Según wikipedia, el judaísmo es la más antigua de las tres religiones monoteístas o abrahámicas, cuyo rasgo principal es la creencia en un Dios omnisciente, omnipotente y providente, que reveló los Diez Mandamientos al pueblo hebreo. El judaísmo no se considera solo una religión, sino también una tradición, una cultura y una nación, aunque la tradición y la cultura judías son muy diversas.
De acuerdo con el Instituto de Políticas para el Pueblo Judío (JPPI por sus siglas en inglés, Jewish People Policy Institute), en 2015 la población judía en el mundo se acercó a los 16 millones de personas, con poco más de 6 millones viviendo en Israel y más de 5 millones y medio viviendo en Estados Unidos[1]. Muchas de estas personas se identifican como judías, pero no creen en la religión ni siguen las leyes ni los rituales judíos. Según el Departamento Central de Estadísticas del Estado de Israel, en 2010 el 42% de los judíos del país se declaraban seculares (no religiosos, no practicantes)[2]; y de acuerdo al Pew Research Center, en 2013 el 22% de los estadounidenses que se definían como pertenecientes al pueblo judío, afirmaban no tener religión[3].
Los judíos generalmente consideran que cualquiera que haya nacido de madre judía es un "judío". Algunos grupos también aceptan a quien tiene padre judío, pero esa no es la norma. Por otra parte, un judío no pierde el estatus técnico de ser judío por adoptar otra fe, aunque al hacerlo, escoge perder el elemento religioso de su identidad judía. Es posible que un no judío se "convierta" al judaísmo, pero el proceso no es sencillo. Los judíos no tratan de convertir a la gente al judaísmo y, de hecho, parte del proceso de conversión requiere que un rabino haga tres fuertes intentos de disuadir a la persona de la conversión.
Aunque muchos hacen afirmaciones distintas sobre que el judaísmo es una religión o una raza, una cultura o un grupo étnico, ninguna de estas descripciones parece ser totalmente adecuada. Para los propósitos de este artículo, discutiremos la religión judaica.
El judaísmo (como religión organizada) fue, en su forma pura, revelado al Profeta Moisés. Sin embargo, los judíos remontan su ascendencia hasta el Profeta Abraham, como lo hacen los cristianos y musulmanes. Los profetas Abraham, Isaac y Jacob son conocidos en el judaísmo como los patriarcas, y son conocidos y aceptados como profetas de Dios en el Islam.
Según la tradición judía, Abraham era hijo de un mercader de ídolos, pero desde su temprana infancia cuestionó la fe de su padre y buscó la verdad. Llegó a creer que el universo entero era la obra de un Único Creador, y comenzó a enseñarles esta creencia a los demás. Esta creencia es generalmente aceptada como la primera religión monoteísta del mundo[4].
"Diles: Mi Señor me ha guiado por el camino recto, que es el de la verdadera adoración y el de la religión monoteísta de Abraham, quien no era de los que asociaban divinidades a Dios". (Corán 6:161)
"Abraham fue un guía ejemplar, era obediente a Dios, monoteísta, y jamás fue idólatra". (Corán 16:120)
El judaísmo no tiene ningún dogma formal ni conjunto de creencias, las acciones se consideran más importantes que las creencias. Los judíos creen que hay Un Único Dios, el Creador del universo, con Quien todo judío puede tener una relación individual y personal.
Rabbi Moshe ben Maimon (alias Maimónides) compiló 13 principios de fe que son ampliamente aceptados entre los diversos movimientos del judaísmo. Aunque más recientemente han sido puestos en duda por escuelas de pensamiento más liberales, para nuestros propósitos los resumimos a continuación. La opinión personal sobre todos estos preceptos es aceptable, pues, como ya se señaló, el foco está más en las acciones que en la creencia.
Dios existe.
Dios es Uno y Único.
Dios es incorpóreo.
Dios es Eterno.
La oración se dirige solo a Dios y no a otro.
Las palabras de los profetas son ciertas.
Moisés fue el más grande de los profetas, y sus profecías son verdaderas.
La Torá escrita (los primeros cinco libros de la Biblia hebrea) y la Torá oral (las enseñanzas contenidas en el Talmud y otras escrituras) fueron dadas a Moisés.
No habrá otra Torá.
Dios conoce los pensamientos y obras de los humanos.
