todo el mundo, pero es más problemática en los países pobres y en desarrollo, donde a los cerdos se les permite vagar libremente y con frecuencia comen las heces humanas. Esta infección puede ocurrir incluso en los países desarrollados modernos, pero el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés) reporta que es muy rara en los países musulmanes, donde está prohibido comer cerdo[2].





La triquinelosis, llamada también triquinosis o triquiniasis, se produce por la ingestión de carne cruda o mal cocida de animales infectados con la larva de un tipo de gusano llamado Trichinella. La infección ocurre principalmente en ciertos animales carnívoros salvajes, pero también puede ocurrir en cerdos domésticos. El CDC advierte que si una persona come carne que contenga quistes de alguna de varias especies de Trichinella, el ácido en el estómago disuelve la cubierta dura de los quistes y libera los gusanos.





Los gusanos pasan al intestino delgado y, en uno o dos días, maduran. Después del apareamiento, las hembras adultas ponen huevos. Estos huevos se convierten en larvas que viajan a través de las arterias y son transportados hacia los músculos. Dentro de los músculos, los gusanos se enroscan en una bola y se enquistan (encerrándose en una cápsula). Esta infección ocurre cuando estos gusanos enquistados son consumidos en la carne. El número de casos de triquinelosis por todo el mundo ha disminuido notablemente debido a la consciencia de los peligros de comer productos de cerdo crudos o mal cocidos, y a la legislación que prohíbe alimentar a los cerdos con carne cruda de desecho[3].





Los cerdos son omnívoros, lo que significa que consumen plantas y animales. Los cerdos escarbarán y comerán cualquier tipo de comida, incluyendo insectos muertos, gusanos, corteza de árboles, cadáveres en descomposición, basura, e incluso a otros cerdos. Los cerdos tienen muy pocas glándulas sudoríparas, por lo que son incapaces de deshacerse por completo de las toxinas de su cuerpo. Nuevas evidencias indican que las prácticas agrícolas están llevando a la propagación de infecciones bacterianas humanas.





Los cerdos viven a menudo en lugares pequeños y en condiciones fétidas que existen en muchas granjas industrializadas modernas, y los estudios están revelando que los cerdos con frecuencia albergan bacterias estafilococos resistentes a los antibióticos. Estas bacterias resistentes a las drogas están entrando ahora en nuestro suministro de alimentos, y las investigaciones recientes en los Estados Unidos indican que el 49% de los cerdos y el 45% de los trabajadores que manipulan cerdos, albergan ya estas bacterias responsables de matar a más de 18.000 personas en los Estados Unidos cada año[4].





"Sepan que [Dios] les ha prohibido [consumir] solamente la carne del animal muerto por causa natural, la sangre, la carne de cerdo...". (Corán 2:173)





"… la carne de cerdo porque es una inmundicia…". (Corán 6:145)





Los musulmanes se abstienen de comer carne de cerdo y sus derivados porque Dios lo ha prohibido. Sin embargo, una pequeña investigación respecto a la anatomía y la forma de vida del cerdo revela que este es, sin duda, un animal impuro. Las personas interesadas en consumir alimentos saludables, naturales y puros, harían bien en abstenerse de consumir cerdo y sus derivados.



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