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La inevitabilidad de la muerte


Funeral-Rites-(part-1-of-2).jpgAllah nos dice en el Corán que todos probaremos la muerte (Corán 3:185). La muerte nos llegará a cada uno de nosotros, es inevitable, quizás una de las pocas cosas de las que podemos estar seguros. La muerte nos asusta y horroriza, y todo ser vivo tendrá que enfrentarse a ella. Les llega a los jóvenes, a los viejos, a los ricos, a los pobres, a los poderosos y a los débiles. No podemos ni correr ni escondernos de ella. Dios dice que la muerte de "la cual escapan" nos alcanzará (Corán 62:8); y el Profeta Muhammad (que la misericordia y las bendiciones de Allah sean con él) nos exhortó a recordar "el destructor de los placeres, la muerte"[1].





Sí, la muerte es inevitable, pero hay ciertas cosas que un creyente puede hacer para prepararse antes de su llegada. El Islam nos ha dado un conjunto completo de instrucciones para la persona que está muriendo, para aquellos que tienen el privilegio de estar presentes en el momento que fallece alguien querido, y para aquellos responsables del entierro. Estas instrucciones aseguran que los derechos de aquellos que fallecieron o están por fallecer sean respetados y se les trate con cuidado.  





Cuando la muerte se nos aproxima


La muerte puede llegar de repente y sin advertencia, o puede ser más lentamente, dándole a la persona o sus seres queridos tiempo para prepararse. Hay cinco cosas importantes que debe hacer alguien que se enfrenta a la muerte: 





1.     Conservar la paciencia


No tenemos control sobre el momento de la muerte. Al enfrentarse a cualquier sufrimiento, el creyente debe estar seguro de que Allah solo decretará algo bueno para él. Sin embargo, ese bien puede estar entre los placeres de este mundo o puede estar en el Más Allá.  





2.    Abstenerse de lamentarse y quejarse


Llorar y quejarse en privado ante Allah es permisible. El Islam nos dice que es aceptable llorar y poner ante Allah todos nuestros temores, dolores, sufrimientos y problemas. El Profeta Jacob dio ese ejemplo cuando lloró ante Allah por la pérdida de dos de sus amados sus hijos queridos. Dijo: "Solo me quejo a Allah en mi lamento y mi dolor..." (Corán 12:86).





3.     Tratar de mantenernos entre un estado de miedo y esperanza


Tenga temor por el castigo a causa de sus pecados, pero tenga esperanza por el perdón y misericordia de Allah. El Profeta Muhammad dijo que cuando estas dos cosas, el temor y la esperanza, se unen en el corazón de una persona, Allah le da aquello que espera y la protege de lo que teme"[2].





4.     Dejar los asuntos resueltos


El creyente debe asegurarse de que sus asuntos estén en orden. Debe escribir un testamento y hacer todos los arreglos necesarios para que se salden sus deudas. 





5.     Preparar el funeral


Se le debe pedir a parientes o amigos que tengan cuidado de seguir la Sunnah del Profeta Muhammad al realizar el funeral. 





Cuando la muerte le llega a un ser querido


Hay muchas cosas importantes que la familia y amigos de la persona que está por fallecer deben hacer. 





1.     Visitar al paciente.





2.     Asegurarse de que esté recibiendo un tratamiento médico adecuado.





3.     Hablarle con calma, consolarlo y aconsejarlo en este momento de miedo y sufrimiento.





4.     Rezar con y para el paciente. Usar palabras amables y hacer du'a. Debemos abstenernos de decir algo negativo porque el Profeta Muhammad nos dijo que los ángeles están presentes junto a la cama del enfermo y dicen Amin a todo lo que se pronuncia allí[3].





5.     Tratar de cumplir con cualquier deseo que el paciente tuviese y que no vaya en contra de las instrucciones de los doctores. Quizás hay alguna comida o bebida especial que desea y le gustaría tener. Podría necesitar que se lo conecte con algún familiar o amigo, o que lo vaya a visitar.





Si un creyente está visitando a un paciente no musulmán, debe buscar la ayuda de Allah e invitar a la persona a aceptar el Islam. 





