CÓMO EL CONOCIMIENTO PUEDE HACERNOS MÁS ESPIRITUALES


Por Claudia Azizah

 

La primera palabra de revelación para nuestro amado Profeta Muhammad fue la palabra “¡Iqra!”. Este es un imperativo y significa: “¡Lee!”.

Esta primera palabra de revelación apunta a una parte extremadamente importante de nuestra religión, que es el conocimiento. Leemos para adquirir conocimientos.

Pero, ¿por qué el conocimiento es tan importante en el Islam? Porque es solo a través del conocimiento que podemos hacer lo que Dios espera que hagamos. Es solo a través del conocimiento que conocemos nuestro lugar en la Tierra y nuestro papel como seres humanos.

Solo a través del conocimiento podemos adorar a Dios como Él quiere que lo adoremos. Y es solo con el conocimiento que podemos convertirnos en verdaderos seres espirituales.

Es a través del conocimiento, actuando sobre ese conocimiento con la intención correcta, la sinceridad y perseverancia en nuestras acciones que el conocimiento puede transformarnos en seres espirituales y hacernos mejores musulmanes y más amados por Dios.

ACTUAR SOBRE LA BASE DE NUESTRO CONOCIMIENTO


Existe una diferencia entre conocimiento e información. Todo el mundo puede obtener información. Vivimos en un mundo que está inundado de todo tipo de información, incluida información sobre el Islam. Cualquiera puede abrir Internet y encontrar la información que busca.

Sin embargo, la diferencia entre conocimiento e información es que el conocimiento se convierte en parte de una persona. El verdadero conocimiento se arraiga en una persona y hace que esa persona actúe en consecuencia.

Una de las cosas más importantes que debemos hacer después de obtener nueva información es actuar en consecuencia. Solo actuando sobre lo que hemos aprendido, la información se convierte en conocimiento.

Cuando actuamos sobre la base del conocimiento que tenemos, este conocimiento se convierte en una parte inherente de nosotros mismos y solo entonces se puede llamar realmente conocimiento. Y una vez que actuemos sobre la base de nuestro conocimiento, Dios nos otorgará más conocimiento.

Nuestro Profeta Muhammad (la paz sea con él) dijo que si Dios desea el bien para una persona, le concede comprensión en religión (Islam). Siempre debemos suplicar a Dios que nos conceda el conocimiento sagrado. (Corán 20: 114)

NO HAY ESPIRITUALIDAD SIN CONOCIMIENTO SAGRADO


Si aspiramos a convertirnos en verdaderos siervos de Dios, tenemos que dotarnos de conocimiento sagrado. Tenemos que aprender a agradar a Dios.

Tenemos que aprender a limpiar y pulir nuestras almas. Tenemos que aprender a sentir los sentimientos que Dios ha puesto en nuestra religión.

Si anhelamos más espiritualidad en nuestras vidas, tenemos que buscar el conocimiento sagrado.

Necesitamos aprender más sobre esta hermosa religión.

Necesitamos saber lo que agrada a Dios y lo que es aborrecible a los ojos de Dios. Necesitamos comenzar con lo básico y poco a poco ir subiendo.

No podemos esperar sentir amor verdadero y anhelo por Dios si todavía cometemos pecados mayores.

Es mejor tener un maestro espiritual genuino que pueda guiarnos en este camino.

NUNCA DEJES DE BUSCAR CONOCIMIENTO


Una vez que hemos manejado lo básico y nos hemos vuelto firmes en nuestros actos obligatorios y nos hemos abstenido de los pecados mayores, debemos comenzar a buscar más conocimiento sobre cómo podemos agradar más a Dios. Necesitamos aprender a ser mejores siervos de Dios.

Este es un proceso en marcha. Nuestro amado Profeta Muhammad (que Dios le conceda paz y bendiciones) dijo que debemos apuntar a buscar el conocimiento desde la cuna hasta la tumba. Porque al buscar continuamente el conocimiento reconocemos que aún no hemos alcanzado la meta. Todavía no hemos llegado a donde Dios quiere que estemos.

Esa es la belleza del Islam: siempre se puede obtener más: más conocimiento, más piedad, más espiritualidad, más amor, más obediencia. El buscador del conocimiento sagrado siempre sentirá sed de más conocimiento.

Buscar el conocimiento es nuestra naturaleza humana

Dios ha creado a la humanidad con una de sus características más importantes, que es el conocimiento. Dios es el más entendido. Él es el Omnisciente. Cuando Dios creó al primer ser humano y profeta, Adán, le enseñó todos los nombres de las cosas.

Los eruditos del Islam explican que esto incluye conocimiento mundano así como conocimiento acerca de Dios y los nombres de Dios. Esto demuestra que hemos sido creados para aprender.

Además, el Sheij Kamaluddin Ahmed explicó que este conocimiento sagrado sobre Dios ha sido reservado para los seres humanos. Es una luz que Dios concede a quienes la buscan.

EL CONOCIMIENTO ES LUZ


Nuestro Profeta Muhammad dijo que el conocimiento es luz y lo que quiso decir fue que el conocimiento sagrado, el conocimiento sobre nuestra religión traerá luz a nuestras vidas.

El conocimiento sagrado ilumina nuestros corazones. Si hacemos el intento de buscar el conocimiento sagrado y partimos por el camino del conocimiento sobre el Islam, veremos que cualquier tipo de oscuridad abandonará nuestra vida. Nos sentiremos más cerca de Dios.

Nuestras oraciones se centrarán más. Podremos comprender mejor lo que Dios nos dice en Su hermoso libro. Empezaremos a ver más señales de Su maravilloso y tremendo poder en Su creación. Sentiremos que es más difícil hacer cosas que no agradan a Dios.

Y una vez que esta luz brillante del conocimiento entre en nuestros corazones y vidas, In sha’ Al-lah también iluminará nuestro entorno, nuestras familias y comunidades. Seremos capaces de difundir el conocimiento y difundir la luz del conocimiento a las personas que nos rodean.

Todo conocimiento proviene de Dios y siempre debemos estar agradecidos por cualquier buen conocimiento que podamos obtener. Una forma de expresar nuestro agradecimiento es orar dos ciclos de oración para mostrarle a nuestro amado Dios lo agradecidos que estamos por lo que nos ha dado.

Y cuando estamos agradecidos y apreciamos el conocimiento que se nos dio, In sha’ Al-lah, Dios nos dará más. Más conocimiento y más luz para hacernos brillar como una estrella brillante.