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¿Cómo salvar tu matrimonio? Respuestas de una consejera





Por Hannah Morris





 





Estar casado es hermoso, pero requiere trabajo.





Le preguntamos a nuestra consejera matrimonial qué consejos tenía para las parejas que enfrentan tiempos difíciles en sus matrimonios.





Ve los consejos para salvar el matrimonio que ella da para que los cónyuges los consideren.


Paciencia





Pregunta: Siempre se recomienda paciencia a las personas que están frustradas en su matrimonio. ¿Cómo puedes saber cuándo has sido lo suficientemente paciente pero tu matrimonio no está mejorando? ¡Quizás incluso esté empeorando!





Respuesta: Esta es una pregunta difícil y probablemente una que muchos contemplan en algún momento de su matrimonio.





No querrás irte a toda prisa con remordimientos. Pero al mismo tiempo, no querrás soportar la frustración más de lo necesario si no va a funcionar.





Especialmente si ser paciente por más tiempo solo te causará una angustia indebida.





Aquí hay un par de cosas que debes considerar al decidir si ha sido lo suficientemente paciente o si debes esperar más.





Comienza contemplando las siguientes preguntas:





    ¿La felicidad supera a la tristeza y la frustración? ¿Cuál de estas emociones es la más frecuente?


    Al compartir momentos felices con tu cónyuge, ¿puedes dejar de lado las frustraciones o siguen allí?


    Cuando te sientes frustrado con tu cónyuge, ¿puedes recordar con cariño los momentos felices o la frustración todavía domina tus pensamientos?





Si realmente te sientes triste con tu matrimonio, en lugar de actuar por impulso, establece un marco de tiempo específico.





    Durante este tiempo, prométete seguir siendo paciente mientras tratas activamente de hacer que el matrimonio funcione.





Al final del período de tiempo, si todavía te sientes igual y no se han observado mejoras, confía en que has hecho todo lo posible. Haz Istikhara y Bismil-lah.


Buscando consejería





Pregunta: Se sugiere buscar asesoramiento externo como uno de los pasos para evitar el divorcio, pero es un gran tabú. ¿Hay alguna forma discreta de convencer a un cónyuge reacio a buscar asesoramiento?





Respuesta: Eso es correcto. Es aconsejable acudir a la consejería cuando se enfrentan a dificultades maritales como un medio para tratar de resolver las diferencias y dificultades. E in sha’ Al-lah, se puede evitar un divorcio.





Sin embargo, en algunas culturas, la consejería es un tabú, y no es raro que un cónyuge proponga la consejería mientras que el otro cónyuge, por la razón que sea, no muestra interés.





Se podría argumentar que si ambos cónyuges no aceptan asistir a la consejería ante los conflictos maritales, entonces el matrimonio corre el riesgo de seguir un curso de divorcio.





Hasta cierto punto, esto podría ser cierto. Sin embargo, antes de perder la esperanza, hay formas en las que podrías convencer a un cónyuge reacio a que asista o beneficiarse de la consejería de otras maneras.





Por lo general, cuando uno piensa en el asesoramiento, imaginamos el tipo tradicional de asesoramiento en un entorno más clínico, pasando por alto las opciones menos formales más familiares; opciones que quizás vienen con menos estigma que las primeras.





La mayoría de los imames pueden ofrecer al menos cierto nivel de asesoramiento.





Puede que no siga una estructura formal como la consejería tradicional, pero aun así ofrece el mismo espacio para que las parejas compartan sus sentimientos en un ambiente sin prejuicios mutuos por parte de una persona que puede aconsejar de acuerdo con los principios islámicos.


¿Mas opciones?





    Otra opción más atractiva con menos estigma asociado es el asesoramiento en línea. Este enfoque es quizás más cómodo que asistir a una sesión de asesoramiento cara a cara y, por lo tanto, permite una mayor flexibilidad y privacidad.





En el caso de que el cónyuge reacio aún se niegue a asistir, las personas deben asistir a la consejería solas en las que aún pueden experimentar algunos beneficios para su matrimonio.





La consejería les da la oportunidad de trabajar en su propia parte del problema.





Puede ser beneficioso simplemente sacarse los malos sentimientos del pecho, lo que en sí mismo puede ser terapéutico y curativo.





También pone al receptor en un mejor estado psicológico para hacer frente a las dificultades maritales con mayor eficacia.





Tal vez este cambio notable sea incluso un factor que convenza al otro cónyuge a considerar tener que aconsejarse a sí mismo, ya sea solo o en pareja.


Trabajando en uno mismo





Pregunta: Un consejo común que escucho a menudo es sobre trabajar en uno mismo. Pero, ¿no funciona esto solo cuando ambos cónyuges se comprometen a trabajar en sí mismos? Que es otro tabú. ¿Cómo hago para que mi cónyuge haga algo de crecimiento personal?





Respuesta: Al igual que con el asesoramiento, no sería raro que el estigma que rodea a «trabajar en uno mismo» sea un factor que disuada a un miembro de una pareja de participar en actividades de crecimiento personal.





Por supuesto, tiene sentido que para experimentar los mayores beneficios en un matrimonio, ambos cónyuges deben participar en ejercicios de crecimiento personal.





Sin embargo, eso no debería impedir que el cónyuge dispuesto se involucre solo en tales ejercicios.





Ciertamente, en primer lugar, los beneficios serán experimentados por el cónyuge activo, para empezar.





Sin embargo, en su viaje hacia el crecimiento personal, esto también tendrá un impacto en el matrimonio con el tiempo.





    El crecimiento personal puede mejorar la autoestima y dar a la persona mejores habilidades para abordar el matrimonio de manera adecuada, incluso en tiempos de dificultad. Por lo tanto, podría decirse que no es del todo cierto decir que es 100% necesario que ambas partes se involucren en el crecimiento personal.





Crecimiento personal





A diferencia del asesoramiento, no es necesario contar con la participación de un tercero en las actividades de autodesarrollo.





Fácilmente es algo que se puede hacer en el hogar, un factor que de otro modo podría ser responsable del estigma y la renuencia a participar.





No solo eso, sino que puede guiarse a través de autoayuda, libros o cursos en tu propio tiempo, por lo que hay una gran flexibilidad disponible en el crecimiento personal.





Quizás el cónyuge reacio no es consciente de esto y simplemente necesita ser consciente de ello para superar el estigma y/o la reticencia y dar el primer paso.





En su defecto, otra opción es promover el crecimiento personal de una manera más sutil e indirecta creando una situación que fomente la autorreflexión y el posterior crecimiento personal.





Una buena manera de hacerlo es mediante el uso de fuentes en línea como medio para promover esto.





Hay muchos oradores motivacionales de buena reputación que pueden hacer precisamente esto a través de sus conferencias en YouTube y similares.





 







 



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