Cuando la muerte está cerca


Una persona que está muriendo puede ver cosas que nosotros no. Puede que murmulle para sí mismo o a los ángeles que se reúnen a su lado; puede que se debilite y pierda y recupere la consciencia. Aquellos a su lado deben ser amables y silenciosos, recordando hablar de forma positiva y haciendo du'a. Si no le causa una incomodidad, la persona moribunda debería estar en dirección a la qiblah, ya sea sobre su costado derecho o acostado boca arriba. Se lo debe y ayudar para que pronuncie las palabras "La ilaha illa Allah" (no hay dios más que Allah), con la esperanza de que esas sean las últimas que salgan de su boca. Puede que mojarle los labios o que se le den unas gotas de agua aminoren su sufrimiento. Finalmente, nunca se debe dejar sola a la persona moribunda. 





Qué hacer inmediatamente luego de la muerte


1.     Cerrar los ojos del difunto y hacer du'a.





2.     Enderezar sus brazos y piernas de vez en cuando para que no se endurezcan. 





3.     Sacarle la ropa y cubrir su cuerpo con una sábana limpia. Si la persona estaba en estado de Ihram para el Hayy o Umrah, su cabeza y rostro deben permanecer descubiertos.





4.     Hacer arreglos para pagar cualquier deuda del difunto, sea con su dinero o la de algún familiar o amigo.





5.     Recuerde que es permitido besar al difunto.





6.     Apresurarse a preparar el cuerpo para ser bañado, amortajado y enterrado.





Al ver o saber de la muerte de un ser querido, el creyente debe tratar de permanecer en calma y ser paciente. Recordar a Allah y decir Alhamdulillah nos ayudará a calmar el dolor y la congoja. Es normal estar triste o abrumado por la situación, y llorar está ciertamente permitido. Sin embargo, gritar, golpearse el pecho, arrancarse el pelo o romper nuestra ropa no están permitido. 





Cómo preparar el cuerpo para el funeral


El Islam nos ha dado un conjunto completo de instrucciones para preparar un cuerpo para un funeral. Lavar el cuerpo de un creyente fallecido es fard kifaiah, lo que significa que es una obligación comunitaria. Si alguien se encarga de hacer esto, estará hecho en nombre de toda la comunidad islámica. No lavar el cuerpo es más que una irresponsabilidad de la familia o parientes cercanos, es una falta de toda la comunidad. 





Al difunto lo deben bañar miembros de su familia cercana y del mismo género. Si ninguno estuviera disponible, entonces lo deben hacer las personas más confiables y piadosas presentes. Hoy en día, el lavado del cuerpo se deja en manos de gente calificada en el salón funerario de un centro islámico, mezquita o dependencia gubernamental. 





Este lavado se debe realizar de forma dignificada asegurando que se maneje siempre el cuerpo con amabilidad y cuidado. Aquellos que laven el cuerpo deben ser...





1.     De confianza y, por lo tanto, no deben hablar de aquello que vieron. 





2.     Conocer la forma islámica de lavar al difunto.





3.     No hacer comentarios sobre el cuerpo.





4.    Ser del mismo género del difunto. Si la persona estaba casada, su cónyuge puede lavarlo. Si fuera un niño, los padres pueden realizar el baño sea cual fuere su género.





Amortajamiento


Luego de bañar al difunto, su cuerpo debe ser colocado en una mortaja, esto es una tela con la cual se envuelve el cuerpo del musulmán fallecido. En algunos lugares, debido a leyes locales, el uso de un ataúd es obligatorio. En esos casos, el cuerpo debe ser envuelto en la mortaja antes de ser colocado en el cajón. Esta tela debe ser lo suficientemente larga para cubrir todo el cuerpo, debe estar limpia, y hecha de un material blanco y barato. Se debe evitar la seda para los hombres, y se permite perfumar la mortaja. 