Dios recompensará a los buenos y castigará a los malvados.
El Mesías vendrá.
Los muertos serán resucitados.
El sitio web Judaism 101 describe la naturaleza de la relación entre Dios y la humanidad, y entre Dios y los judíos, como es entendida por las diferentes escuelas de pensamiento judías. "Nuestras escrituras relatan la historia del desarrollo de esas relaciones"[5]. Las escrituras judías describen obligaciones mutuas, sin embargo, los diferentes movimientos de pensamiento judío a menudo están en desacuerdo sobre la naturaleza de dichas obligaciones. "Algunos dicen que son leyes absolutas e inmutables de Dios (ortodoxos), otros dicen que son leyes de Dios que cambian y evolucionan con el tiempo (conservadores), y otros dicen que son lineamientos que puedes decidir seguir o no (reforma)"[6].
El judaísmo tiene una rica historia de textos religiosos, pero el documento religioso central y más importante es la Torá. La palabra Torá se refiere a los cinco primeros libros de la Biblia hebrea, que en la Biblia cristiana se corresponde con el Pentateuco o los primeros cinco libros del Antiguo Testamento, aunque no sean del todo idénticos. Es lo que los judíos denominan los libros de Moisés: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. Cuando los musulmanes se refieren a la Torá, utilizan la palabra Tawrat, que es la ley tal y como le fue revelada al Profeta Moisés.
Cuando los judíos utilizan la palabra Torá, por lo general se refieren a todo el cuerpo de la escritura judía, conocida como Tanaj. Tanaj es también un término acróstico para Torá (la ley), Nevi’im (los profetas) y Ketuvim (las escrituras), las tres partes de la Biblia hebrea, que se corresponde con el Antiguo Testamento de la Biblia cristiana, aunque nuevamente, no son totalmente idénticos. En algunas circunstancias, Tanaj se refiere a todo el cuerpo de la ley y las enseñanzas judías.
Le sigue en importancia y autoridad el Talmud, un cuerpo de obras que explica las escrituras y cómo interpretar y aplicar las leyes. Este fue compilado y puesto por escrito en un cuerpo de obras generalmente denominado Mishná. Con el paso de los siglos, comentarios adicionales que complementaron la Mishná fueron escritos en Jerusalén y Babilonia. Estos comentarios adicionales son conocidos como Guemará.
La Guemará incluye una cantidad masiva de obras, con comentarios de cientos de rabinos desde 200 a 500 e. c., que explican la Mishná con comentarios históricos, religiosos, legales y sociales adicionales. La Guemará y la Mishná juntas se conocen como Talmud, que fue completado en el siglo V e. c. El Talmud de Babilonia fue compilado posteriormente y es más amplio, siendo al que normalmente se refiere alguien cuando dice "Talmud".
En la segunda parte seguiremos explorando la religión del judaísmo, mostrando por qué los judíos (o lo que, como veremos, son los Hijos de Israel) a menudo son mencionados como el "pueblo elegido" tanto en la literatura y escrituras judías como islámicas.
En el anterior artículo aprendimos que la religión organizada y estructurada revelada al Profeta Moisés se conoce como judaísmo. El nombre probablemente se originó de Judá, el hijo del Profeta Jacob y líder de una de las doce tribus de Israel, o por el antiguo Reino de Judá. Los judíos, bajo la guía de Dios, se convirtieron en un pueblo poderoso, con reyes (que también fueron profetas de Dios) que incluyeron a Saúl, David y Salomón, quien construyó el primer gran templo. Información más detallada sobre el antiguo Reino de Israel se puede encontrar en este mismo sitio web[1].
Sin embargo, los judíos como pueblo trazan su historia hasta el Profeta Abraham, al igual que los musulmanes. El Islam, el judaísmo y el cristianismo son conocidas como las religiones abrahámicas o las tres grandes religiones monoteístas. En el Islam y el judaísmo, los judíos son denominados Hijos de Israel. Esto no debe confundirse con el Estado de Israel que existe actualmente en Oriente Medio. Israel era el otro nombre del Profeta Jacob (Yaqub en el Islam); por lo tanto, el término "Hijos de Israel" se refiere a los descendientes del Profeta Jacob.
