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Dios instruye a los hombres a ser bondadosos con sus esposas y a tratarlas de la mejor manera:





“…Tratad bien a vuestras mujeres en la convivencia…” (Corán 4:19)





El Mensajero de Dios dijo: “El creyente mas perfecto es el del mejor carácter. Los mejores son los que tratan mejor a sus mujeres”.[1]  El Profeta de la Misericordia nos informa que el trato de un esposo con su esposa refleja el buen carácter de un musulmán, que a su vez es refleja la fe de la persona. ¿Cómo puede un hombre ser bueno con su esposa? Debe sonreírle, no lastimarla emocionalmente, alejarla de todo lo que pueda lastimarla, tratarla gentilmente y ser paciente con ella.





Ser bondadoso incluye una buena comunicación. El esposo debe estar dispuesto a abrirse y escuchar a su esposa. Muchas veces el esposo quiere ventilar sus frustraciones (sobre el trabajo por ejemplo). Pero no debe olvidar preguntarle a su esposa que le molesta a ella (como cuando los hijos no hacen los deberes escolares). El esposo no debe hablar de asuntos importantes cuando él o ella están enojados, cansados o hambrientos. La comunicación, compromiso, y consideración son el fundamento del matrimonio.





Ser bondadoso significa también impulsar a su esposa. La admiración mas importante llega de un corazón sincero que sabe realmente lo que importa – lo que la esposa realmente valora. Por lo tanto, el esposo debe preguntarse acerca de sus inseguridades y descubrir sus virtudes. Seguramente la esposa apreciará esto. Cuantos más cumplidos le haga, mas la esposa lo admirará, mas crecerá este sano hábito. Un ejemplo de palabras bondadosas puede ser: ¡Me gusta la manera en que piensas!’, ‘Te ves hermosa vestida de esa manera’ y ‘Amo escuchar tu voz en el teléfono’.





Los seres humanos son imperfectos. El Mensajero de Dios dijo: ‘Un hombre creyente no debe odia a una mujer creyente. Si no le cae bien algo de su carácter, seguramente le gustarán otros rasgos de ella.”[2]  Un hombre no debe odiar a su esposa porque si no le gusta algo de ella, encontrará algo que si le guste. Una manera de ser consciente de lo que le gusta de su esposa es hacer una lista de media docena de cosas que aprecia de ella. Los expertos en asesoría matrimonial recomiendan ser lo mas específicos posibles y enfocarse en los rasgos del carácter, así como lo recomendó el Profeta del Islam, no sólo lo que hace por el marido. Por ejemplo, un esposo puede apreciar la manera en que arregla su ropa, pero el rasgo escondido detrás de eso es que es atenta. El esposo puede considerar admirable rasgos como ser apasionada, generosa, bondadosa, devota, creativa, elegante, honesta, inteligente, estudiada, energética, gentil, optimista, cometida, fiel, confidente, alegre y otros. El esposo debe tomarse un tiempo para construir esta lista, y reverla en momentos conflictivos cuando es más probable que sienta rechazo por su esposa. Lo ayudará a ser más consciente de sus buenos atributos y será mas probable que le haga cumplidos. 





Un compañero preguntó al Profeta de Dios cuál es el derecho de una esposa sobre su esposo, y él dijo: “alimentarla de lo que tú comes y vestirla de (la calidad) que tú vistes y no pegarle. No calumniarla y no permanecer separado de ella, excepto dentro de la misma.”[3]





Los conflictos en el matrimonio son prácticamente inevitables y conllevan al enojo. Aunque el enojo es una de las emociones más difíciles de manejar, el primer paso para el control puede ser aprender a perdonar a aquellos que nos lastiman. En el caso de conflictos, el esposo no debe dejar de hablar con su esposa ni herirla emocionalmente, pero si puede dejar de dormir en la misma cama para intentar mejorar la situación. Bajo ninguna circunstancia, incluso cuando esté enojado o se sienta de alguna manera justificado, un esposo puede calumniar a su esposa utilizando palabras hirientes o causarle alguna injuria.





 



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