La oración por el difunto


El rezo funerario por el difunto es conocido como salat ul yanazah y es un fard kifaiah. Esto implica que la comunidad islámica tiene la obligación de realizarlo. Sin embargo, no es obligatorio que haya una congregación; si una sola persona la hace, la obligación habrá sido cumplida. Los musulmanes nunca deben dudar de participar en este rezo, hayan conocido o no al difunto o su familia. El rezo se realiza para pedir perdón y misericordia para el fallecido y todos los musulmanes. El salat ul yanazah debe ser realizado fuera de la mezquita y el cuerpo del difunto debe ser colocado frente a la persona que dirija la oración. Las condiciones para esta oración son las mismas de las obligatorias, aunque la oración en sí es significativamente distinta. Se lo hace de forma silenciosa excepto, el takbir y el taslim, y no hay ni inclinación ni postración.   





El entierro


El tiempo que trascurre entre el fallecimiento y el entierro debe ser lo más corto posible, y en circunstancias normales se debe enterrar a la persona en la localidad donde vivía y no ser transportada a otra ciudad o país. Luego de la oración fúnebre, el cuerpo debe ser trasladado al cementerio islámico o la sección islámica de algún cementerio. Se recomienda caminar a paso ligero, y aquellos que acompañan la procesión funeraria no deben subir sus voces con llantos o dhikr. Generalmente, no se les permite a las mujeres asistir a la procesión. 





Las tumbas y cementerios islámicos se caracterizan por su simplicidad. La tumba debe ser cavada perpendicular a la qiblah, y el cuerpo colocado en la misma sobre su costado derecho, de cara también a la qiblah. Luego de que el cuerpo esté en su lugar, se debe colocar encima una capa de madera y piedras para evitar el contacto entre el cuerpo y la tierra que llenará la tumba. Cada persona presente coloca tres puñados de tierra en ella. 





Puntos a recordar


1.     No hay ningún dhikr especial que se deba recitar.





2.     No se debe recitar el Corán en el cementerio.





3.     No existe enseñanza islámica que indique colocar flores, comida, agua o dinero en la tumba para beneficiar al difunto.





4.     No se debe sacrificar un animal antes o después del funeral. 





Está permitido colocar una piedra o marca especial para poder recordar la ubicación de la tumba, y luego del funeral los parientes del difunto pueden permanecer allí para hacer du'a, ya que se cree que en ese momento el difunto está siendo preguntado por los ángeles[1].





Condolencias


Dar condolencias es un importante acto de bondad, implica compartir el dolor de la gente afligida y ofrecerles confort. No hay límite al tiempo en el cual se pueden ofrecer condolencias, pero se deben elegir las palabras con cuidado y ser amables, alentando a tener paciencia y aceptar el decreto de Allah. Al visitar el hogar de los familiares, uno debe permanecer poco tiempo, a menos que haya ofrecido ayudarlos en algún asunto y deba quedarse algo más. A menudo los amigos y familiares preparan algo de comida para los que han perdido un ser querido, de esta forma les alivian un poco su carga. 





Los eruditos musulmanes dicen que, si un musulmán le ofrece sus condolencias a otro, le debe decir: "Todos pertenecemos a Allah y a Él hemos de regresar". Es permitido agregar algo a este du'a que alguna vez pronunció el Profeta Muhammad (que la misericordia y las bendiciones de Allah sean con él): "¡Oh Allah! Perdona a (nombre del difunto), eleva su posición entre la gente guiada y cuida de la familia ha dejado. Oh, Señor del Universo, perdónanos, y a él bríndale consuelo en su tumba y aliviana su estadía (en la tumba)"[2]. Si se le da condolencias a un no musulmán, le debemos decir: "Todos pertenecemos a Allah y a Él hemos de regresar", y agregar cualquier forma de condolencia que esté libre de connotaciones religiosas.  





Cuando fallece un pariente no musulmán


Un musulmán puede ocuparse de hacer arreglos para el funeral de su pariente no musulmán si no hay nadie que se haga cargo de ello. A pesar de ser un tema de debate entre sabios, se acepta generalmente asistir al funeral de un pariente no musulmán siempre y cuando no se haga algo contrario a la Sharíah, esto es parte de mantener una buena relación familiar y mostrar a los parientes los mejores modales inherentes al Islam. No tiene permitido un musulmán pedir perdón[3] por sus parientes o amigos no musulmanes que hayan fallecido, pero debe acudir a Allah para encontrar consuelo y esperanza en Su misericordia. 



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