Durante más de mil años, después de Abraham, los judíos vivieron como esclavos en Egipto, su líder era el Profeta de Dios conocido como Moisés[2] por los cristianos, y que los judíos conocen como Moshe Rabbenu ("Nuestro maestro Moisés"). Él llevó a su pueblo fuera de la esclavitud en Egipto, y en nombre de su pueblo recibió la Torá, que no solo incluía los diez mandamientos, sino un total de 613 normas (o mandamientos), según las cuales siguen viviendo algunos judíos de la actualidad.
Los judíos creen que solo hay Un Dios, con Quien tienen un pacto fuerte y vinculante.
"En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz". (Génesis 22:18)
"Y Dios le dijo a Moisés: ‘Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel’". (Éxodo 19: 5-6)
Según varios sitios web judíos, el hecho de que los judíos se refieran a sí mismos como el pueblo elegido de Dios, no significa que sean superiores a los demás pueblos. Versículos bíblicos como, Éxodo 19:5, simplemente implican que Dios eligió a los judíos para recibir y estudiar la Torá, para adorar solo a Dios, para descansar cada semana en Sabbath, y para celebrar las fiestas. Los judíos no fueron elegidos para ser mejores que los demás, sino que fueron elegidos para recibir responsabilidades más difíciles y un castigo más oneroso si fallan.
Dios, dicen, eligió a los judíos para ser Su pueblo elegido a fin de establecer un ejemplo de santidad y comportamiento ético en el mundo[3]. Esto está confirmado en la escritura y la literatura islámicas.
"¡Oh, Pueblo de Israel! Recuerden los beneficios con que los agracié y cómo los distinguí sobre los demás pueblos [de su época]". (Corán 2:47)
"He revelado a Moisés el Libro como guía para el pueblo de Israel, y les ordené: ‘No tomen protector fuera de Mí’". (Corán 17:2)
"¡Oh, Pueblo de Israel! Recuerden los beneficios con los que los agracié, y cumplan con su compromiso que Yo cumpliré con el Mío, pero tengan temor devocional solo de Mí". (Corán 2:40)
Por lo tanto, para cumplir con su pacto, los judíos mantienen las leyes de Dios y buscan traer santidad a todos los aspectos de sus vidas. Un judío religioso trata de llevar santidad a todo lo que hace, haciéndolo como un acto de alabanza a Dios, y para una persona así, su vida entera se convierte en un acto de adoración. El Corán, sin embargo, continúa afirmando que los judíos no mantuvieron su alianza con Dios.
"Y crean en lo que he revelado, en confirmación de lo que ya habían recibido, y no sean los primeros en negarlo. No vendan Mis preceptos por un precio vil, y tengan temor devocional solo de Mí". (Corán 2:41)
"Pero por haber violado el pacto los maldije y sus corazones se volvieron insensibles y duros. [Por eso] tergiversan el sentido de las palabras [de la Torá] sacándolas de contexto, y dejan de lado parte de lo que les fue mencionado [en ella]…". (Corán 5:13)
El Islam enseña que todos los profetas vinieron a sus pueblos con la misma proclamación: "… ¡Oh, pueblo mío! Adoren solo a Dios, pues no existe otra divinidad salvo Él…" (Corán 11:50). Entre los profetas reconocidos por el Islam está una cadena de profetas enviados a los judíos. Son profetas con los que están familiarizados los judíos, cristianos y musulmanes. Esta cadena incluye a los profetas Moisés, el rey David, el rey Salomón, Zacarías, Juan el bautista y Jesús hijo de María. Los judíos no creen en Jesús hijo de María, a pesar de que su misión fue clara.
"Hice que Jesús hijo de María siguiera [el ejemplo de los profetas anteriores], en confirmación de la verdad que aún quedaba en la Torá. A él le he revelado el Evangelio en el que había guía y luz, como confirmación de lo que aún quedaba de la Torá, y como guía y exhortación para los que tienen temor de Dios y piedad". (Corán 5:46)
El Profeta Muhammad es el último de los profetas, aunque los judíos tampoco creen en él y no creen en las referencias que se hacen de él en la Torá.
"¡Oh, Gente del Libro! Crean en lo que he revelado ahora, que confirma lo que ya tenían [de la verdad]". (Corán 4:47)
En la tercera parte de esta serie de artículos, hablaremos sobre las similitudes entre el judaísmo y el Islam.